under grand hotel || double b

13. «Traidor»

Bobby conversaba tranquilamente con sus seguidores cuando Hanbin llegó a la celda luego de una semana en aislamiento.

La mirada de odio que el menor traía le hizo echar a los demás reos para poder hablar a solas.

─ ¡Siento haberte puesto en aislamiento! pero lo hice porque te amo ─ Bobby puso su brazo alrededor de sus hombros. ─ A veces haces que haga locuras. Recuera que eres sólo mío.

Hanbin quitó su brazo de un manotazo, alejándose de golpe. Nada más que odio irradiando de su voz.

─ ¡No te atrevas a tocarme de nuevo, Bobby! ─ Gruñó. Sus manos formaron puños dispuesto a golpearle si se acercaba.

─ ¿Me disculpé, no? No hay porque estar enojado. ─ El mayor dio un paso hacia adelante y lo tomó por la cintura. ─ vamos, dame un beso y reconciliémonos. ─ dijo antes de besarle en la boca.

Hanbin lo mordió con fuerza antes de golpearlo. Bobby se apartó más por la sorpresa que por el dolor.

─ ¿¡Qué mierda!?

─ ¡Cállate! ¿Cómo pudiste enviarme un mensaje así? ─ Hanbin le gritó mientras se giraba hacia la salida.

─ ¿Qué mensaje? ─ Preguntó el mayor, cubriendo su boca por la sangre que caía.

─ ¡Hanbin, Bienvenido de nuevo! ─ Saludó Donghyuk que venía llegando, ignorante de toda discusión.

El coreano se acercó al rubio que lo saludaba y le plantó un beso en la boca. Sólo para enojar más a Bobby. Donghyuk abrió grande los ojos pero correspondió enseguida.

─ ¡Kim Hanbin!  ─ Un guardia hizo que cortara el beso. ─ El alcaide quiere verte. ─ Avisó llevándose al menor hacia la oficina.

Bobby gruñó mientras Donghyuk se reía a su lado, observando la  herida en sus labios.

El rubio había saboreado la sangre en el beso y ahora que sabía que era de Bobby, la lamió lascivamente antes de seguir su camino hasta su propia celda.

∞

─ En verdad lo siento Alcaide. ─ Hanbin se disculpó en el instante en que estuvo frente a él. ─ Sé que por mi culpa hubo malos entendidos, pero no fui yo quien ensució la imagen de su madre.

Seunghyun suspiró pesadamente.

─ ¿Fue Bobby? ─ El menor no tuvo que responder. ─ En ese caso, él será castigado de igual manera.

─ ¿Entonces puedo volver a ser su secretario? ─ Suplicó Hanbin ─ La motivación de Bobby era alejarme de usted.

─ ¿Por qué?

─ Sólo está celoso. ─ admitió el menor apoyándose en el escritorio del Alcaide.

El mayor enarcó una ceja antes de levantarse de su asiento y acariciar el rostro del prisionero. ─ ¿Entonces por qué no le damos más razones para estar celoso? ─ propuso un poco sugerente, lo que dejó a Hanbin confundido. ─ Ese podría ser un mejor castigo. ─ el menor entendió su punto.

─ Eso suena bien.... tenemos que encontrar una manera en la que sólo Bobby se entere.

∞

─ ¡APAGUEN LAS LUCES! 

Hanbin se trepaba a su cama cuando Bobby le tomó del tobillo y lo hizo girarse.

─ ¿De qué "mensaje" hablabas?  ─ Preguntó esta vez más calmado. Su lengua se deslizaba por la pierna de Hanbin.  ─ No recuerdo haberte mandado nada.