Izuku salió de su casa, dispuesto a hacer uno de sus ejercicios diarios, una carrera por la playa.La mañana estaba tranquila, a pesar de que el cielo estaba completamente cerrado tanto que no dejaba que la luz pasara, provocando que a pesar de ya ser las 6:30 am, parecía media noche.
Un gruñido fue lo que provocó que Izuku interrumpiera su carrera, vio en todas direcciones pero como no vio nada continuo, unos metros más adelante volvió a escuchar el mismo gruñido provocando que se detuviera nuevamente. Y al igual que la vez anterior no vio nada.
Unos 10 metros más adelante había una roca que impedía el paso, ese era el punto en que Izuku siempre regresaba, pero esta vez no, esta vez decidió rodear y subir a la parte superior que debería de tener unos 3 metros de altura.
Al llegar a la parte más alta ya no se encontraba en la playa, ahora estaba al borde de un risco, en una montaña viendo la preciosa vista que le daba el amanecer, respiro profundamente llenando sus pulmones con el aire fresco.
Escuchó un gruñido a su espalda volteo despacio temiendo encontrarse con un oso o algún otra criatura salvaje, pero no estaba preparado para ver lo que estaba frente a él, era una criatura majestuosa e intimidante de al menos un metro y medio de altura.
Un lobo, un majestuoso lobo dorado con unos ojos tan rojos como la sangre, le estaba gruñendo mientras le enseñaba los colmillos, por instinto dio un paso atrás olvidando que estaba al borde del risco, pero antes siquiera de que su pie tocara la roca choco contra algo, llevo nuevamente su vista atrás, ahora era un joven el que estaba a su espalda, el joven tenía un cabello tan rojo como los ojos del lobo, y sus ojos eran de color azul, un azul tan intenso que parecía que podría ver a través de todo, pero algo no estaba bien, sobre su ojo izquierdo tenía una cicatriz, un nuevo gruñido provocó que Izuku quitara la vista de aquel joven y la regresara al lobo dorado, el lobo dio un paso al frente, Izuku sintió como lo jalaban del brazo y momentos después se encontraba en caída libre.
Agitaba los brazos y las piernas intentando frenar su caída pero era inútil.
Fue un golpe en la cabeza lo que hizo que reaccionara, estaba con la mitad superior de su cuerpo en el suelo y la mitad inferior aún en la cama, se desenredo las cobijas de los pies y quedo acostado en el frió suelo con la mirada clavada en el techo, mientras su alarma sonaba sin descanso.
- No vuelvo a ver Crepúsculo antes de dormir - dice levantándose y apagando la alarma, 6:00 am hora de su carrera matutina.
Salió de casa con dirección a la playa, titubeos por un momento al recordar su sueño, "fue solo un sueño, uno muy raro, pero solo eso" se dijo a sí mismo para después acelerar el paso, al llegar a la roca que le indicaba que debía volver y siguiendo el sueño que lo había despertado decidió rodear la y subir, al llegar a la parte más alta sintió una punzada de decepción, quizá esperaba ser tele-transportado mágicamente a la sima de una montaña, realmente no sabía que esperaba.
Con ese sentimiento de decepción bajo y retomó su camino a casa, solo que decidió tomar el camino largo, un camino que iba por todo el perímetro de la ciudad, era un lugar al que no importaba la hora siempre estaba desierto, o eso creía ya que cuando llevaba dos tercios del camino recorrido vio una silueta recostada en uno de los árboles que colindaban con la ciudad.
Izuku acelero el paso, quizá necesitara ayuda, al llegar al lugar un chico se encontró con un albino que se encontraba en malas condiciones, su ropa que debería de haber sido blanca ahora estaba rasgada en barias partes y en otras tenia manchas de mugre y sangre.
- ¡Oye! ¡¿Estas bien?! - Izuku dio pequeños golpes en sus mejillas tratando que reaccionara.
El joven trato de abrir los ojos en barias ocasiones dejando ver unos hermosos ojos grises.
- Hermana... - susurro antes de nuevamente caer en la inconsciencia.
Izuku no lo dudo dos veces, coloco al albino a su espalda y corrió lo más rápido que pudo hasta llegar al hospital más cercano, ahí le dijeron que el joven se encontraba bien solo estaba inconsciente y sus herida no eran de preocupación, aun así Izuku se negó a irse hasta saber que el chico hubiera recuperado la conciencia.
3 horas fue el tiempo que Izuku estuvo en el hospital antes de que el joven albino despertara y le permitieran verle.
El de pecas toco la puerta 3 veces y una vez más pero al no recibir una respuesta decidió entrar.
- Disculpa la intromisión... -
El peli verde vio al joven sentado en la cama sosteniéndole la mirada.
- Esto... ¿Cómo te encuentras? -
- ¿Fuiste tú quien me trajo aquí? -Izuku asintió
- ¿Porque? -
- Bueno, estabas herido y no podía dejarte ahí... yo seré un oficial de policía dentro de poco y... Bueno...-
- ¿Oficial policía? -
- ¡Sí! - Asintió efusivamente
- ¿Qué es eso? -
El de mirada esmeralda no creía lo que escuchaba, seguramente ese chico había recibido un golpe en la cabeza, o algo que dañara su memoria selectiva, fue por eso que en lugar de hacer cualquier pregunta decidió responder.
- Un policía es el que se encarga de hacer cumplir las leyes y de que haya justicia para todos, ¡dentro de una semana me graduare de la academia Yuei y entraré a la Estación All Might, la estación donde estuvo el gran Toshinori!, ¡El mejor policía que ha existido! - Izuku se emocionaba tanto cada vez que hablaba de eso que por un segundo olvido que estaba en el hospital y con un chico al que atacaron y abandonaron a su suerte - lo siento, yo soy Izuku, Midoriya Izuku, ¿cuál es tu nombre? ¿Qué fue lo que te paso? -
- Soy Shouto...---------------------------------------------
AclaraciónBueno como ya había explicado en el grupo, está historia cuenta con varias referencias a crepúsculo y es porque lo quiero hacer como una tipo parodia (no, aquí los vampiros no brillan) con referencias de vez en cuando pero con historia propia y basado en algunas imágenes del especial de halloween, solo habrá vampiros y hombres lobos.
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Entre colmillos
FanfictionIzuku siempre ha tenido una vida tranquila a lado de su madre, solo ellos dos, ¿su padre?, bueno solo sabe que él y su madre se separaron cuando aún era muy pequeño, ni siquiera recuerda su rostro y tampoco hay fotografías en casa. Aprendió a no pre...