Capitulo ocho: Un solución efectiva.
Fui corriendo tras Tomas, pero Will me detuvo.
-No vayas tras él, quédate conmigo, te necesito.
-Él también nos necesita, necesita a su mejor amigo, a su hermano.
-No sé que fue lo que paso entre ustedes dos, pero se supone que nada es más fuerte que un lazo entre hermanos, sea lo que sea que haya pasado, ustedes deben arreglar sus problemas como corresponde, así que no me vengas con esa bobería de que me necesitas, ponte en su lugar también, y si no puedes, quiere decir que no eran tan unidos como pensaban, y que han traicionado aquel lazo de hermandad.
Luego de sermonear a Will, fui a buscar a Tomas, él estaba parado enfrente de una puerta.
-Tomas. ¿Te encuentras bien?
-Como te atreves a preguntarme tal tontería, a cabo de perder a mi mejor amigo, a mi hermano, si tú nunca hubieras aparecido, si nunca te hubiéramos conocido, todo seguiría igual- me lo dijo con impotencia y dureza.
-Entonces me voy, así nunca volverás a ver aquello que tanto odias.
-Es que ese es el problema, no puedo dejarte ir, si pudiera lo hubiera hecho en el momento en que Will te conoció, estoy confundido, no me entiendo, solo sé que te quiero a mi lado. Pero también lo quiero a él.
-Tranquilo Tomas, yo nunca te dejare solo, y estoy segura que esta es una pelea más entre muchas otras, Will te perdonará y tu también lo perdonaras a él, ¿Te parece si volvemos y charlas tranquilamente con will?, estoy segura de que te escuchara y llegaran a un acuerdo.
-Bien vamos- avanzo unos pasos por delante de mí, luego se devolvió rápidamente hacia mí y me abrazo con fuerza.
-Gracias Liz, por todo este apoyo que me has brindado, me alegro de que estes aquí conmigo.
-Que bipolar eres, me acabas de decir que te arrepientes de haberme conocido y ahora lo agradeces, de verdad que no te entiendo Tomas, ahora apúrate y ve son el- después de decirle aquello, se fue caminando rápidamente hacia su oficina, también me di cuenta de lo tan tierno e infantil que Tomas podía ser, era como un niño pequeño, quien iba a pensar que el terrorífico Tomas podía llegar a ser un débil e indefenso niño en sus perores momentos, también me di cuenta de lo que había hecho, había desobedecido todos los años de crianza de mis padres, dejando fluir mis emociones y mis convicciones me manejaron, pero esta será la primera y última vez que lo hago, no puedo perder mi meta, necesito concentrarme y volver a ser la de antes, a veces también pienso que hubiera sido mejor nunca haber conocido a Tomas y a Will.
Al día siguiente ambos hacían como si el día de ayer nunca hubiera existido, ambos se veían muy unidos, por alguna razón me sentía aliviada, luego ambos se me quedaron mirando, y luego se me acercaron.
-Te estamos muy agradecidos por tu ayuda, gracias a ti pudimos volver el tiempo atrás, y volver a ser amigos-dijo Tomas.
-La verdad me sorprendió cuando me sermoneaste, aunque me dolieron tus palabras te estoy agradecido.
-No me lo agradezcan, la verdad solo lo hice porque en parte fue mi culpa- al decir aquello ambos se avergonzaron y sorprendieron.
-Me refiero a que no podía quedarme sin hacer nada mientras ustedes se peleaban enfrente de mí-ambos se relajaron y dieron un gran suspiro, luego los tres nos miramos y pusimos a reír, todo volvió a ser como antes, por ahora estamos los tres en paz.
P.D: Me gustaría agradecer a todos los que han comentado, votado y leído mi novela, la verdad me gusta mucho crear historias y esta es una de ellas, tal vez no es para todo tipo de gustos, pero en mi opinión te deja “enganchado” en la historia, espero que les este gustando mi novela y que estén disfrutando de ella. Gracias por todo.
Atte. Newanonimus15
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Prisionera del alma
RandomEsta historia trata de Liz, una chica de una familia aristocrática, la cual no tuvo una infancia, digamos encantadora, aunque no le faltaba nada material, le hacia falta el amor de sus padres, el cual remplazara por el cariño de un joven cuando meno...