Capítulo 5

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Nacido en el seno de una familia noble, Edmund Auttenberg se convirtió en un guerrero de renombre, forjando su destino junto al mismísimo Emperador Kyan. Su lealtad inquebrantable y su astucia casi divina lo convirtieron en una figura legendaria, un adalid del Imperio que inspiraba respeto y admiración en todos sus rincones.

Auttenberg y Kyan eran dos almas gemelas en el campo de batalla, dos titanes que luchaban hombro con hombro contra cualquier adversidad. Juntos, conquistaron reinos oprimidos por monarcas crueles, liberando a sus ciudadanos de un trato inhumano. Cada batalla era un testimonio de su destreza y valentía, forjando una leyenda que resonaba por todo el Imperio.

Su liderazgo era legendario. Al mando del batallón más crucial del Imperio, Auttenberg no solo era un general respetado, sino un símbolo de victoria. Su astucia estratégica, casi divina, garantizaba el éxito en cada contienda. Los soldados bajo su mando lo adoraban, pues sabían que él los conduciría a la gloria y a la justicia.

Auttenberg había presenciado el ascenso del Imperio desde sus inicios, siendo un testigo clave de su evolución. Su sabiduría y experiencia lo convertían en un consejero invaluable para el Emperador Kyan. Su lealtad al Imperio era incuestionable, y su compromiso con la justicia era una fuente de inspiración para todos.

Edmund Auttenberg, un héroe legendario y un pilar del Imperio, ocultaba una faceta oscura. A pesar de su lealtad inquebrantable al Emperador Kyan, una espina se clavó en su corazón, envenenando su alma con un sentimiento mezquino que lo transformó en un enemigo mortal.

Un rumor en la corte imperial fue el detonante. Se hablaba del nombramiento de Auttenberg como Ministro de Guerra y Defensa, un cargo que consolidaría su poder y prestigio. Sin embargo, el destino le jugó una cruel jugada. El título recayó en Ker, una mujer sin linaje, a quien Auttenberg consideraba inferior y que, según sus pensamientos enfermizos, le había arrebatado el lugar que le correspondía por derecho.

Ker, descrita como una mujer sádica y sanguinaria, representó para Auttenberg la humillación más profunda. Su ego herido lo convirtió en la burla de la corte imperial. El hombre que tanto había dado por el Imperio se sentía menospreciado por una mujer que, a sus ojos, no poseía la experiencia ni la valía que él.

Cegado por la ira y el rencor, Auttenberg se negó a aceptar su destino. En las sombras, comenzó a tejer una red de conspiración, reclutando a nobles y generales retirados que compartían su desilusión y ambición. Su objetivo era claro: derrocar al Emperador Kyan y tomar el control del Imperio.

Sin embargo, la astucia y la determinación de Ker no fueron subestimadas. La nueva Ministra detectó la amenaza que se gestaba y, con una maniobra rápida y precisa, desarticuló la rebelión antes de que pudiera estallar. Auttenberg y sus secuaces fueron capturados y condenados por traición.

El juicio a los implicados en el fallido intento de rebelión fue breve y despiadado. Los conspiradores, ante la amenaza de las terribles torturas de Ker, se apresuraron a confesar su culpabilidad, buscando una muerte rápida. Sin embargo, el único que salió ileso de esta tragedia fue Edmund Auttenberg. Sus cómplices, en un acto de autoconservación, lo omitieron del plan, culpando a un antiguo general como la mente maestra de la traición.

El castigo para este crimen era irrevocable: la decapitación pública. El día de la ejecución, una multitud se congregó frente a la cárcel del Imperio, ansiosa por presenciar la caída de los traidores. Este acto público, una advertencia contundente, servía como un recordatorio para aquellos que osaran desafiar a la corona y perturbar la paz del Imperio.

Ker, impasible y serena, presidió cada una de las ejecuciones. Sesenta y cinco cabezas rodaron por el suelo, un espectáculo sangriento que reafirmó su reputación como una mujer implacable. Los antiguos detractores de su nombramiento, atónitos ante la firmeza con la que había cumplido su deber, dejaron de cuestionar su posición.

KER© (DIOSES & REYES I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora