Capítulo 3: Quidditch

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*Alice POV*

Los días en Hogwarts pasan más rápido de lo que parece y eso no es bueno. Sobre todo cuando te enfrentas a un año lleno de exámenes difíciles y complicados que ponen a prueba todas tus habilidades: Las Matrículas de Honor en Brujería. 

-Lo que deben recordar es que estos exámenes pueden influir en sus vidas en los años venideros. Sí todavía no se han planteado seriamente qué carrera quieren seguir, éste es el momento.- dijo Flitwick, mientras terminaba de dar su clase. Mia me miró con desesperación. Era el tercer profesor que nos hablaba sobre los MHB y lo importantes que eran. Mi mente divagaba entre los deberes, los exámenes de práctica que hacíamos en la sala común, las clases que se volvían cada vez más complicadas, el club de lectura muggle y los entrenamientos de Quidditch. También rondaba por mi mente en el intercambio de casa, pero prefiero no pensar mucho en eso.

-Práctica en 10- me dijo Jenna, al pasar por mi lado al salir del aula.

Si hay algo en este castillo que amo más que las clases es, definitivamente, el Quidditch. Soy cazadora desde tercer año y eramos generalmente buenos. Hasta que a Cho Chang se le dio por deprimirse, claro está.

-No puedes culparla. No después de todo lo que pasó. No después de lo de Cedric.

Claro que Mia tenía razón, pero no iba a admitirlo. Cho era nuestra mejor buscadora y el partido contra Hufflepuff se acercaba. Necesitábamos que diera lo mejor de sí. Teníamos que reunir los suficientes puntos para pasar a la final. Todo aquel que pensara que Ravenclaw sólo se interesa en los estudios, está muy equivocado. Ganar nos resulta igual de importante.

-¿Listos para practicar y dar lo mejor?- preguntó Daniel Rowdrik, nuestro capitán, una vez que todos estábamos listos con nuestros uniformes y escobas. Todos asentimos y salimos al campo. Mia se sentó junto a Cloe para mirarme entrenar. Había muchos alumnos de Ravenclaw en las gradas, les gusta ver los entrenamientos y fingir que estamos en un verdadero partido. Ayuda mucho a calmar los nervios.

Volamos para calentar, el día era perfecto para entrenar. Subí a mi Nimbus 2001 y pateé el suelo para elevarme. Dimos tres vueltas alrededor del campo hasta comenzamos a hacer pases con la Quaffle, aunque no de la manera tradicional. Generalmente, como hoy, Rowdrik encanta la pelota para que se mueva como una Snitch y gana el primero que la agarra. Las risas no tardaron en llegar por parte de los alumnos en las gradas mientras todos perseguíamos la enorme pelota roja.

-LA TENGO- gritó Jenna, al agarrar la pelota. Todos miramos a John, quien estaba tomando el tiempo. Él era uno de los bateadores y esta vez le había tocado cronometrar la actividad. 

-No, Alice sigue teniendo el récord.- dijo, con una pequeña sonrisa. John era mi compañero de Pociones y eramos buenos amigos.

-SI.- grité, levantando un puño en el aire a modo de festejo. Tenía el récord de atrapar la Quaffle más rápido desde tercer año.

Debería decir que hacemos esto todos los entrenamientos. No nos gusta entrenar de la manera convencional porque no se aprende nada nuevo.También cambiamos de puestos, para que todos entiendan el trabajo de todos. Es muy importante entender lo que el otro hace, así se funciona mejor como equipo. Una vez que sabes lo que los demás hacen, es más fácil anticipar sus movimientos y estar atentos a sus jugadas. La verdad, es estrategia pura.

El entrenamiento terminó dos horas más tarde cuando Frank, el otro bateador, pudo atrapar la Snitch y Rowdrik dijo que había sido suficiente. Salimos a los vestuarios y, tras ducharme, Mia y Cloe me acompañaron a la biblioteca para terminar nuestros deberes. Nos esperaban días largos y me preguntaba cuándo volvería a dormir más de 8 horas de nuevo. La idea de dormir en una cama que no era la mía por un mes me resultaba inquietante.

*No One POV*

La mañana del 31 de Octubre era perfecta para un partido, con muchas nubes y un tenue viento. Alice se levantó más temprano que los demás y corrió escaleras abajo, ya en su uniforme. Por la Sala Común aún se notaban rastros de la fiesta  pre-Halloween que habían realizado la noche anterior, la cual sólo se detuvo cuando Flitwick subió a hacerlos dormir. Es sabido en todo el castillo que los Ravenclaw aman las festividades y cualquier día en el que puedan probar hechizos extraños. Alice no sabía muy bien si estaba emocionada por el partido o aterrada porque cuando este finalizara tendría menos de 24 horas para prepararse. El intercambio tendría lugar al día siguiente y debía dejar todas sus cosas listas. 

Para cuando Cloe y Mia despertaron, Alice ya se encontraba desayunando sola en el Gran Salón. El plato de la chica con pelo negro y ojos miel consistía en una manzana ya cortada, jugo de naranja, cereales de chocolate y café. Observaba cuidadosamente a sus dos personas de estudio: Harry Potter y Draco Malfoy. Tomó un poco de café mientras se preguntaba que tenían aquellas personas, además de lo obvio, que le llamaban tanto la atención.

-¿Nerviosa?

Moon pegó un pequeño salto en la silla, asustada. Una de las muchas habilidades de Luna Lovegood era asustar a  sus amigos. La otra era entrar sigilosamente a cualquier lugar. Ese día, había puesto en práctica las dos.

-Algo, pero no por el partido.

-Deberías cenar con nosotros. Las cenas siempre son más divertidas que los almuerzos. Y siempre es mejor irse a dormir relajado a la cama después de una buena charla con tus amigas.

Alice entendió que se refería a la comida que podía compartir con su casa una vez que el intercambio empezara, así como Luna había comprendido de inmediato el motivo de los nervios de la chica. Y la razón por la que estuviera desayunando antes del partido, cosa que Moon nunca hacía.

Jenna Marin, otra cazadora, buscó a Alice unos minutos más tarde y ambas se fueron al campo, para calentar y terminar de plantear algunas tácticas. 

Salieron al campo cuando se les fue indicado y los nervios habituales que atacaban a Alice antes de un partido aparecieron, pero más fuertes de lo normal. Iba a pedirles a sus compañeros un tiempo para calmarse cuando divisó a Malfoy en las gradas.

-¿Lista?- le preguntó John, notando que estaba más pálida de lo normal.

-Más que nunca- respondió Alice, dispuesta a dar lo mejor de si en el campo y no dejarle motivos a la serpiente para burlarse de ella.

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Espero que les guste, me disculpo por la demora en subirlo. Gracias por leer :) 

Intercambio de Casa {Completa}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora