Prsionera del alma

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Capitulo seis: una reconciliación efectiva

Yo me dirigía hacia la entrada, pero para ello primero debía que pasar por  un corredor bastante extenso, cuando iba por la mitad del corredor, de repente siento la voz de Tomas gritando.

 -¡Espere Srta. Liz! ¡Aun no eh terminado de hablar con usted!- al oír su voz me sorprendí bastante, nunca me imaginé que el vendría tras de mí, aunque se veía algo aterrador, ya que pisaba fuertemente, y cuando me alcanzó  parecía agotado, al parecer de hace un rato que venía de tras de mí.

-¿A caso estas tan enojada conmigo, que ya no se limita ni siquiera a contestarme?- todo esto me lo decía con un tono fuerte y decisivo.

-A demás ¿Qué quiere decir con que “si me atrevo a despedirla”?, claro que me atrevo, así que será mejor que sea cuidadosa, y más respetuosa, debería obedecer mis órdenes sin objeción, respecto a todo incluido el tema de Will .Él no es bueno para ti, en cualquier momento te dejara.

-¿No me diga que toda esta discusión conmigo y con Will son por celos?

-¿Qué trata de insinuar Srta. Liz?

-Nada, solo interpreto todo lo que me ha dicho, y eh llegado a esa conclusión, y la verdad es que estoy muy sorprendida de ella, nunca me imaginé que usted fuera tan celoso, Will y yo somos tan solo amigos, así que no se preocupe, nadie le quitara nunca su puesto .

-Me alegro- al principio parecía algo sorprendido, pero luego aliviado, de alguna forma no hacía falta que habláramos de algunas cosas el uno al otro, con solo algunas palabras claves ya podíamos saber lo que queríamos decir, es tal vez por un lazo especial que hay entre Tomas y yo, que no puedo describir, y que tal vez nunca lo haga.

Al otro día, no fue Will el me espero en la puerta de la entrada de la empresa, si no Tomas, me puse muy feliz de poder verle.

-Buenos días Sr. Tomas, ¿A qué se debe esta bienvenida?

-No tiene nada en especial, ¿Qué acaso un amigo no puede recibir a su amiga en el trabajo?, porque que yo sepa Will te recibe todos los días.

-Jkajkajkajkajka, no puedo creerlo, usted sí que es difícil de entender, a veces es muy dulce y considerado, pero otras, usted es un verdadero monstruo.

-Bueno, a usted le pasa igual.

-Pero que yo sepa, nunca eh sido yo la que ha iniciado nuestras disputas, siempre es usted, que se enfurece por cualquier cosa, si usted fuera considerado y dulce todo el tiempo conmigo, yo sería igual con usted.

-Eso sería agradable, pero ser agradable todo el tiempo, es imposible para mí.

-Lo sé, y me alegro que usted sea así, o si no, sería aburrido.

Durante todo el día ambos nos comportamos de forma tratable, lo único que me preocupa era que ese día Will no había ido a trabajar.

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