La persona que mas admiro: Darius, la mano de Noxus

Capitulo 1: Encuentro

—Ah...— suspiré lleno de aburrimiento
Era un caluroso día de verano, medio día y mis quehaceres estaban hechos, no había escuela por vacaciones y por lo tanto, no había tarea.

No había nada bueno por televisión y no tenia videojuegos que no haya acabado anteriormente durante las vacaciones
Solo me quedaba una opción, mi computadora y aunque no era nada del otro mundo igual tenia la suficiente capacidad para que funcionaran decentemente algunos juegos, uno de mis favoritos entre todos ellos: League of Legends.

Encendí la computadora y fui al baño mientras esperaba a que se iniciara.

—Que debería jugar hoy... Bueno, hoy no tengo ganas de supportear y no tengo muchos magos para ir al carril. central...— me dije a mi mismo, pues la mayor parte de mis campeones eran soportes y algunos tanques, como Maokai, Zac, Taric... incluso a Darius, aunque no era común que lo usara, pero algunas de mis mejores victorias venían de él, le tenia mucho cariño.
—Mmm... Ya esta, iré al carril superior— hablé decidido, mientras terminaba con lo mio.

Salí del baño y fui directo a mi computadora, ahí ya estaba iniciado el cliente del juego, solo faltaba iniciar mi sesión.
—Marcus... Hawk...— hablé en voz baja, mientras escribía mi nombre de invocador y mi contraseña en el cliente, mientras de fondo se oia la musica en la "Login Screen" de la nueva skin de Lux "Lux Elementalista"

Dejando de lado la canción, inicie sesión y clickee directamente en el botón de "Jugar"
Elegí la "Grieta del Invocador" y seleccione el modo de "Selección oculta"
—Para despertar los dedos— me dije, mientras los estiraba un poco.

Después de un par de minutos, discutiendo con un tipo que quería quitarme el carril superior, acepto dejármelo a cambio de que ganara la partida con Darius.
Acepté y elegí a Darius como mi campeón.

No preste mucha atención a los demás de mi equipo, solo se que el tipo con quién discutí se fue al carril central, con Twisted Fate y que nuestro jungla iba con Zac, de ahí en mas, no sabia que pasaba en el carril inferior, con algo de suerte habrían elegido la típica linea de Lulu y Kog'maw.

Ya en la "Grieta del Invocador" me fui directamente hacia la linea, pues mi oponente era un Tryndamere, no seria sencillo contra él.
Una vez que llegaron los súbditos, lo vi, por suerte para mi... Ó mala suerte para él, parecía que tenia lag
Era comprensible, los servidores no iban bien en vacaciones.

Comencé a rematar los súbditos con poca vida para ganar un poco de oro y espere a que Tryndamere se recuperara un poco, no lo hizo, pues se fue de la partida poco después.

—Mala suerte, amigo— solté una pequeña risa mientras me decía eso a mi mismo.
Eso me daba algo de vía libre, me seria mas sencillo ganar la partida ahora.
Aunque aquello no duro mucho, el carril central estaba en problemas y nuestro jungla estaba lejos, luchando con el dragón cerca del carril inferior.

Me dirigí directamente hacia la linea central y vi un intenso combate entre Twisted Fate y Katarina, con algo de paciencia espere a que Katarina se adentrara un poco mas en nuestro territorio junto a las torres y salí de los arbustos, presuroso para llevarme al menos la asistencia de su asesinato.

Al verme, Twisted Fate preparo su carta dorada y la disparo, directo contra la pelirroja.
Acertó, Katarina quedo aturdida y recibió un disparo de la torre, y desafortunadamente para ella, para cuando intentó escapar yo ya tenia el hacha preparada y con un giro sobre mi mismo, la rematé.

Solo se escucho la voz del narrador marcando la primera muerte para mi equipo, por mi parte regresé al carril superior y continúe mi juego ahí, abriendo una brecha en las defensas del equipo rival, logrando llegar al inhibidor y destruyéndolo, provocando la rendición del equipo contrario.

—Demasiado sencillo para mi gusto— me dije, una vez fuera de la partida.

—Concuerdo contigo— dijo una voz grave y severa, pero de algún modo... conocida.

—¿Eh? ¿Quien dijo eso?— pregunte  sobresaltado, mirando a los alrededores en mi habitación, pero no había nadie.

—¿Así es como saludas a aquel que gano varias partidas para ti, Invocador?— contesto la voz, proveniente de mi computadora.

Era Darius, mirándome desde el cliente del juego.