💍Mi única fantasía.

7.

YoungBin cerró los ojos aspirando el aroma a vainilla que se encontraba en la casa, e inevitablemente aquello le hizo sonreír enorme mientras decía un "estoy en casa" dejando ver a un chico de pelo negro con una gran sonrisa en su rostro, de oreja a oreja.

Lo abrazaba fuertemente haciendo que el mayor de ambos sonriera abrazando su cintura, el menor era levemente centímetros más alto que él, eso era lo que menos importaba. Le gustaba abrazar aquella estrecha cintura que, cuando se sentaban a ver la televisión, le gustaba acariciar lentamente.

Dejó que las lágrimas cayeran de largo por sus mejillas, sin intentar retenerlas ni nada por el estilo, simplemente quería desahogarse. Todos los días le enviaba mensajes a JuHo, pero ni siquiera la doble palomita salía, simplemente una, igual de solitaria que él en ese momento.

¿Cómo a pesar de que lo único que fueran sea amigos, su corazón dolía igual que cuando lo veía en el hospital? Aquel sentimiento de culpa que nunca se marchaba, aquel sentimiento de repulsión hacia si mismo que en ningún momento le dejaba dormir, aquel impulso de saltarse su universidad y hacer todo lo posible para saber donde estaba el menor.

Aquello que le hacía sentir como un completo estúpido e ignorante por haberle hecho daño al amor de su vida.

Por que sí, después de todo y a pesar de que lo hubiera aceptado millones de veces tal vez solo para saber si podía quitarse eso que le atormentaba de la cabeza, se decía una y otra vez que JuHo era el amor de su vida. Por más cursi que sonara el menor era como una especie de oxígeno, al cual ahora había sido desconectado, y que lo más seguro no volvería a estar con él.

—¿Sucede algo hyung? Le noto triste— Giró su cabeza con cuidado mientras suspiraba elevando sus hombros, ¿el triste? Por supuesto que no señores, aquello ya era quedarse más que corto si alguien quería describirlo en ese momento al menos.

—¿Yo? ¿Triste? No sé donde me lo ves.— WooSeok lo único que atino fue a rodar los ojos mientras dejaba caer un pequeño susurro de "claro que lo estás" caminando a paso más rápido para dejar a YoungBin atrás, quien se colocó mucho mejor la mochila mientras mordía sus ahora demasiadas pequeñas uñas.

Había pasado un estúpido año y medio, y todavía quería saber que había sucedido exactamente con él, quería saber por que no había vuelto a coger sus mensajes, si había vuelto a recaer en aquella enfermedad o si se encontraba en el hospital.

Aún que la segunda opción la descartaba, pues por si acaso si, había ido al hospital haber si se encontraba allí, pero no, no lo estaba.

—Estoy hecho una mierda...— Habló cuando llegó hasta donde estaba TaeYang, por suerte YoungKyun entraba mucho antes a clase que ellos, así que podría entablar una conversación sin golpes en su pecho de por medio, pues estos no dolían, no al principio, pero cuando empezaba a soltar lágrimas mientras decía verdades por su "estúpida boca que tiene razón en todo" -según YoungBin- 

Dolía, y mucho.

—Si no lo hubieras dejado, creo que nada hubiera cambiado. Seguiríais siendo aquella pareja envidiados por todos, después de todo, tú sabía que a los dos días saldría, ¿verdad?— Respiró profundamente, joder que si lo sabía, había sido uno de los primero, pero había tenido miedo de enfrentarse a la realidad.

—¿Me lo vas a seguir recordando?— Miró al menor, quien le devolvió la mirada para elevar lentamente sus hombros, al igual que para volver a ponerlos en su forma original.

—Todas las veces que hagan falta, para recordarte lo estúpido que llegas a ser.— TaeYang sonrió triunfante, no estaba orgulloso de lo que estaba diciendo, ni de ver a su hyung tan mal como lo estaba haciendo, pero en verdad quería que arreglara ese error que él mismo había cometido, a pesar de que en ese momento hablar con él era como hablar con una pared, por más que intentara no ocurriría nada.

—¿Sabes qué te digo? Vete a la mierda, suficiente tengo con mi subsconciente para tenerte a ti ahora comiéndome el tarro, sé que estuvo mal, pero tuve miedo, eso es todo.— El menor suspiró cuando vio como se marchaba con lágrimas en los ojos, sí, era como hablar con una pared de cemento.

—Solo quiero que no le vuelvas a hacer daño, ¿porqué es tan difícil de decir? Ambos sois estúpidos.— 

Lo siento, me gusta mucho también pentagon, y todavía más Woo Seok, así que si no os gusta ver su nombre en la historia -pues aparecerá más veces, siendo también uno de los más importantes- podéis dejar de leerla. :)

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