Capítulo 25: Intercambio

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*Alice POV*

El mes de Abril se había pasado demasiado rápido para mi gusto, gracias a las vacaciones de Pascua. Agradecí interiormente haber arreglado las cosas con Draco, porque el mes de Mayo había llegado y eso significaba que el intercambio también.

-¿Dónde estabas?

La voz del rubio me sacó de mi trance. Me estaba esperando en la entrada del Gran Salón y no se lo veía muy feliz.

-No teníamos clases a la mañana. Le pedí a Jules que llevara tus cosas a Ravenclaw y que separara lo que te haría falta para las clases. Debería venir en cualquier momento.

Como si me escuchara, mi elfina apareció con una mochila negra entre sus manos.

-Señorita Alice, Jules trae la mochila del señor Malfoy, ama. Jules ha colocado los libros necesarios, señorita, señor. Jules espera haber sido de ayuda.- dijo, haciendo una reverencia.

-Gracias Jules, eso será todo.- dije, al mismo tiempo que Draco tomaba su mochila y asentía.

Entramos al Gran Salón y nos sentamos en mi mesa, donde se nos unieron Cloe, Mia y Luna unos minutos mas tarde.

-Draco, ellas son Mia, Cloe y Luna. Chicas, Draco Malfoy.

-Bienvenido a Ravenclaw.- dijo Luna, al mismo tiempo que la comida aparecía. El rubio no dijo nada mientras se servía comida y tampoco habló durante el resto del almuerzo. En realidad, no habló en casi todo el día, solo acotó en algunas clases y se quejó de que tuviéramos que responder acertijos para entrar a la sala.



*No One POV*

Draco observaba a los Ravenclaw con curiosidad. Algunos estaban ayudando a otros con sus deberes, muchos leían junto al fuego, jugaban partidas de  ajedrez mágico y a algo llamado poker. Alice se encontraba mirando un libro de la enorme biblioteca, la cual cubría toda una pared y era alta hasta el techo, que estaba fuera de su alcance. El rubio se acercó a ella y agradeció internamente haberse puesto su pijama, pues todos en la sala usaban los suyos.

-Hay algo que no entiendo.- dijo y al ver que la chica no decía nada continuó- Te libraste del castigo de Snape diciendo que no había baños en las salas comunes, pero me acaban de mostrar el baño de aquí. Y, ahora que lo pienso, tengo baños en mi sala. ¿Cómo...?

-Tardaste mucho en razonarlo. Entré en pánico y fue lo primero que se me ocurrió- dijo la de lentes, antes de comenzar a trepar por los espacios vacíos de la biblioteca. Tomó el libro que quería y descendió, con una mano menos.- Supongo que Snape me dejó ir porque le gustó mi razonamiento.

-¿Haces eso seguido?

-¿Qué?- preguntó la chica, confundida. Miró la biblioteca y se dio cuenta- No. Generalmente, uso la escalera pero la están reparando. Explotó en un experimento.

El rubio iba a decir algo cuando el golpe de un libro que se cerraba de pronto le llamó la atención.

-¿Porqué siempre llueve en las escenas tristes?- preguntó la chica, a nadie en especial. Fue como si la sala se hubiera sumido en un cono del silencio. Todos dejaron de hacer lo que estaban haciendo para meditar la pregunta.

-Para agregarle sentimiento- aventuró un alumno de primer año.

-Pero es muy obvio. Es como si demandaran que te sientas triste. Si peleo con alguien que amo, me pondría triste aunque fuera un día espléndido.- dijo otra chica, de cuarto.

-Deberíamos buscar si hay algún libro que muestre una escena triste en un día soleado.- propuso un alumno de segundo.

-Tardaríamos años en revisar todos los libros.- le contestó un chico alto de séptimo.

Intercambio de Casa {Completa}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora