Capítulo 13: Tradiciones

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*No One POV*

Los pasillos cercanos a las mazmorras estaban en silencio. Moon no tenía que irse tan temprano de Slytherin, pero necesitaba comenzar a alejarse de esa extraña sensación que le producía Draco Malfoy lo antes posible. Llegó prácticamente corriendo al Gran Salón. Si lo pensaba bien, no era precisamente un reencuentro, pues había visto a varios de sus compañeros durante ese mes, pero se sentía como si fuera uno. Abrió las puertas sin importarle quien la viera y siguió su camino hacia la mesa de Ravenclaw.

-¡Ali!- gritaron varias personas a la vez, abrazándola. Todos comenzaron a gritar y aplaudir, golpeando uno que otro plato, felices de ver a su compañera de nuevo.  

-Bienvenida de vuelta- le dijo John, con una gran sonrisa. Alice le agradeció y se sentó a comer, feliz de haber regresado finalmente.

En las demás mesas pasaban cosas parecidas. Los Gryffindor recibieron de vuelta a su compañero con un gran aplauso y algunos gritos. Los Hufflepuff corearon el nombre de Amanda y le entregaron un nuevo conjunto de ropa, ya que había estado usando el de los leones. Los Slytherin... bueno, la gran mayoría seguía durmiendo, pero Harold fue recibido por sus dos amigos y un par de personas más. A Alice le resultaba increíble haber estado un mes lejos de su sala, de sus amigas, de su cama. Sobre todo de su cama.

Los Ravenclaw no paraban de hacerle preguntas a Alice sobre Slytherin. Como era la sala, como eran las personas que la habitaban, que costumbres tenía, que les gustaba, que no les gustaba, cuantos libros tenían, si se podían abrir las ventanas sin que entrara agua. La chica prometió responder todo en la noche, cuando estuviera tranquila en la torre. Las águilas aceptaron, complacidas.  

Las clases transcurrieron normales, sin peleas entre las serpientes y los leones, sin comentarios sarcásticos y sin los celos de Draco Malfoy.


*Alice POV*

Miré mi sala como si la fuera la primera vez que la observaba. Lo único que había cambiado eran las constelaciones del techo. Me senté en un sillón cerca del fuego y esperé las preguntas de mis compañeros. Estaba cansada, sí, pero quería compartir lo que había aprendido. Después de todo, eso era ser de Ravenclaw.

-¿Cómo es la sala común?-preguntó un chico de primer año.

Se las describí con lujo de detalles. Muchos estaban asombrados por la falta de algún encantamiento que la mantuviera caliente. Algunos se mostraron extrañados sobre el hecho de que utilizaban contraseñas para entrar. Muy pocos se mostraron impresionados por la cantidad de libros que los Slytherin poseían en su biblioteca. Absolutamente todos se horrorizaron cuando se enteraron que no debatían sus lecturas, ni tenían luces para leer en las habitaciones.

-¿Cómo son los Slytherin?- quiso saber una chica que parecía de tercero.

Les hablé de Katy, de Rebecca, Jennyfer, Zabini, Malfoy y los demás. Sus ambiciones y sus notas en las clases. Sus habilidades en las distintas materias. Lo extraño que se comportaba Snape con ellos. Lo parecidos que eran a nosotros en muchos aspectos.

-¿Tienen alguna tradición?- preguntó Cloe.

Comenté la guerra de bolas de nieve y todos acordaron que era una tradición fantástica.La ropa que me regalaron pasó de mano en mano, todos admirando lo cálidas que eran y acordando que podía usarlas siempre que quisiera; pues según ellos ahora era una Slytherin honoraria. Acto seguido, las preguntas fueron dirigidas a Thomas y a la dificultad de explicarle a alguien de otra casa como funcionaban las cosas. Ese fue el fin de mi interrogatorio.

La semana siguiente de mi regreso, todo parecía normal. Las clases habían retomado su curso y los Ravenclaw disfrutaban haciendo enojar a Umbridge con hechos lógicos que no podía contradecir. Luna se quedaba todas las noches a hablar conmigo sobre el ED y las cosas que habíamos aprendido hasta el momento. No me había dado cuenta lo mucho que extrañaba tener la sala llena de bullicio, gente discutiendo sobre alguna frase de algún libro, alumnos ayudándose a hacer la tarea y todo eso. 

La mañana del 15 de Diciembre, Hogwarts se vio invadida de árboles y nieve. Las decoraciones de Navidad habían comenzado en todos lados y mi casa no era la excepción. Había un gran árbol al lado de la biblioteca, una gran fila de estudiantes pasándose las cajas que salían de la chimenea, alumnos de primero escuchando atentamente a los de séptimo, un grupo de chicas desenredando luces, un grupo de chicos haciendo decoraciones y cinco elfos repartiendo galletas y ponche. Cuando informaron que faltaban cajas de los despachos de otros profesores, Cloe, Mia, Luna y yo nos ofrecimos a buscarlas. Cloe fue con McGonagall, Mia con Sprout y Luna con Hagrid. En mi camino de regreso a la sala común, me encontré con Draco, Crabbe, Goyle, Becca y Katy.

-¿Ali? ¿Qué haces con todo eso?- preguntó Katy, señalando la pequeña caja que tenía en mis brazos y las cinco enormes que me seguían volando. Estaban repletas de luces, bolas de colores, guirnaldas, inventos propios de algunos Ravenclaw y materiales para que cada quien pudiera hacer su adorno.

-Decoramos la sala común con motivo navideño. Es la época más esperada del año. Anoche nos llevaron el árbol, así que la sala común es un caos, pero un buen caos.

-¿De dónde salieron esas cajas?- preguntó Becca.

-De la oficina de Dumbledore. Cloe, Mia y Luna fueron a buscar las demás. Flitwick tiene algunas en su despacho, pero los envía mediante polvos flu directamente a la torre.

-¿Y el papel de envolver?- quiso saber Crabbe, al notar que sobresalía de la caja que tenía en mis manos.

-Nos regalamos libros. Es algo así como una tradición.- contesté, encogiéndome de hombros. 

-Entonces, ¿te quedas para Navidad?- preguntó Draco. Asentí.- ¿Y tus padres? ¿No les molesta?

-Bueno, mi abuela no festeja Navidad desde hace años. Y mis padres murieron en la guerra, así que prefiero quedarme aquí y pasear por los jardines.

-Alice, lo lamento.- dijo Katy, quien había palidecido casi tanto como Malfoy.

-Gracias. Ahora, si me disculpan, tengo que llevar esto.- dije y subí las escaleras que llevaban a mi sala con las cajas siguiéndome. Navidad no era una buena época, desde hacía mucho tiempo

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Espero que les guste, gracias por leer :)


Intercambio de Casa {Completa}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora