Hanbin, un estudiante de intercambio coreano en Estados Unidos, es condenado por asesinato en primer grado y enviado a Under Ground Hotel, una prisión Federal localizada treinta metros bajo Long Island.
Allí Hanbin, se encuentra con Bobby, líder de...
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(Los dialogos que están en cursiva, es cuando hablan en "coreano")
10. Crimen terrible
─ AAh...Ahh ─ Hanbin gemía bajo el cuerpo del mayor.
Bobby estaba sobre él y sus miembros se frotaban deliciosamente entre sí.
─ Hanbin.... ─ Jadeó el jefe besándolo con ganas.
Desde que se volvieron amantes, aunque lo hicieran diariamente, cada vez era menos anal. Bobby había estado cuidando de la condición física del menor, aunque Hanbin tenía la certeza de que el mayor solo tenía miedo de que su culo se soltara demasiado.
─ Bobby....mmm ─ respondió el coreano encorvando su espalda en la cama debido al placer que el mayor le transmitía. ─ Por favor, dámelo.
Frotarse era muy agradable... pero algunas veces, Hanbin realmente lo quería dentro de él.... Sentirlo desde dentro.
El mayor no estaba para negarse y de un segundo a otro lo levantó de la cama abrazándolo y deslizando sus manos hacia su trasero para introducir sus dedos en él.
Hanbin gimió gustoso y eso fue todo para Bobby.
─ Maldición, no aguanto más. ─ Rugió quitando sus dedos sabiendo que aún faltaba más dilatación. ─ Lo deseo tanto como tú.
─AHHH.... AAh...aa ─ Hanbin no estaba listo para esa embestida. El mayor simplemente se la había metido sin piedad hasta la mitad.
Sin embargo al menor le encantaba de esa manera.
─ Lo siento por eso, parece que no debo continuar metiéndome.
─ No te preocupes por mí ─ Jadeó Hanbin moviendo su trasero hacia atrás para que siguiera entrando.
─ Joder ¿Aún te cabe más? ─ Sonrió el mayor. ─ Seguro que me amas, hijo de puta. ─ Concluyó embistiendo hasta el fondo.
─Dios....Ah-
Sus gemidos se atoraron en su garganta cuando Bobby le cubrió la boca.
Hanbin pudo sentir su cuerpo volverse gelatina y sus sentidos tornarse completamente consientes del miembro en su interior. Era demasiado. Siempre lo era.
─ Shhh... Hanbin... No quiero que nadie más escuche tu sexy voz. ─ Gimió el mayor sin dejar de embestirlo erráticamente. ─ AAh ¿Puedes sentirla? ─ Preguntó morbosamente comenzando a Bombear el pene del menor que rogaba por atención. La saliva se escurría entre los dedos de Bobby con cada gemido que Hanbin soltaba. ─ ¿Sientes mi polla martilleando dentro de ti? ¿Te das cuenta de lo mojado qué estás?
Bobby quitó la mano de su boca para dejarlo responder con libertad.
─ ¡Oh, sí, más! ─ Imploró en coreano. ─ Voy a correrme
