Capítulo 4

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El entreno como tal acabó a las 6:30; todas las chicas se despidieron entre sí y luego se iban yendo. Algunas se quedaron alrededor de Louis, hablándole y quién sabe qué más. Yo estaba apenas quitándome los patines, dado que decidí quedarme unos minutos más ensayando un simple flip que no logré hacer, por lo que caí aparatosamente en el suelo.

¿Qué gané? Burlas de mis compañeras y un dolor de tobillo insoportable.

Me puse mis Converse's y me fui al vestidor. Me estaba haciendo demasiado frío ya con esta corta ropa.

Cuando salí recibí un mensaje de mamá:

Mamá: (6:41)

Lo lamento Hannah, pero iré por ti a las 7:00, aún sigo un poco ocupada. No hagas nada indebido. Te quiero.

Yo: (6:41)

Ajá. Xoxo.

Mamá: (6:42)

¿Qué significa "xoxo"?

Yo: (6:42)

Las X son besos y las O son abrazos. Daah.

Me dejó en visto. Ya estaba lista y en definitiva no quería seguir viendo a Louis siendo seducido por otras chicas. Así que me decidí a esperar afuera.

- ¡Hannah, no; espera! -gritó él cuando me vio salir. Y sí, salí.

Pero al rato las puertas se abrieron de nuevo. Y era él.

-Hanna, de verdad necesito hablar contigo.

-Pensé que estabas demasiado ocupado.

-No digas eso, ven, entra.

Entramos de nuevo y las chicas que antes estaban con él ahora estaban saliendo, se despedían de Louis de besito en la mejilla y a mí me empujaban levemente con sus caderas mientras reían.

-Estúpidas -murmuré cuando sus risas cesaron.

- ¿Dijiste algo, cielo?

-Nada que te importe.

Louis suspiró y se sentó en una de las gradas. Palmeó el lugar a su lado indicando que me sentara.

-Escucha, sé que te molesta la actitud de ellas hacia mí, yo también lo estaría si la situación fuera al revés. Pero tienes que confiar en mí; tienes que confiar en que sólo tengo ojos y corazón para ti. Debes confiar en lo nuestro.

Reí

- ¿Lo nuestro? No digas "lo nuestro" cuando sabes que no tenemos nada formal.

- ¡Oh, vamos! No seas así. Si no tenemos algo formal es porque tu mamá no nos deja. No porque no queramos, ¿o me equivoco?

Bufé.

-Bueno sí, tienes razón. Sólo que he estado algo estresada estos días, y aparte sigo castigada.

-Comprendo. Entonces... ¿Todo bien?

-Dentro de lo que se puede estar -dejé caer mi cabeza sobre su hombro.

-¿Y por qué andas estresada? -él pasó su brazo por detrás y me abrazó.

-Bueno, antes que nada, tuve un extraño sueño anoche. Me encontraba yo sola en una habitación sin poder salir; y una mujer joven e igual a mi madre apareció pidiendo ayuda. Aparte me dijo que me parecía mucho a mi madre, y mencionó a mi "difunto padre". ¿Cómo era que ella sabía eso? ¡Nada de esto tiene sentido! -me acomodé en el asiento y Louis quitó si brazo.

No subas al ático.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora