12. EL PALACIO DE LOS NO VIVOS

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"Ninejnemiskia itzalan tawil wan kunyua" 

(Kia né se angel mikik - Aruma Valeria) 

Quizás es mucho pedir lo que ha hecho, pero eh visto todo, luego de haber hablado con Hester eh tenido que visitar el averno, eh tenido que enfrentar mi mayor miedo, lo tuve que ver, tuve que verlos. 

La entrada seguía llena de almas esperando ser juzgadas para ver a cuál de todos los cielos irían según su tipo de muerte, varios recolectores de almas iban y venían, al pasar de ellos llegaba a un pasillo que me daba salida a nueve caminos, el último era el que me llevaría directo al palacio de los no vivos. 

Tenía que hablar con él, tenía que advertirle lo que querían hacer, que entre nosotros habían infiltrados que desean derrocarlos, no podía dejar que le hicieran daño. Catrina no estaba de acuerdo en todo esto si supiera dónde estoy, pero sigue vigilando a London. 

En medio del camino me encuentro con un pasaje que me lleva al Octógora, es una antiguo portal que casi nadie usa y que casi nadie tiene conocimientos, solo la pareja de dioses y algunos guardianes. 

Desde ahí puedo ver con cuidado cómo se encuentran las legiones de ese extraño mundo, el desierto de los caídos se encuentra igual de seco y desolado que siempre, antes era una legión pero yo prefiero llamarle desierto ya que nadie le habita, al fondo de este se encuentra un antiguo templo abandonado de la diosa de la luna, la hermana mayor del dios de la guerra. 

Se ve tan pacífica su vida, parecen obviar que estamos al borde de una nueva guerra, pero según lo que eh logrado que Nanawatzin me consiga, lo que necesito para que los hermanos vuelvan pronto se encuentra en ese antiguo templo, tengo que arriesgarme pero antes debo de advertirle a Popocatzin. 

Sigo mi camino hasta llegar a la entrada real del palacio, hay un gran arriate en medio que tiene cipreses en medio y a los lados se encuentran flores de cempasúchil que crecen como si fuera maleza al llegar frente a la entrada se encuentra una fuente en la cual hay una imagen de piedra de un esqueleto pidiendo clemencia y una recolectora de almas llevándole a la paz, al pasar me encuentro a los guardias los cuáles me dejan entrar al ya conocerme. 

Pasó y entro al hermoso y gran jardín, en dónde se encuentran cientos de flores y animales que no se encuentran en cualquier lugar, a la derecha al fondo se encuentra el zoológico real y a la izquierda se encuentran los lugares de esparcimiento reales, la parte de enfrente es un edificio rectangular de nueve pisos que han de medir cerca de unos sesenta metros de altura, en las plantas bajas se encuentras dibujos hechos a relieves que cuentan hazañas desde la creación del  mundo hasta la actualidad. 

El vestíbulo es tan hermoso como lo recuerdo y como si tuviese suerte ese día me lo encuentro, el corazón me palpita tan rápido, se ve tal y como le recuerdo, está leyendo un libro sin darse cuenta de lo que sucede a su alrededor, se le ve tan tranquilo. 

Caminó con rapidez hasta llegar hacia él, a ese punto se ha dado cuenta de mi presencia y su expresión seria me congela, pareciera como sino me quisiera aquí, a pesar de las cartas, parece que no me quiere. 

  — ¿Qué haces acá? ¿No se supone que no me deseabas volver a ver?— Pregunta con tristeza Popocatzin. 

Una sonrisa se forma muy dentro de mi ser. 

— Es Chasca la eh encontrado, ella quiere que me una a su bando, me dijo que ella no es la única, hay varios infiltrados que apoyan la causa del Colibrí izquierdo, está noche haré un sacrificio para sellar las puertas y evitar que Huitzilopochtli salga de aquí y llamaré a los hermanos para que su venida se adelanté, no puedo permitir que algo malo pase por mi culpa y luego de esto prometo que desapareceré de tu vida y nunca sabrás algo de lo que llevo dentro de mí — Le dije mientras unas lágrimas caían de mi rostro sin poder evitarlo. 

— Sabes que si las leyes fuesen otras... pudiéramos vivir felices juntos, pero a pesar de ser un dios, tengo límites que no puedo sobrepasar, lo siento Mikitzin pero prometo ir  a  buscarte cuándo todo esto acabe, prometo que cuándo los hermanos vengan iré por ti para poder vivir juntos, mandaré guardias que examinen a todos los recolectores de almas y pediré vigilancia para los seres sobrenaturales que viven en este reino y llamaré a los otros mundos para alertar de la amenaza... yo te amo Mikitzin, Naja nimetzasujta  — Dijo, tomándome de la barbilla y uniendo nuestros labios. 

Luego de eso tuve que salir corriendo, no podía permitir que me vieran mucho tiempo aquí, tenía que ir al Templo de la Diosa Lunar antes de que anocheciera en el mundo de los infieles. 

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"Yo deambularía entre la luz y las sombras" 

(Así Muere un ángel- Aruma Valeria)  

Naja nimetzasujta  = Yo te amo

LOS MUERTOS NO VUELVEN A LA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora