AU
En un mundo donde las condiciones ambientales dificultaron la existencia humana y obligaron al cuerpo mutar para no perder la descendencia de la raza; los países al tener pocos habitantes se unificaron para pertenecer totalmente a reinos continen...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El día llegó. Se podía sentir la presión en cada rincón del palacio. Los sirvientes corrían de un lado a otro, recibiendo a invitados, limpiando, haciendo los arreglos para la ceremonia, cuidando cada pequeño detalle.
Realmente era abrumador el ambiente que se sentía en el lugar. En mi vida nunca imaginé traspasar los muros que se encontraban en mi hogar, mucho menos, el hecho de casarme.
Que si bien éste último, aunque al principio no fue algo con lo que estuviera de acuerdo; conocer a Viktor, hizo que mi visión cambiara.
Salí de mi habitación, ya que aún era temprano. Las personas que llegaban al palacio eran meramente familiares o personas allegadas a Viktor; entre ellos la familia de Nikolai.
Caminé recorriendo por primera vez cada espacio dentro del lugar. No sabía si era a causa de los nervios que me invadían o simplemente no quería estar encerrado. Cada vez estaba más ansioso.
-Así que tú eres Yuri -escuché decir atrás de mi. Voltee para dar con la persona que había llamado mi nombre.
-Sí -respondí al ver la figura de un hombre joven, al rededor de la misma edad de Viktor. Su cabello rubio y ojos verdosos me llamaron la atención. No había visto facciones así, además de Yurio-. ¿Puedo ayudarle en algo?
- ¡Oh no, querido! No es necesario que te tomes la molestia.
Se cruzó de brazos y de arriba a abajo me observó completamente como si me estuviera evaluando.
-No necesitas estar tan nervioso -dijo al notar mi rigidez-. No es como si te fuera a comer -se burló.
- Lo siento, pero, creo que es grosero intimidar de esa manera a las personas y más cuando son desconocidos -dije en un tono retador.
-Me disculpo por mi falta de respeto, Su Alteza -dijo. Tomó la pose de una reverencia-. Mi nombre es Christophe Giacometti. Jefe de Negocios Intercontinentales y Consejero de la familia Real Europea.
Su acento, sólo hizo que sus palabras cobraran veracidad. Pues, no tenía una forma de hablar parecida a las personas que había conocido en este tiempo dentro del palacio, o incluso en mi lugar de origen.
-Mucho gusto. Soy Yuri Katsuki, príncipe del continente asiático -incliné ligeramente mi cuerpo al hacer mi presentación.
-Futuro Rey Yuri Nikiforov, querrás decir -insinuó.
Solo asentí.
Christophe me hablaba con una familiaridad evidente; poco le importaba el status, por lo que pude apreciar.
-Nos vemos en la ceremonia, Su Alteza -se retiró. Mientras se alejaba indicó su despedida con la mano.
Un nuevo personaje misterioso y peculiar se había mostrado ante mí. ¿Qué relación guardaba con Viktor? ¿Por qué tendría a una persona tan descarada como allegada?
