Cuando Farid llegó a la Plaza de la Fuente se encontró con un espectáculo de lo más perturbador. Una gran multitud de extraños seres luminosos, compuestos de lo que parecía ser energía pura, estaban desperdigados por todo el lugar. Estaban de pie y en distintas posiciones, pero todos parecían mantenerse completamente inmóviles. Tenían una apariencia antropomórfica, aunque a algunos les faltaban determinados miembros del cuerpo, tales como los brazos, las piernas e, incluso, la cabeza.
Farid se acercó a esos extraños seres y, al observarlos con detenimiento, se percató que muchos de los rostros de esos entes energéticos pertenecían a personas del mundo real que él conocía. Al parecer, esas entidades podían ser descritas como la representación física de las energías que Noche Eterna estaba drenando a las personas que vivían en la ciudad. El miedo que había embargado a Farid hasta el momento, dio paso a la indignación, por lo que se abrió paso entre aquellos seres hasta conseguir arribar a la Fuente Central.
Allí, tal como esperaba, se encontró a Eriziel, quien estaba de espaldas a él, observando tranquilamente la caída del agua.
—Eriziel —llamó Farid, con voz firme.
La chica de cabello plateado volteó con suma lentitud y observó a Farid con una mirada inexpresiva.
—Esperaba que vinieras a verme —afirmó ella, con la voz dulce y profunda que la caracterizaba—. Aunque ahora estemos en bandos distintos.
—No estamos en bandos distintos —rebatió Farid, con seguridad—. No me interesa apoyar a Ethereal Corp, solo quiero que mi ciudad y las personas que en ella habitan vuelvan a la normalidad.
—¡Que lamentable situación! —Eriziel sonrió sin alegría—. Los habitantes de esta ciudad me serán muy útiles, de manera que no puedo regresarlos a la normalidad.
Farid se mantuvo callado durante unos instantes. Él estaba consiente que debía de calcular bien qué cosas decir para lograr su cometido. Así, decidió controlar su indignación para asumir una actitud pacífica.
—¿Qué estás haciendo, Eri?
—Estoy extrayendo la energía vital de los seres humanos para alimentar a Noche Eterna y así, incrementar su poder.
—Me explicaron algo así. Pero, ¿por qué harías algo así? ¿No se supone que querías vivir en paz?
—¡Hago esto justamente con la intención de que me dejen en paz! —exclamó Eriziel, con los ojos llorosos—. Con la energía que reuniré en Noche Eterna, produciré un vórtice que consumirá una gran área de tu mundo alrededor de este punto específico, llevándose así a la Central de Ethereal Corp consigo.
—¿Qué piensas ganar con eso? Si haces algo así, solo te granjearás más problemas —discutió Farid, temeroso de los planes de la chica—. Ethereal Corp es una organización de escala mundial. Hasta este momento, solo te han estado observando y analizando, pero si destruyes una de sus Centrales causarás que te cataloguen como una entidad peligrosa. Si eso sucede, entonces tratarán de eliminarte.
—No tengo más opciones...
—¡Por supuesto que sí las tienes! Si aceptas venir conmigo a la Central de Ethereal Corp, podrás conversar con Sophie Douceur. Ella en verdad está interesa en encontrar la forma de que, tanto tú como ellos, salgan beneficiados.
—¡No! —Eriziel hizo ondear su cabello plateado con fuerza—. No confío, ni pienso confiar en lo más mínimo en todos aquellos que formen parte de Ethereal Corp.
—¿Acaso tu intención inicial no era recabar información sobre Ethereal Corp antes de formular una decisión? —argumentó Farid—. De lo contrario, ¿cuál fue tu intención cuando fuiste a mi preparatoria y te hiciste pasar por una persona normal?
—En efecto, mi idea original era estar en el mundo humano el tiempo suficiente como para recabar la mayor cantidad de información referida a Ethereal Corp —aceptó Eri, asintiendo con suavidad—. Pero...
—Por cierto, me quedó una gran duda —dijo Farid, intentando amenizar la conversación—. ¿Por qué desapareciste repentinamente? ¡Todos estuvieron sumamente preocupados por lo que pudo haberte sucedido! —Farid sonrió—. Aunque después olvidaron por completo tu existencia sin razón alguna.
—Bueno, luego de un mes simulando ser una estudiante normal, me enteré que Ethereal Corp vigilaba la preparatoria —explicó Eriziel, jugando con su cabello—. En un primer momento, creí que me habían descubierto, pero me di cuenta que no parecían centrar su atención en mí, sino en ti.
—En otras palabras, ¿me dejaste en la boca del lobo? —Farid lanzó una gran carcajada, riéndose de su propia broma.
—¡Por supuesto que no! Es más, pensé que, cuanto menos te relacionaras conmigo, menos sería el peligro que correrías —contestó Eri, profundamente apenada—. De todas formas, resultaba muy riesgoso continuar en aquel lugar, así que decidí regresar a Noche Eterna antes de que dieran conmigo.
—Así que esa era la explicación al misterio.
—Por lo demás, resulta completamente normal que todos en la preparatoria olvidaran mi existencia —dijo Eriziel, con un tono obvio—. Al ser yo un ente ajeno a su mundo, cualquier ser humano olvidará el haberme visto o conocido al cabo de un tiempo.
—¿Y qué hay de los miembros de Ethereal Corp y yo mismo? —se cuestionó Farid—. Podemos recordarte perfectamente y somos todos humanos, ¿no?
—Supongo que los miembros de esa organización tendrán sus métodos para contrarrestar los efectos naturales de los fenómenos interdimensionales. En cuanto a ti —Eriziel entrecerró los ojos, observando a Farid con interés—, tu capacidad es realmente sorprendente, aunque no encuentro una explicación concreta a tu caso. Tal vez seas más especial de lo que tú mismo te consideras.
Tras esto continuó un incómodo silencio, que transcurrió por varios minutos. Finalmente, Farid decidió que era necesario dar el paso final cuanto antes.
—Eriziel, he venido aquí con una misión importante, y pienso cumplirla a como dé lugar —Farid se acercó a la chica—. Sin embargo, creo que eres tú quien debe tomar la decisión más trascendental.
Eriziel se mantuvo silenciosa, observándolo fijamente. La luz de la luna pareció hacerse aún más brillante, y el cabello plateado de la chica refulgió con tonalidades fantásticas, mientras ondeaba al viento.
—Es momento de que escojas alguna opción —continuó Farid, sosteniendo la mirada que ella le lanzaba—. O sigues con tu plan y condenas a todos los habitantes de la ciudad, o decides darle una oportunidad a Ethereal Corp y aceptas hablar con uno de sus integrantes.
Tras unos minutos que parecieron horas, Eriziel bajó la mirada.
—Iré contigo —murmuró ella, sin mucha seguridad.
—¡Genial!—exclamó Farid, tomándola de la mano—. Lo mejor será que nos pongamos en marchacuanto antes.
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Nazo no Gaikeisunbō | Arco 1: Noche Eterna
Ficção CientíficaLa monótona vida de Farid Wilhem dará un giro de 180° luego de vivir una experiencia interdimensional y encontrarse con una entidad femenina incomprensible. Este hecho, que podría representar una esperanza para Farid de dar emoción a su aburrida vid...