DE UN DÍA PARA EL OTRO ☆JiKook☆

Ojos negros, serpiente venenosa

JIMIN

Después del tremendo sermón que me dio Jin, no me quedo más que enfrentarme a JungKook, así que fue a su habitación y lo encontré alistando sus cosas, pues mañana el volverá a su casa, sé que esta algo afligido, pues sé que extrañara a su amigo Jin, ya que en este poco tiempo llego a formar parte importante en su vida, algo que me tiene celoso, pero sé que solo son amigos, lo que me alivia, los padres de JungKook lo están asimilando poco a poco y les entiendo, pues ellos eran de mente cerrada tratándose de la homosexualidad, es un gran paso que lo hayan aceptado a la segunda oportunidad y como no lo harían si serán abuelos?, aunque aún no comprenden como paso y les es difícil aceptarlo, pero ahí la llevan, la que si esta mas ilusionada y entusiasmada es Nana, que ya está preparando el ajuar de nuestro Conie y también la comida de dieta para antes y después del embarazo de JungKook.

Mi pequeño no es solo especial para mí, sino que también para sus padres, pues ellos querían tener un hijo desde que se casaron, llevaban intentando según mama por mucho tiempo, hasta intentaron la inseminación y por último quisieron intentar con la opción de un vientre sustituto, mientras hacían eso practicaban conmigo a hacer padres eso me encantaba pues así podía tener cuatro padres consentidores a mi disposición, un día de verano como es de costumbre me llevaron a pasar vacaciones con ellos obviamente junto a papá y mamá, ya saben ellos siempre hacían y hacen las cosas juntos, salimos a acampar en una noche estrellada, todos dormían bueno no todos, los padres de JungKook aún estaban despiertos, me asome a ver qué pasaba en su tienda de dormir, como buen niño lleno de curiosidad, entonces la escuche llorar por no poder tener un niño propio, por no poder dar vida y no ser una mujer plena, en ese momento no entendí mucho solo entendí que querían ser padres ambos, sin más me levante aleje de la tienda y me fui al centro del lugar donde estábamos acampando recuerdo esa noche porque empezó a llover pero no la lluvia típica sino estrellas, recordé que Jae me decía que si veía una estrella fugaz pidiera un deseo y eso hice pedí tener un hermanito que me acompañe por siempre, que tenga unos hermosos ojos negros como la noche, pues yo tenía unos hermosos ojos como el día, así seríamos la pareja de hermanos perfecta no creen?.

Un año después mi deseo se hizo realidad nació JungKook y la sonrisa de los Jeon ya no era forzada sino era natural esa que te brota del corazón y tan solo ver a JungKook respirar y abrir esos hermosos ojos negros causaba esa sonrisa en ellos y quieren que les confiese algo?, ninguno de los padres de JungKook poseía ese color de ojos, los médicos lo atribuyeron a que quizás los antepasados de uno de los padres de JungKook lo hayan poseído y se lo hayan heredado, yo solo sonreí mientras escucha esa explicación pues yo estaba seguro que tenía que ver mucho esa noche, la lluvia de estrellas y mi deseo en todo eso pues como dice Nana el pedido de un corazón puro siempre será escuchado y por eso cada vez que veo los ojos de mi pequeño sé que fue mi deseo el que lo trajo a mí y debo de cuidarlo mucho porque no quiero que nadie me lo quite pues Jae dijo que si no sabemos apreciar lo que tenemos se nos es arrebato en un futuro, ellos dos son sabios así que JungKook y yo siempre escuchamos sus concejo.

— ¿Sabes? — empiezo a hablar — El día que naciste fue mi día favorito, ese día solo quería verte y corría por los pasillos del hospital por tu encuentro — JungKook se voltea a verme, tiene la mirada llena de interrogantes — Papá me llamaba por mi nombre, pero yo seguía adelante, era como un niño corriendo por algo que deseo por años y que al fin llego — se avergüenza, pues baja la mirada y empieza a tocarse la parte trasera de su cuello — Cuando al fin llegue a la sala donde estabas, llámalo locura o que se yo, pero te encontré con solo una mirada verte supe que eras tú, aunque papa me decía tras mío que no me apresure, que la enfermera nos confirmaría quien eras, pero yo no le hice caso, cogí una balanza y me subí sobre ella para alcanzar el cunero donde estabas pude verte estabas durmiendo, pero como magia abriste esos ojitos negros al sentirme a tu lado — sonrió y JungKook también lo hace, ambos estamos apenados — Ese hermoso niño frente a mí en ese preciso momento que me vio con esos hermosos ojos negros sonrió y mi corazón latió a mil por hora, yo pensé por mucho tiempo que fue por la emoción, por el cansancio de tanto haber corrido, pero no fue así, fue que en ese preciso momento me enamore perdidamente e irremediablemente de ese pequeñito de ojos hechizantes y sonrisa encantadora, que me pedía que lo tome entre mis brazos y así lo hice, sin pensármelo dos veces — me acerco poco a poco para tener a mi pequeño junto a mí — Por favor JungKook perdóname, no fue mi intención, sé que hice mal, el doctor y Jin me lo hicieron ver, sabes a veces siento que mientras más crezco y ya no soy un niño me vuelvo más estúpido — el asiente con una sonrisa dibujada en su rostro — prometo que ya no hare más estupideces de ahora en adelante — me da golpecitos en el pecho en cuanto estoy frente a el — eso es un sí? me perdonas? — pregunto temerosamente.