capítulo 0,50 #especial5SOSenchile

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Michael:

Frunzo los labios en cuanto la puerta de entrada se abre, dejando ver a un agotado pero sobre todo enojado Luke, quien deja caer todas sus cosas al suelo mientras cierra la puerta con el pie derecho, sin preocuparse por el sueño de nuestros dos amigos que duermen en el segundo piso. Suspira y me saluda con un movimiento de cabeza.

Inhalo profundo mientras le bajó el volumen al televisor y lo observó hasta que se deja caer junto a mi sobre el sofá.

Guardo silencio por unos cuantos minutos, en los que me limito a mantener la mirada fija en la aburrida propaganda que dan antes de CSI Miami. Hasta que ya no me resisto, y dejó escapar una larga carcajada que llevo aguantando desde que llegué, a la par que le tiendo una cerveza.

—Ajá, ajá. Ríete nomás, ya te tocará sufrir por algo así —ironiza cuando logro retomar aliento.

—Eres idiota Hemmings, tengo que admitirlo. ¿Que acaso no te advertí sobre ella?

—Pero es que... ugh. —Bufó, con la lata sobre sus labios—.Todo estaba marchando bien hasta que se emborrachó y confesó que se acostaba con otro, y solo estaba conmigo para posar con los paparazzis —murmuró.

Niego con la cabeza, divertido, y agregó el nombre de Lenay Kengrich –nombre raro, todos lo sabemos– a la lista de amores fracasados de Luke–súper–idiota–Hemming. Y, si no me equivoco, ella es la número trece de lo que llevamos del año, y apenas estamos en Noviembre.

Agradezco profundamente a mi Dios tintes que nunca se hicieran públicos los amoríos de Luke, porque ellas siempre terminaban metiendo la pata en los primeros cinco segundos de cita. En en serio, porque vamos, ¿cómo reaccionarían las fans al enterarse que uno de sus ídolos está en Tinder buscando a su chica ideal mientras espera que está caiga del cielo en forma de ángel sin alas? Seguro mal... o seguramente lo acosarían a más no poder, pero después de todo sería malo, ¿no?

¡Pero que quede claro que siempre le advierto de sus amiguitas! ¿Y creen que me escucha? ¡Já!

De hecho, cuatro de los trece malos amores han sido la misma chica, y usaba otros nombres junto a disfraces. Y el idiota aquí presente cayó las cuatro veces.

Suspiro luego de unos minutos y lo miro de reojo.

—Vamos, amigo, no te deprimas. Puede que la próxima vez sea mejor.

—Eso espero...

[...]

Acelero cuando divisó a un muy alto rubio caminar cabizbajo por la acera, intentando pasar desapercibido entre tanta gente, mientras hago sonar repetidamente el claxon. El se voltea, analizando el auto bajo las horribles gafas de sol –que no sé por qué diablos utiliza, si son las doce de la noche. ¿Alguien ve el puto sol? Porque yo no–, y seguido de eso se acerca en mi dirección, esquivando a todo el que se le cruzara. Me detengo a duras penas, el sube al coche y vuelvo a avanzar.

—No fue mejor —aseguró, recargándose en el asiento.

—Ni lo será, menos cuando Ashton se entere que he tomado la camioneta un poquitín de alcohol en el cuerpo. —Sonrío inocente, frenando repentinamente.

El cuerpo de mi amigo se sacude ante el frenado, sus gafas salen volando y me mira con cierto odio en los ojos. Vuelvo a sonreír con inocencia, acelerando otra vez.

—Te mataría de no ser porque probablemente fracasaría, como todo lo que intento hacer en mi vida. —Suspiró—. Soy un maldito fracaso.

—No, amigo, no lo eres. Sólo no has encontrado a la correcta.

una chilena en 5sos [corrigiendo capítulos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora