Parte 8: Encuentro (Des)Afortunado

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La sorpresa hizo que Farid se quedara plantado en el sitio por unos instantes, observando asombrado a la misteriosa chica. Parecía dos o tres años menor que él, pero su mirada cínica y su postura altanera le daban un aspecto intimidante.

­—Eh... ¿nos conocemos de algún lado? —preguntó, tras recuperarse de la sorpresa.

—Desde hace un buen tiempo que hemos estado observando tus acciones —respondió la chica, haciendo ondear su cabello dorado.

—¿A qué te refieres? ¿Quiénes han estado observándome?

Ella ignoró la pregunta y comenzó a caminar, haciendo un gesto a Farid para que la siguiera. Él, si bien sospechaba que algo no iba bien, supuso que aquella misteriosa persona podría brindarle algo de información adicional sobre los extraños sucesos que había vivido durante los últimos meses.

—SICA nos advirtió que había encontrado a alguien con una esencia espiritual inusual en esta ciudad —dijo la chica, luego de que hubieran avanzado un buen trecho.

—¿Sica? ¿Quién es Sica?

­—No es una persona. El Sistema Inteligente de Conocimiento Absoluto es una supercomputadora que nos brinda información diversa de manera continua —aclaró ella­—. Luego del hallazgo, investigamos tu historial y antecedentes, esperando encontrar algún dato crucial que explicase la razón de tu anormal esencia espiritual.

Farid asintió en silencio, completamente perdido en las explicaciones que recibía, las cuales no parecían tener ningún sentido.

—Sin embargo, por más que analizamos tu historia desde todas las perspectivas posibles y punto por punto, no logramos sacar nada claro. Parecías ser una persona común y corriente.

—Porque soy una persona común corriente —afirmó Farid, sintiéndose ofendido.

La chica rubia soltó una risilla sarcástica y continuó.

—Tras ello, te mantuvimos bajo estricta vigilancia durante un año, tras el cual perdimos el interés en tu persona, y el caso fue archivado.

­—Para ser sincero, no tengo ni la más remota idea de lo que me estás contando —indicó Farid, cruzando los brazos—. Al menos dime quién eres y qué es lo que buscas al decirme todas esas cosas.

—A pesar de que tu caso fuera archivado, volviste a llamar nuestra atención hace poco más de un par de meses—prosiguió la chica, sin dar importancia a lo que Farid le había dicho—, cuando SICA nos informó que habías realizado un salto interdimensional.

Farid se detuvo al escuchar aquello, con un gesto de inquietud grabado en el rostro. La chica rubia también se detuvo y le clavó una mirada inquisitiva, analizando su reacción.

—¿Un salto interdimensional? —dijo Farid con nerviosismo, retomando la caminata—. ¿Qué quieres decir con eso? Yo creo que...

—Sabes perfectamente a lo que me refiero, Farid Wilhem —interrumpió ella con un tono de voz increíblemente frío, mientras que caminaba con pasos firmes—. Fue un hecho completamente insólito que un ser humano, supuestamente común y corriente como parecías ser tú, pudiese realizar visitas a mundos de otras dimensiones sin usar tecnología especializada para ello.

—Todo esto parece parte de una historia de ciencia ficción, ¿no crees? Por cierto, ¿acaso hay alguna ley que prohíba a la gente realizar saltos interdimensionales? Claro, en el supuesto caso que fueran reales... —bromeó Farid, mientras que un sudor frío le recorría la espalda.

—No te conviene tomarte esta situación con poca seriedad —aseveró la chica, aún más fríamente—. De todas formas, si solo hubieses realizado un salto a un mundo paralelo, nosotros no habríamos hecho nada más que volver a vigilarte. El problema, y la razón de que esta conversación esté dando lugar, es que hiciste algo más.

—En verdad no sé qué intentas decirme. Tal vez su supercomputadora mágica de conocimiento absoluto se descompuso o algo, porque, puedo asegurarte que no tengo nada que ver con los temas que estas tocando. —Farid, que ya sospechaba por donde iba la cosa, intentó desviar el tema aduciendo ignorancia—. ¡Solo soy una persona normal! Es más, soy mucho más normal que el promedio, y mi vida es tan aburrida que, de escribirse una novela sobre ella, los lectores no pasarían de la portada.

La chica rubia, de manera repentina, lo tomó del cuello de la camiseta y lo jaló hacia abajo para mirarlo cara a cara.

—Según lo que SICA nos ha venido informando, has establecido contacto con un ser interdimensional que toma la forma de una mujer de cabello plateado, proveniente de un plano metafísico denominado por esa misma entidad como Noche Eterna.

Farid palideció por completo, mientras que la rubia sonreía ferozmente. Luego, ella lo empujó sin dejar de sonreír.

—¿Quién eres y qué es lo que quieres? —preguntó Farid de manera pausada, aún muy pálido.

La chica rubia sonrió aún más y, por fin, respondió a su interrogante.

—Mi nombre es Sophie Douceur, y vengo de parte de Ethereal Corp.

Farid palideció incluso más que antes. Retrocedió unos pasos hasta que chocó con una pared cercana.

—Ethereal... ¿Ethereal Corp?

—Escúchame atentamente, Farid Wilhem. —Sophie se acercó a él y lo miró directamente a los ojos—. Considérate muy afortunado de estar aún con vida. Ese ser que encontraste en Noche Eterna es extremadamente peligroso.

—¿Qué? ¿A qué te refieres? —respondió Farid, sin dar crédito a lo que oía—. Eriziel no es peligrosa, ella solo quiere que la dejen en paz.

—¿Eriziel? ¿Ese es el nombre con el que se presentó ante ti? Por cierto, no es "ella", es "eso"

—¡Eri es bondadosa e inocente! No ha hecho daño a nadie.

Sophie suspiró con cansancio y reanudó la marcha.

—No puedes darle características humanas a una entidad como aquella. Ni siquiera sabes qué cosa es exactamente.

—Tienes razón, no sé qué es ella —aceptó Farid, siguiendo a la chica—. Pero, aun así, puedo afirmar que no me pareció que tuviera intenciones negativas.

—Hemos estudiado a aquel ser desde hace mucho tiempo. Logramos reconocer algunas características y habilidades que utiliza para conseguir sus fines. Una de ellas es poder saltar entre planos dimensionales con facilidad. De esa manera es que puede ingresar y salir de nuestro mundo a voluntad propia.

—¿Eso qué tiene que ver?

—Guarda silencio cuando te brindo explicaciones —sentenció Sophie, de forma cortante—. Otra característica utilizada por aquella entidad es la de poder infiltrarse en grupos humanos gracias al exagerado nivel de carisma que posee.

—¿Carisma? ¿Qué quieres decir con eso?

Sophie se detuvo. Una camioneta negra había aparecido de la nada y se había estacionado justo frente a ellos.

—Pasaré a retirarme ahora —anunció la chica, abriendo la puerta trasera de la camioneta.

—¡Espera! Tengo muchas preguntas... ¿Cuál es el objetivo de Ethereal Corp? ¿Y por qué afirmas que Eriziel es peligrosa? Además... ¿por qué he visto envuelto en todo esto?

—Si quieres recibir las respuestas que buscas, entonces ve a la Central de Ethereal Corp que se encuentra a las afueras de la ciudad —respondió Sophie, entregándole una tarjeta con la ubicación del lugar—. Pregunta por mí.

Farid asintió en silencio. Sophie se despidió con una inclinación de cabeza y abordó la camioneta, la cual se alejó rápidamente. Tras ello, Farid guardó la tarjeta en uno de sus bolsillos y partió con dirección a su casa, con aún más dudas que antes.

Nazo no Gaikeisunbō | Arco 1: Noche EternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora