💍Mi única fantasía.

11.

El color dorado de la luz alumbraba su cuarto de color rojo. Todo estaba bien ordenado, varios peluches en la estantería de color madera, escritorio lleno de libros y su cama con las colchas verde pistacho.

El olor a nicotina se hizo presente, él no fumaba, entonces, ¿de dónde provenía ese olor? Giró su cabeza para ver a la cama, YoungBin se encontraba allí sonriendo luego de soltar el humo por la boca, sus ojos negros parecían escanearlo, pero antes de que pudiera acercarse...

Había desaparecido.

El último día de universidad antes de las vacaciones de invierno había llegado, y decir que JuHo estaba temblando de nerviosos mientras observaba como el mayor preparaba todo lo demás lo ponía mucho más nervioso. No es que tuviera miedo de lo que podía suceder, nah, eso era para tontos, tenía miedo de a quienes podía ver.

—¿De verdad tenemos que ir? Es decir, es el última día ya, ¿porqué no mejor ya empezar en Enero? ¿No sería lo mejor?—Hizo un puchero mientras se colocaba mejor la corbata del uniforme que le obligaban a poner, ¡no le parecía justo! Además, ¡ya eran mayores de edad ¿porqué tenían que seguir usando uniforme?!

—¿Qué parte de "no" no entiendes? Además, has de ir al hospital hoy, y eso te pillará de camino.— Rodó los ojos mientras miraba atentamente a la nada. No quería volver allí a hacerse pruebas, no quería ponerse anestesia para que vieran si volvía a tener cáncer o no.

—Ya...está bien, vamos.— Peinó con sus dedos su cabello rojo fuerte gracias a que se lo había vuelto a teñir de nuevo de ese color para que volviera a tener ese color más fuerte.

Le gustaba mucho teñirse el pelo, sin duda alguna era una de las cosas favoritas que tenía, pero desde hacía ya dos años se había quedado con el pelo rojo hasta que encontrara otro color. Y no, es decir, sí que era su color favorito, pero no lo hacía especialmente por eso, esa razón se había quedado atrás hace mucho.

Más bien lo hacía por que en cierta parte le recordaba al tiempo en el cual YoungBin no había estado con él.

Y a pesar de que ahora fuera un "nuevo JuHo" -cosa que si uno miraba, exactamente no era así, ya que seguía siendo el mismo- ese nuevo JuHo ya no mostraría que esa era la verdadera razón, si alguien le preguntaba solamente lo miraría raro, y si era conocido elevaría sus hombros, lo más seguro es que diría “por que me gusta, ¿no está claro eso? Si no no lo llevarían”

—¿Quieres que te acompañe al hospital? Sabes que la compra la puedo hacer más tarde si deseas.— Sonrió levemente mientras acariciaba su pelo, pero solo vio como aquel negaba con cariño.

—No, no pasa nada, además, lo más seguro es que te veas con amigos y no quiero molestar, después de todo tú si tienes.— Sonrió triste, era verdad, se sentía culpable de que su hermano tuviera que hacer otra vida durante dos años, dejando a sus amigos y compañeros a varios kilómetros.

Por su culpa.

—No te preocupes...está todo bien, lo haré, ¿sabes qué? Te acompañaré, ¡y ya! Deja de llorar, harás que yo llore estúpido.— Ambos hermanos rieron, si, vivir en casa ellos dos solo sin duda alguna sería como vivir con un huracán.

—Gracias.— Susurró para ambos empezar a caminar a aquella escuela que los había aceptado.

Aquellos dos años donde había desaparecido de Seúl había seguido estudiando, si que es cierto, y a pesar de ser un estudiante bastante penoso se había esforzado para poder llegar a ir hasta una de las universidades más prestigiosas, -donde estaba su hermano- solamente para estar con él, y por que lo más seguro es que YoungBin no se encontraría ahí.

Solo que en eso estaba bastante equivocado.

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