Lust Butler ⇒j; jk

1.

-¿Señorita?- nadie respondió, volví a tocar -¿Señorita?- un pequeño quejido alcanzó mis oídos, lentamente abrí la puerta, el rayo del sol yacía en tu ondulado cabello y rostro angelical.

-Buenos días.- susurre, confundía, preguntaste porque había pasado sin siquiera pedir tu autorización.

-Estaba programado que la despertara el día de hoy de esta manera...- no respondiste, confundido me acerqué a ver su cara.

-Hmph, pensé que habías despertado pero sigues durmiendo...-

-Entiendo que estés cansada sobre la fiesta de ayer, pero debe despertad ahora...- de nuevo, sin respuesta alguna -Vamos señorita, el clima es perfecto el día de hoy, y debemos apresurarnos si no queremos llegar tarde.

Solo se removió un poco, dándome la espalda.

-Por favor levántate- suplique.

Un leve movimiento en la cama y tu cuerpo ya estaba de pie, observándome somnolienta.

-Para evitar este tipo de molestias, prepararé su horario desde hoy- hice una reverencia.

-Después de haber desayunado, iremos a recoger el vestido que has elegido, y después de ello tendrá sus lecciones de piano en la noche conmigo, ese sería su horario para el día de hoy.

-Ah, cierto, pediré a los criados que preparen té y unos cuantos dulces cuando den las tres. ¿Hay algo más que quieras agregar?

No dijiste nada, sólo hubo silencio.

-¿Nada?

Negaste con tu mirada perdida.

-Bien, tenemos que prepararnos para el desayuno como siempre.- desganada, bufo.

-Su padre me ha pedido que utilice el vestido color sakura, según su petición.

-¿No te gusta el color?

-¿Prefieres uno azul?

Solté una pequeña risa.

-Si me permite decirlo, el azul le queda mucho mejor- la mire de reojo -Aunque creo que el color sakura igualmente le quedará espectacular- no te veías convencida -Bien, el sastre puede auxiliarte con uno azul, así que guardaremos este para otra ocasión.

-Bien, sin más preámbulos la dejare sola para que se aliste...- asentiste - si hay algún inconveniente no dude en llamarme, estaré detrás de la puerta, con permiso.

Hice una pequeña referencia y salí.

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-¿Señorita ya ha terminado? Ya debemos irnos.

Observe el reloj de mano y ya íbamos atrasados, su dulce voz me llamo.

-¿No puedes decidir qué abrigo ponerte? Hmph - me detuve un momento y analice el de color durazno junto con el otro color carmín -Supongo que el durazno será mejor partido

Sonreíste satisfecha.

-Quizás sientas que el ambiente formal es un poco extraño debido a que no estás acostumbrada.

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