18. Memorias II

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Despierto y todo a mi alrededor está oscuro

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Despierto y todo a mi alrededor está oscuro. Parpadeo un par de veces y tallo mis ojos con el dorso de mi brazo derecho. Un olor a humedad invade el lugar donde me encuentro.

Observo a mi alrededor. Todo está solo, bajo mi mirada y me percato de que mis piernas están encadenadas. Al ver esto me lleno de desesperación.

Grito lo más fuerte que puedo en busca de ayuda, pero nadie atiende a mi llamado. Mi mente divaga confusa en busca de respuestas ante esta situación.

¿Qué fue lo que pasó en la Capital? ¿Por qué nos hicieron esto, a mi hermana, a los ciudadanos, a mí?

¿Es que acaso hicimos algo malo para merecernos este destino?

Doy profundos suspiros para intentar calmar mi ansiedad y evitar que las lágrimas broten de mis ojos. Pero es inútil, mi rostro ya es preso de la humedad que provoca mi llanto.

Cubro mi rostro con mis manos e intento consolarme, pienso en que tal vez pronto estaré con mi familia. De pronto escucho pasos que se dirigen hacia mi dirección. Limpio los rastros de lágrimas y respiro hondo una vez más.

—Así que ya has despertado —dice un hombre alto con cabellos largos y rubios—. Siéntete dichoso, pronto serás la persona que cambiará al mundo y lo llevará a su salvación.

Yo solo lo observo desde mi lugar sin decir nada, mientras sus palabras entran por mis oídos, me es difícil procesar y comprender a lo que se refería con que yo cambiaré el mundo.

Pero, si ese es el caso ¿por qué tengo que estar encadenado? Estoy a punto de articular en mi boca esa pregunta, pero la escena es interrumpida por otro hombre desconocido. Ésta persona es un adulto a comparación de la primera.

—Oye, no molestes a los sujetos de experimentación —lo regaña.

—No lo molesto, Naoki —refuta—, sólo le estoy dando a saber su importante misión —dice burlesco.

El hombre que responde al nombre de Naoki se acerca a la celda y entrecierra sus ojos para observarme. Su expresión cambia al cabo de unos segundos.

—Hyun, ¿acaso es al que hemos estado buscando?

—Así es. Por fin nuestro objetivo se cumplirá —dice Hyun mientras posa sus manos en sus caderas.

—Di-disculpen —intervengo y ambos me dirigen su mirada—, ¿dónde estoy? ¿Qué significa eso de que yo soy la salvación?

Ambos se miran entre sí y Hyun se echa a reír.

—Pequeño —dice entre risas—, es demasiado pronto para que lo entiendas —para su risa—. Sin embargo, no puedo creer que ese traidor lograra encontrarlo —se dirige a Naoki—. Y nosotros que pensábamos que jamás sabríamos de él, ¿quién lo diría?

—No digas cosas innecesarias, y será mejor que no te acerques a esta área —advierte.

Hyun refunfuña y cruza los brazos. Ambos salen de mi vista a la par.

Hielo ❄️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora