DE UN DÍA PARA EL OTRO ☆JiKook☆

Caída

*JUNGKOOK*

— JiMin que haces aquí? — busque con mi mirada a Jin pero no lo encontré en ningún lado — Como entraste?? — respiro — Y donde esta Jin??

— Pues aquí preparándote el desayuno — bueno eso era obvio que pregunta la mía — Me dejo entrar Jin — me mira y sonríe — Justo cuando llegue el iba de salida, dijo que se le olvido decirte que hoy debía salir mas temprano de lo normal pues — hace memoria, se ve tan lindo pensando,  me doy un golpe mental por pensar eso de mi mejor amigo — ahh porque tenía que preparar la torta de cumpleaños de su jefe — sonríe satisfecho al recordar todo y no se porque yo también lo hago — ya que respondí tus preguntas me harias el honor de sentarte aquí para desayunar?? — me extiende la silla, mientras asiento y me voy acercando a la mesa, noto que es demaciado lo que preparo solo para mí.

— Acaso preparaste el desayuno para las fuerzas armadas de Corea?? — bromeó — Piensas acaso que soy un tanque de guerra?? — Jimin se ríe, yo me lo quedo mirando hace tiempo que no escuchaba su preciosa sonrisa contagiosa, mi bebe lo sabe porque en cuanto escucha su risa siento los primeros movimientos de mi Coni y un calorcito emana de mi vientre, donde está alojado mi bebé.

— Solo quiero que mi pequeño se alimente muy pero muy bien — me paso la mano por mi pancita, para sentir un poco más a mi bebe — Para que su bebe y él esten saludables — me desinfló por un momento al escuchar <<su bebe>> y no <<nuestro bebe>>, se que es culpa mía por aun no decirle la verdad, ahora que lo veo bien y sin rencor alguno, me doy cuenta que Jimin jamás rechazaría a nuestro Coni — Así que no hagas berrinche y sientate para que comas un buen desayuno como debe ser — estoy a punto de sentarme en la silla pero suena el timbre de la puerta principal anunciando la llegada de alguien, así que sin pensarlo dos veces me dirijo a la puerta, al abrirla me encuentro con MinGyu el cual sostiene en frente mío una bolsa de mandados, en el cuál dice <<Delícia los mejores desayunos de Corea>>

— Buenos días amorcito — se acerca hacia mí para darme un beso en los labios pero yo lo esquivo dejando que solo me besé la mejilla — Estás listo para irnos a tú trabajo?? — preguntan con un tono algo infantil.

— Ahora te doy alcance ire por algunas de mis cosas — él entiende que no dejare que pase a la casa y que me espere en su automóvil mientras voy por mis cosas.

— Y el desayuno lo comerás en el camino? — pregunta dandose la vuelta para mirarme a lo que yo asiento y el sigue su camino, me doy la vuelta y me encuentro con un Jimin que tiene la mirada fija en mí.

— Voy por mis cosas — alcanzó a decir antes de subir velozmente las escaleras y en cuanto llego a mi habitación tomó mi celular, mis llaves y algunas cosas más, al bajar me doy cuenta que Jimin aun sigue en el mismo lugar que lo deje — Bueno ya e voy, antes de irte cierra por favor bien la puerta — me dirijo a la puerta y antes de salir me doy media vuelta — Y gracias por el desayuno, adios — Quizás parezca algo cruel mi comportamiento pero hoy debía llegar temprano a mi trabajo y debo hablar con MinGyu antes que Jimin.

— Listo para irnos?? — MinGyu me abre la puerta.

— Sí — le respondo — Pero antes de ir a mi trabajo deberíamos ir a el parque que está cerca de aquí — le digo mientras subo y el solo cierra la puerta que sostenia — Es un buen lugar para hablar — termino diciendole en cuanto se sube a lado mío, el me mira como si ya supiera de que trata el tema.

Una vez en el lugar tomo asiento en una de las banquetas que esta al rededor del parque, me doy cuenta que el otoño ya a llegado pues las hojas de los árboles ya están amarillas y empiezan a caer — Y bien de que quieres hablar?? — MinGyu me sorprende con el desayuno muy bien colocado frente mío sobre una mesita donde se encuentra un tablero de ajedrez dibujado en ella, los jovenes, niños y ancianos que frecuentan el parque lo usan para pasar el tiempo jugando, una vez jugué con Jae en el parque que se encuentra cerca de la casa de Jimin, justamente esperando a que pueda escaparse de casa, pues estaba castigado por causa mía, pues un día antes le pego al hermano de MinGyu, él cual siempre que podía me hacia los días imposibles, ese día Jimin no fué a clases, pues agarro un resfriado de esos que te duele hasta respirar, así que fui un blanco libre, recibí insultos, burlas y terminó empujándome en un charco de agua sucia que por cierto estaba helada, de puro milagro no me enfermé al día siguiente, no le dije nada a Jimin, pero los de la escuela se encararon de publicarlo por todos los medios y Jimin termino golpeándolo, castigado y suspendido por una semana de clases, justo en mis cumpleaños, así que mando a Jae a recogerme y luego de unos minutos de espera llego con mi pastel y mí peluche de conejo en manos pero lo que más me gusto fue la sonrisa que tenía dibujado en los labios lo cual le hacia ver extremadamente hermoso apesar de que tenía unos moretes por donde los ojos, la mejilla y el labio partido — JungKook??? — nuevamente me perdí en mis pensamientos — Come que se te enfría el desayuno —  sonríe algo forzado.