14.

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Cerró los ojos cuando habían colocado una pequeña curita en el sitio donde le habían hecho aquel análisis, le dolía, claro que sí, y se hacía el fuerte para no soltar lágrima ninguna mientras caminaba con lentitud por el pasillo blanco que tan bien se conocía con mucha anterioridad.

—¡Oye, perdona, un momento!— Se giró para observar a quien le estaba gritando, era un chico alto, mucho más que él, pero tal vez menos que RoWoon. Lo había visto antes en la universidad, más bien esta mañana, seguía teniendo la misma sonrisa brillante que de ese momento, a pesar de tener algo parecido a suero inyectado.

—¿Sucede algo?— Elevó sus cejas pegando más los libros contra su pecho. Le daba igual llegar un poco más tarde, pero no quería que aquel chico se sintiera igual de solo que él había estado durante tanto tiempo.

—Lo siento, quería poder hablar contigo un momento antes de que te fueras, pero no me dio tiempo.— Hizo un puchero, fijándose mejor en el cuerpo de aquel chico alto se podía deducir sin ser muy listo que el chico tenía algo de anorexia, al igual que si uno se fijaba en sus demasiadas delgadas muñecas.

Le daba un poco de pena.

—Claro, dime.— Le sonrió al chico de pelo rizado, quien sonrió mucho más sentándose en la silla azul que se encontraba allí para observar a JuHo, quien también lo miraba con el ceño levemente fruncido esperando a lo que dijera el menor.

—Hace dos años atrás...cuando caminaba con un amigo, le vi a usted y a YoungBin-hyung, e inevitablemente me imaginé una escena de princesas, de aquellos que mi mamá me leía cuando era pequeño y me encontraba aquí, e inevitablemente me ponía feliz de poder ver que esas parejas existían. Pero todo cambio cuando te diagnosticaron cáncer.— Paró por un momento, sus ojos vacíos mirando a la nada.

JuHo elevó sus cejas mientras se sentaba con cuidado al lado del chico "La curiosidad mató al gato" así que no le importaba volver a escuchar el nombre de YoungBin en los labios de otra persona, no cuando tal vez, una idea remota de que el chico supiera también lo que él había sufrido en el hospital le cruzara por la cabeza.

—Entraba diariamente al hospital gracias a un tratamiento que tengo, pero tus ojos siempre miraban a otro lugar, tu papá y tus hermanos siempre estaban ahí, incluso tus amigos de Busan, pero, ¿algunas vez te preguntaste lo que sucedía en la otra cara de la moneda? ¿Lo que le sucedía a YoungBin?— Los ojos negros del chico le ponían nervioso, tal vez por que parecía ser la verdad, o simplemente por que parecía ver através de él.

—Pues no...cortamos la comunicación mucho antes, me dejó por móvil.— Suspiró acariciando sus dedos con lentitud, ¿quería saberlo? Por supuesto, quería saber el por que no había ido a verlo ni una sola vez.

—YoungBin estaba destrozado, bastante, creo que es la primera vez que lo había visto así, sus ojos no daban vida ninguna, cuando intentaba sonreír lo único que le salían eran muecas. JuHo, lo que te contó de que tenía pareja, ¿te acuerdas?— Claro, ¿cómo olvidarlo?

—Sí, ¿todavía siguen juntos?— Su voz sonó entre cortada, y le daba igual que ese chico que se estaba ganando su confianza lo viera a punto de llorar, solamente quería saber si era feliz con esa persona. Por eso, se sorprendió de ver como el chico sonreía mientras negaba.

—Nunca tuvo pareja, estaba destrozado y tenía miedo, por eso te había dicho que la tenía y era feliz, pero solo mintió, decía que prefería llorar antes de verte morir lentamente, y no es que no tuviera fe en ti de que ibas a vivir, todas las noches rezaba. Más bien tenía miedo de que cuando salieras, hubieras cambiado. YoungBin...tuvo una dura infancia con su hermano, por eso estaba acostumbrado a que todo aquel que entra en el hospital, tenga una personalidad distinta.
Solo quiero que le perdones..

💍Mi única fantasía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora