10. EL OTRO LADO DE LA HISTORIA

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Ya una parte estaba hecha, estaba mucho más cerca de ella, pero no importando esto, me sentía vacío, sentía que algo me faltaba, necesitaba saber la razón de eso, ¿Por qué a pesar de todo no me sentía bien? 

Me miraba las manos cada cierto tiempo, con estás manos maté a cuatro personas, las entregué al otro mundo, al dios de la muerte y aún así eso no es por lo que me siento mal, es por otra razón, son las palabras que ella me dijo, su aspecto cuando me dijo esas palabras. 

¿Acaso podía decir que me sentía mal por asesinar? No 

¿Acaso podía decir que me sentía mal por Xochimitl? Sí. 

Había algo que me preocupaba en ella, aún así debía seguir con el plan, el día de hoy iría por otras dos víctimas, las últimas dos antes de  hacer las nueve personas para el sacrificio. Los cuerpos habían quedado escondidos en forma ceremonial sobre el antiguo templo, luego de que se hiciere por completo el sacrificio desecharíamos los cadáveres al lago con una pequeña ceremonia, pues según dice Xochimitl, toda persona merece una buena y digna partida de este mundo, incluyendo su funeral, ya sea de forma como sacrificio, como rey o como esclavo. 

Recordaba que algunas de estás cosas me las contaba ella, Emily amaba leer acerca de las culturas. 

Yo la verdad no sé que estoy haciendo, no sé que estoy sintiendo. 

  — Deberías dejar de pensar tanto, está noche irás tras dos más, Valeria Sigüenza y Emilio Yánez, viven algo lejos de entre sí, pero ya sabes como llegar hacia ellos, el día de mañana se completan los nueve, el día mañana podremos detener el plan que tiene el dios de la guerra, aunque algo extraño sucede, lo presiento, las estrellas me lo dijeron ayer, los heraldos de la muerte me lo susurraban e incluso ahora lo siento, lo siento en el aire, en todos lados. Creo que es algo que nunca voy a poder dejar de sentir— Decía ella mirándose a sí misma con un poco de miedo. 

Me acerqué y sin saber qué hacer la abracé, ella se desmoronó frente a mí, lloró a mares como nunca pensé que la vería destruida, nunca pensé que la anciana que se me apareció en aquel hotel la madrugada cuándo encontraron el cuerpo de Emily, fuese una chica, un heraldo de la muerte, fuese una persona que se encuentra rota por dentro. 

Le daba palmadas suaves en la espalda, ella seguía ,llorando, cuándo pensaba que iba a terminar comenzaba de nuevo; algo estaba mal; algo estaba sucediendo y necesitaba saberlo. 

No podía dejar que ella sufriera, no podía dejar que ella llorará, se veía realmente triste, no quería verla llorar, se veía tan rota; cuándo siempre parecía fuerte y hasta daba miedo pero realmente ella no era así, aparentaba algo que no es. 

— Algo está pasando, algo malo... el dios de la guerra ha escapado de su celda, no saben en dónde se encuentra, los dioses lo buscan y temen que Chasca haya encontrado la forma de devolverlo a este mundo, si eso pasa tu amada será su cuerpo y su amado tomará  el cuerpo de otro chico, no podemos esperar mucho más, las estrellas se están alineando, la tierra nos está dando señales que algo grande se acerca, los seres sobrenaturales lo sienten y tienen miedo— Dijo ella cuando se calmó, luego de quizás media hora. 

  — ¿Qué? ¿Cómo puede ser posible? ¿Y el dios de la muerte no lo puede detener?— Inquirí algo molesto. 

Ella se alejó un poco de mí para poder mirarme, sus ojos se encontraban rojo color sangre, no tenían ni una sola tonalidad oscura como lo eran antes, su piel se veía desgastada, su estado era realmente preocupante, parecía como si estuviera muriendo poco a poco. 

— Él no puede, por mi culpa... todo esto es mi culpa, si tan sólo no me hubiera dejado llevar, si tan sólo hubiera hecho mi trabajo, ahora estoy destinada a ser la que ayudó a la revolución, la que ayudó a que el mal ganase, que se apiaden los grandes hermanos cuando tengan su venida— Se quejaba, sus ojos miraban a puntos fijos en la pared mientras lágrimas caían aún de sus ojos rojos, sus manos temblaban y su calor corporal bajó drásticamente. 

LOS MUERTOS NO VUELVEN A LA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora