6.

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Año y medio después.

Abrió sus ojos recién despierto mientras suspiraba profundamente, era noche cerrada ya, pequeños puntos se dejaban ver en la oscuridad de la noche, al igual que estos mismos puntos de vez en cuando caían para no volverse ver. Lo único que alumbraba era la Luna alumbrada por el Sol.

Suspiró, de verdad tenía miedo a la oscuridad en general, pero en ese momento se sentía demasiado bien como para ser cierto. Era algo reconfortante, tranquilo gracias al silencio que sumergía la casa donde vivía con su familia.

Su pelo rojo estaba completamente revuelto gracias a que recién se había despertado.

¿Por qué todo aquello le seguía resultando tan difícil? ¿Por qué olvidar a una persona que ya lo ha hecho, se le es complicado? Lo odiaba, pero no a él, claro que no, odiaba el hecho de no poder olvidar al hombre que había amado durante ya tres años, y se sentía estúpido por el hecho de no haber podido retenerlo.

—¿Te sientes bien JuHo?— Giró su cabeza para observar al otro lado de la ventana, allí se encontraba Seok. Sus ojos bastante pequeños y un poco hinchados gracias a que recién se había despertado, unas pequeñas ojeras adornaban la parte de abajo de sus ojos.

—Estoy bien, ¿qué haces despierto ha estas horas? Eso en verdad es malo.— El más alto de los dos rodó los ojos mientras elevaba sus hombros, sus ojos caían de vez en cuando, por que si, de verdad tenía mucho sueño a pesar de no querer irse a dormir al ver las esquinas de los ojos del bajo a punto de soltar lágrimas.

—Tú también estás despierto por si no lo recordabas.— Rodó los ojos mientras elevaba sus hombros, no entendía exactamente el hecho de por que estaban hablando de un balcón a otro sin todavía marcharse a dormir.

—Touché, ve a dormir ya Seokkie, te prometo que también lo haré.— Estaba acostumbrado a mentir, a si que no le preocupó el hecho de hacerle aquella pequeña mentira a su amigo, quien asintió mientras suspiraba.

—Buenas noches, sueña conmigo~— Ojalá, así no dormiría pensando en YoungBin.

[...]

Aspiró llenando sus pulmones del humo de un cigarro que se encontraba allí, no es que le gustara ese olor asqueroso según él ni nada por el estilo, más bien lo odiaba. Pero ese olor siempre de ahora en adelante solo le daba simple nostalgia gracias a lo sucedido.

Ese olor le hacía sentir tal vez un tanto seguro, pues su mente le hacía soñar con que aquel chico de eyesmile y de sonrisa hermosa, pero que a la vez era un vil mentiroso.

Relajó sus músculos en la cama cuando estiró su cuerpo en ella, recién había ido al hospital y de verdad se sentía un poco incómodo en sus muñecas, pues le habían pinchado un par de veces al no encontrar su vena varias veces.

—Auch...eso me ha dolido.— Miró sin entender a su lado y gritó lo más varonil posible al observar que había golpeado sin querer a su hermano, quien solamente rió para abrazar su cintura colocando su cabeza en el pecho del menor, quien todavía estaba aturdido por tanta cercanía.

Y es que rara vez dejaba que le tocaran, más bien desde que llegó a aquella casa había evitado contacto físico y el hecho de mostrar sus emociones y sentimientos. Y le dolía guardárselo, joder que si lo hacía, pero como estúpido lo hacía pues, ¿que lo vieran llorar durante un año y medio por aquel que ya lo había olvidado? No señores, prefería guardarselo para él solo.

—Dentro de seis meses volveré a Seúl...—Susurró su hermano buscando las palabras exactas, no quería que JuHo se preocupara, ni que hiciera algo estúpido cuando el no estuviera.

—Iré contigo hyung, lo he superado.— Mentía a su propio hermano, más bien lo único que quería hacer -aún que si, lo tuviera tal vez un 0,5% de superado- era volver a verlo.

—¿Seguro?— Asintió levemente mientras suspiraba cerrando los ojos para descansar, quería volver a su hogar y mostrar su nuevo "yo" a su universidad ahora.

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