DE UN DÍA PARA EL OTRO ☆JiKook☆

Sorpresas que da la Vida

*JUNGKOOK*

  Aun me cuesta creer que alguien pudo haberme encontrado, fui tan cuidadoso en todos mis movimientos, bueno eso es lo que creí, pero veo que no.

— Hola JungKook – estoy totalmente estático sin saber qué hacer, peor aún si me sonríe de esa manera – yo estoy bien gracias y ¿tu? – debo deshacerme de él, lo más antes posible.

— Te hice dos preguntas y no me respondiste ninguna – lo miro con el ceño fruncido y el sigue con esa estúpida sonrisa.

— JungKook te extrañe mucho – empieza a dar un paso hacia mí, pero yo retrocedo – ¿porque me esquivas? – retrocede un poco – no sé porque me tratas así, si yo siempre te trate bien, no sabes cuánto deseo ganarme tu confianza – descarado, si tratarme bien implica poner una droga en mi bebida y luego acorralarme en el baño, aprovechando que estaba solo porque esa noche Jimin se había quedado con su novia, por desgracia decidí ir a la fiesta solo y gracias a la persona que está al frente mío me arrepiento de haberlo hecho, tengo pesadillas todas las noches desde esa ocasión podría decirse que ya son cuatro meses, en los que no puedo dormir bien.

— Sigues sin responderme – cruzo mis brazos mientras mantengo mi mala cara y el mantiene su sonrisa descarada.

— Está bien te responderé, pero déjame pasar – yo niego completamente con la cabeza y él hace una mueca de disgusto – sigues siendo tan infantil JungKook – trata de tocarme la mejilla con su mano, pero yo lo esquivo – ayer te vi en los almacenes de 2Yolo – pasa su mano por su cuello, debe estar nervioso – supongo que fue el destino, quien quiso que te encontrara, así que aproveche que estaba de mi lado la suerte para seguirte y aquí me tienes – pero cuando estuve en esos almacenes era apenas mi primera entrega, eso quiere decir que me siguió ¿toda la tarde?, ¿acaso es un acosador?, abro los ojos como platos – lo se suena aterrador, pero entiéndeme, son más de cuatro meses sin verte, sin saber dónde estabas, que te había pasado y con quien te fuiste, me estaba volviendo loco – yo no solo me volveré loco, ya estoy loco, ¿porqué de todas las personas tendría que ser él que me encuentre? – JungKook dame una oportunidad te aseguro que yo no seré como Jimin – cuando estaba por responder, soy interrumpido…..

— ¿Y se podría saber cómo soy yo? – este día no puede ser peor, mi mejor amigo de toda la vida está en frente mío y a lado de mi acosador en serie, definitivamente no soy bueno para esconderme, necesitó ayuda para simular mi muerte, como lo hacen los famosos, que ya no soportan el acoso de los paparazzis y así poder descansar en paz o quizás pueda ser testigo de un crimen, así gozar de protección a los testigos y me den una nueva vida y hasta quizás mi nueva identidad seria Justin Seagull, genial!!, pero ahora debo concentrarme en estos dos personajes – ¿no vas a responderme?.

— ¿Acaso me hablabas a mí? – pregunta socarronamente mi acosador.

— No, le hablaba a la planta que está en la entrada – ahí va el Jimin sarcástico.

— Pues que te responsa la planta – vaya que maduros son estos hombres, me sorprende que me hayan encontrado con este comportamiento tan infantil que tienen, pero yo debo ser más infantil por haberme hecho encontrar con el tonto y el más tonto.

— Bueno, bueno, como piensan seguir hablando tan maduramente, les rogaría que continúen su conversación en otro lugar si quieren se pueden llevar la planta más la maceta – me inclino para tomar la susodicha entre mis manos y dárselas a estos dos subnormales que están mirándome como si estuvieran descubriendo el orígen de la tierra – ¿qué? – preguntó y ellos solo me siguen mirando con sus caras de bobos – tomá – se la ofrezco a mi acosador porque está más cerca mío – después que terminen de hablar no se olviden de traerla y dejarla en su lugar  – terminó dandome la vuelta para entrar a mi casa, pero alguien me sostiene él brazo y por lo cálido que es el agarre, se de quien se trata, nunca jamás había sentido una corriente cálida y cosquillosa viajando por todo mi cuerpo, culminando en la zona donde se encuentra mi Conie, tantas fueron las veces que Jimin me agarro el brazo que hasta perdí la cuenta pero nunca antes tuve esta sensación tan tranquilizante y gratificante o ¿quizás sí? Y ¿no me había dado cuenta hasta ahora?, pero porque hasta ahora? Y ¿no antes?, estas y muchas otras preguntas más eran las que tenía.