9. No nos parecemos

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Estaba en la casa de Hagrid charlando con el y Charlie sobre el regalo de navidad que le había llegado hacía unos días.

-Pero te a tenido que costar mucho dinero, un perro de tres cabezas es rarísimo-decía mientras nos servía una taza de té.

-Será mejor que me vaya, no pueden saber que e estado aquí con Charlie- y tal como lo había dicho me levante y me despedí de Hagrid con un abrazo y de Charlie con un beso, Hagrid miraba a Charlie con una sonrisa y sin más salí de la casa.

Avance por los pasillos de Hogwarts, cuando estaba llegando a mi sala común alguien me cojio del brazo al darme la vuelta estaba una chica de Gryffindor, la había visto varias veces pues fue con la última chica que salió con Charlie.

-Tu estupida, ahora entiendo porque Charlie rompió conmigo-y sin más me dio una torta en la cara.

Yo me quede paralizada unos segundos pero después de ver su sonrisa burlona saque mi varita y así comenzamos un duelo.

Cuando iba a decir algo yo le lance un petrificus totalus, era muy fácil entrar en la mente de la chica gracias a la legeremancia, pero la ira me pudo y lance un expulsó haciendo que la chica saliera golpeada asta la pared.

Desice el petrificus y me fui de ahí a toda prisa, sabía que eso llevaría consecuencias aunque eso sí ella se chivaba cosa que dudaba porque ella comenzó.

Al dar la vuelta a la esquina de ese mismo pasillo estaba Edward con una notable ira, me cojio de lo brazo con fuerza y me empujo asta una aula vacía.

-ESTÁ VEZ ME VAS A ESCUCHAR YA SABIA YO QUE TENAIS ALGO CON EL TRAIDOR-me quede pálida, había tenido que escuchar lo que la chica de Gryffindor había dicho.

-Porfabor no le digas a mis padres-le dije mientras le miraba a los ojos y pude ver cómo sonreía con maliciosamente.

-Vas a cortar cualquier relación que tengas con el y dentro de dos días anunciaremos que somos pareja, sino tus padres se enteraran y te desheredaran-y así se fue del aula dejándome llorando.

Me seque las lágrimas y fui a mi siguiente clase, Herbologia.

Estaba buscando a Charlie para hablar me dolía mucho pero no tenía más opción ya no sólo estaba mi felicidad en juego, lo encontré charlando con un amigo suyo, me acerque y le dije.

-Charlie podemos hablar-me miró con una sonrisa pero se borro en cuanto me vio la cara, le dijo a su amigo que luego hablaban me cojio del brazo y entramos en un aula vacía.

-Que te a pasado, alguien te a echo daño- preguntaba mientras me miraba al los ojos.

-Edward lo sabe, sabe que salimos me a dicho que corte cualquier relación contigo y que salga con el o mis padres se enteraran, sino fuera por la misión de Dumbledore me daría igual Charlie... pero me temo que ahora mismo no se me permite ser feliz.

El me miró con lágrimas en los ojos y me dijo.

-Cuando salgas de Hogwarts, me dijiste que querías estudiar Dragones, yo también los quiero estudiar y cuando tú salgas yo estaré en Rumanía ven a estudiarlos ahí, nadie te conoce podríamos estar juntos y seguir con tu fachada frente a tu familia.

Me lo quedé mirando por varios minutos, pensando en los pros y los contras asta que asentí con la cabeza y le bese, el me siguió el beso asta que lo cortamos.

-Estos dos meses que quedan Charlie no podemos hablar, pero el año que viene Edward tampoco está y ahí podremos mandarnos cartas, pero prométeme que me esperaras porque yo lo aré, estaré esperando asta graduarme- el me miró con lágrimas y asintió, y nos volvimos a besar, después de varios minutos de besos cada uno se fue por su lado sabiendo que era la última vez por bastante tiempo asta volver a hacerlo.

Había pasado ya un mes y me era difícil, me lo encontraba en los pasillos, en el comedor... Edward y yo salíamos pero simplemente caminábamos juntos por los pasillos para que lo viesen nada más.

Estaba en clase de pociones, esperando a que el profesor Sanape llegara, estaba sentada con una Hufflepuff que no conocía y intercambiaba algunas miradas con Dora, me aseguré de que Charlie le explicara a Dora lo que sucedía, Dora me miraba con pena y yo le hacía un intento de sonrisa.

El profesor Snape entró al aula arrastrando su túnica y dijo.

-hoy vamos a preparar suerte líquida, página 214-sin nada más que añadir abrimos la página, cuando estaba leyendo los ingredientes una chica que pasó por mi lado derramó un líquido sobre mi libro, me levante y mire a la chica era una chica de mi casa, me miraba con una mirada que decía lo siento hice un jesto de cabeza y después de suspirar me acerqué a la mesa de Snape.

-Profesor Snape an derramado un líquido en mi libro puedo coger uno de la estantería-el me miró con la mirada más fría posible, si sus miradas eran frías las que me lanzaba a mi podrían congelar el infierno, hizo un leve gesto con la cabeza confirmando la pregunta y sin más me dirigí a la estantería, había un libro que me llamó la atención, era el más viejo pero aún así lo coji.

Ya en la mesa abrí el libro y me sorprendió al ver que había cosas tachadas y había puesto otras cosas, mira la contraportada y ponía EL PRINCIPE MESTIZO frunci el ceño pero seguí haciendo la poción.

Al final de la clase Snape paso por cada uno de los calderos pero se paró en mi mesa, miro el libro y luego mi caldero y hizo una mueca de disgusto, inmediatamente me asuste, i si el libro solamente era una broma y estaba todo mal, Snape dijo.

-Perfecto señorita Malfoy- dijo aún con su mueca de disgusto, ahí entendí le caía tan mal que ponía cara de disgusto, pero no lo veía justo, que mi padre fuera un demente asesino y se portara mal con el en el colegio no quería decir que yo fuera igual.

Espere a que todos se fueran y me acerqué a el.

-Que quiere Malfoy-dijo de mala gana mientras se sentaba en su silla.

-No es justo, que mi padre si se puede llamar así, y usted tuvieran rivalidad lo pague conmigo, cuando entre Harry Potter que aras, si se parece a su padre lo trataras igual que a mi, y si se parece a su madre será tu favorito, no es justo no me parezco en nada a mi padre para que me trate igual- él hizo una sonrisa maliciosa y dijo.

- Si a venido a decirme cómo tratar a mis alumnos te pides ir. Pero créeme cuando le digo que se parece más a su padre de lo que usted cree, por ejemplo esa manía suya que tenía de no seguir las tradiciones Black, de creerse superiores y enfrentarse a los profesores, de esconder secretos...-nos lancemos miradas asesinas y sin más salí de la sala, me negaba a aceptar que me parecía a un asesino, Sirius no era mi padre no, era un asesino.

Adhara MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora