Capítulo 34.- Días de descanso

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No moví a Marco por miedo a lastimarlo pero sabía que debía estar a su lado, Law llego y no tardo en acercarse y revisar a mi novio. Tenía miedo pero el rostro de Law solo me podía decir que él estaba bien.-

¿Está bien?- pregunte mientras me acercaba a el

No veo nada malo, ayúdame a llevarlo al auto.- dijo mientras levantaba a Marco.- Lo llevare al hospital

Ya en el auto Marco despertó, insistió en volver a casa pero Law y yo solo ignoramos al enfermo. Al llegar al hospital Law atendió a Marco, al ver que solo era cansancio lo dejo ir a casa con la indicación de no salir, aun estando molesto Marco prometió obedecer, nos dirigimos a casa pero no era fácil ya que el que tenía que conducir era yo, me sentí nervioso.-

Sabo, vas muy lento.- dijo Marco mientras recargaba la cabeza del vidrio.- Si salgo y camino llegare más rápido a casa

Perdona, estoy nervioso.- dije mientras apretaba el volante.- Me asusta que me veas conducir

¿Por qué?- pregunto Marco

Pienso que hago algo mal y me regañaras.- dije apenado

No tengo por qué hacerlo, por extraño que suene, no soy tu padre.- dijo marco.- Pero si vas muy lento

Muy bien, ahora no puedo sacar esa imagen de mi cabeza.- dije molesto

Pervertido.- dijo Marco entre risas.- Te besara pero no quiero que vayas más lento

Quizás... Un beso... En la mejilla me calme y acelere.- dije apenado

Marco no tardó en hacerlo, el sentir ese pequeño beso me hizo sentir tranquilo y más de saber que mi novio estaba bien para estar conmigo, acelerando un poco logramos llegar a casa, al entrar lleve a Marco a la cama pero en lugar de dormir mi estúpido novio tenía otros planes. Los días pasaron y la salud de Marco mejoraba pero no era fácil mantenerlo quieto, en las noches no era tarea difícil ya que solo necesitaba que me quedara con el.-

Ya está casi todo.- dije sentado en la cama revisando mi celular.- La boda de Luffy será el evento más especial

¿Y la nuestra?- dijo Marco aun acostado.- ¿La nuestra no es especial?

Es mi hermano menor.- dije mientras sonreía.- El que se case lo hace más especial para mi

Sabo, deja eso y ven.- dijo Marco mientras hacia un lado el celular.- Quiero dormir

Duerme, aún tengo que mandar la lista de los pendientes para la boda.- dije pero Marco me abrazo.- Tengo que hacer esto...

Y yo esto.- dijo Marco colocando su mano en mi entre pierna.- Estoy enfermo, si no me das amor puedo morir

N-No creo... Que... Marco deja ahí.- dije pero no hacía nada por alejar su mano

¿Quieres que me detenga?- susurro Marco.- Puedo hacerlo

No.- dije mientras relajaba el cuerpo.- Sigue

Buen chico.- dijo Marco, mordió un poco mi oreja haciendo hacer ruidos.- Que lindo

Estas... Más activo.- dije, sentía mi cuerpo arder pero no hice nada

Ya te lo dije, estoy mejor.- dijo Marco aun frotando mi entre pierna.- Si quieres que deje de hacer esto todas las noche y te deje trabajar, déjame salir de casa un rato

N-No... Law dijo que debes estar en casa y descansar.- dije mientras sentía que llegaba a mi limite, con esfuerzo me coloque de manera que viera el rostro de mi novio pero la mano de Marco aún seguía jugando

Déjame adivinar.- dijo Marco acercándose a mi rostro.- Me tendrás a salvo sacrificando esta parte

Al decirlo sentí como el dedo de Marco entraba por detrás, me sentía atrapado.-

Marco.- dije al mismo tiempo que terminaba, mire abajo y vi la mano de mi novio manchada de blanco

Ver a mi novio con esa energía me hacía feliz, aun cuando el sexo era cosa de todos los días, a todas horas y... En cualquier lugar. Un mes paso de lo ocurrido con Marco, fuimos a una consulta a casa de Law y al verlo mejor permitió que volviera a sus actividades pero con algunas indicaciones que más de ser recomendaciones eran ordenes, al salir de la casa para despedirnos Law coloco su mano en el hombro de Marco.-

Por favor.- dijo Law parado en la entrada.- Quiero que vayas a mi boda junto a este niño

Perdona, creo que no sé cuándo parar.- dijo Marco

Eso te lo avisa el cuerpo pero creo que no haces mucho caso.- dijo Law.- Sabo, si vez que algo no está bien tienes el permiso del médico para golpearlo

Gracias.- dije, tome a Marco de la mano y lo jale atrapándolo en un abrazo.- Me encargare de que no se repita

Quiero que vengan de visita, no casi muriendo.- dijo molesto

Desventajas de ser médico amigo.- dijo Marco.- vámonos, tengo hambre

Nos despedimos de Law y nos dirigimos a un restaurante, al llegar vi a Ace con Shanks, se veían felices mire a Marco y al verlo sonreír pensé –por un momento- que Marco ya había dejado ir a Ace, tomo mi mano me llevo fuera del lugar, caminamos un momento y al llegar a una esquina Marco se detuvo.-

Estoy feliz.- dijo Marco con la vista al frente.- Ace es feliz

Pude ver eso.- dije mientras veía a Marco.- ¿Estas bien?

Si, vamos a comer a otro lugar.- dijo Marco

Está bien, vamos por una hamburguesa.- dije emocionado

Lo que ordene.- dijo Marco acercándose a mi rostro

Bese a Marco aun sabiendo que el lugar no era el indicado, caminamos un rato, llegamos a comprar comida y al volver donde habías dejado el auto vimos a Ace y a Shanks saliendo del lugar, mi hermano estaba abrazando el brazo del pelirrojo, ambos voltearon y al vernos se acercaron.-

Marco y Sabo.- dijo Ace.- ¿Buscando algo para comer?

Si.- dije mientras veía a Shanks.- ¿Él está bien?

Si, solo bebió demás.- dijo Ace

No, es solo que estoy feliz.- dijo Shanks.- Un negocio salió de maravilla que quise celebrar con este pecoso

Felicidades.- dijo Marco

No platicamos mucho, al despedirnos Ace se acercó a Marco y lo abrazo, le susurro algo al oído. Al alejarse siguió su camino junto a Shanks, mire a Marco y note que estaba feliz.-

¿Qué... Te dijo?- pregunte nervioso

Gracias.- dijo Marco

¿Por qué dijo eso?- pregunté confundido

No sé pero me sentí... Tranquilo.- dijo Marco

Muy bien, vamos a casa, estas hamburguesas se enfriaran.- dije mientras jalaba a Marco.- Y quizás te deje jugar conmigo

Ya quiero estar en casa.- dijo Marco.- Pero estoy más hambriento de esto

Me jalo hacia él y me beso, pude sentir algunas miradas sobre nosotros, no le di importancia y seguimos perdidos en ese beso.

Caminar de tu manoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora