[intento de capítulo debido al granadina en la sangre, ¡viva chile, mierda!]
Calum:
La palabra cansancio es la más perfecta para describir cómo se siente mi cuerpo en este mismo instante. A pesar de llevar ya bastante tiempo en este tipo de rutina, la cual se basa en tocar, tocar y tocar para crear nuevas canciones, aún no logro acostumbrarme del todo, sobre todo porque antes no solía ser el más productivo de la familia. Por ejemplo, un sábado como este mismo, hace un par de años más o menos, estaba probablemente durmiendo como oso en invierno. Pero ahora, estoy tendido sobre un sofá asquerosamente incómodo, esperando a que el productor de mierda se digne a abrirnos las puertas para liberar al animal de mi interior.
Suelto un bufido.
Llevamos más de cuatro horas encerrados dentro de una no muy grande oficina, rodeados de presión y quejas por parte de todos los presentes en mi dirección, ya que últimamente no pares o lo suficientemente activo como solía ser antes de comenzar a aburrirme de la asquerosa rutina. Llegar, grabar, crear, cantar, tocar y luego repetir todo, sin ni un solo descanso por el medio. ¿Acaso creen que somos máquinas? Lamento informarle, señor, que no lo somos.
—No sé ustedes —comienza Michael—, pero creo que Calum está entrando en estado vegetal. Parece como si el amor de su vida le hubiese confesado que es lesbiana o algo por el estilo.
—Gracias por recordarme lo de Elise, Clifford —murmura Luke entre dientes, a lo que el teñido responde riendo a carcajadas mientras intenta articular un “oh verdad”.
Levanto la cabeza en dirección a ambos y gruño como si fuese un perro con rabia, ocultando con todo mi esfuerzo las ganas de sonreír.
Porque a pesar de estar algo aburrido, ellos y las fans son los que me anclan a amar a lo que me dedico. Pero eso no hace que esto sea menos pesado ni agotador, solo logran que el golpe sea más suave.
—Luke de mi corazón, creo que... creo que te acabas de sentar sobre una de mis baquetas.
Presionó los labios para no reír cuando las mejillas de la jirafa se encienden a más no poder mientras levanta un poco su trasero. Introduce la mano en el reducido espacio y segundos más tarde le tiende esa cosa de madera que no me molestaré en aprender a usar en mi vida en dirección a rulitos.
—Eh... gracias, supongo.
Se vuelve a formar un extraño silencio entre nosotros, de esos en los que cada uno se adentra en lo más profundo de su mente. Intento despejar mi aburrimiento adivinando que podía ser lo que producía aquellos ruidos que provenían de la habitación adjunta a esta.
Un mueble siendo golpeado... una escoba cayendo... alguien caminando... un golpe en seco... alguien discutiendo.
Espera, ¿qué?
Me levanto sigilosamente, y me acerco en puntillas hasta la puerta que conecta ambas habitaciones. Vamos, no puedo negarme a la oportunidad de abarrotes algo más.
—... ¡Realmente no puedo esperar más, Pablo! Ya llevamos más de un año posponiéndolo... primero usaste la escusa del idioma; lo solucionamos. Luego dijiste que no estaba preparada; le dimos más tiempo. ¡Es ahora o nuestro trato se termina! —Hubo una pausa, en la que siento a los chicos posicionarse detrás mío—. Estamos perdiendo mucho... ¿Pero? No hay ni un pero. —Otra pausa—. Necesito que la chica salga del país pasado mañana. ¿Sí? Bien, adiós.
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una chilena en 5sos [corrigiendo capítulos]
Fanfic¿Alguna vez alguna fan se imaginó a una mina en una banda que desde sus inicios fue de sólo hombres? No, probablemente nunca creyeron que eso pasaría fuera de las extrañas historias que solían crear en internet. Pero ahora, la historia de 5 seconds...