KER© (DIOSES & REYES I)

Capítulo 6

Tras la victoria contra los rebeldes, un silencio sepulcral envolvía a los soldados. Sus cascos, los únicos sonidos que rompían la quietud, resonaban como un canto fúnebre. A pesar de haber triunfado, la atmósfera estaba cargada de amargura. Sus enemigos, aquellos a quienes una vez consideraron camaradas, habían traicionado el juramento más sagrado de la guardia: proteger la paz de los civiles.

En su avance por el camino polvoriento, los pensamientos de los soldados eran un torbellino de confusión y dolor. ¿Cómo habían llegado a esa situación? Habían compartido risas, penas y la confianza de sus vidas, y ahora, todo eso se había desvanecido en un instante, reemplazado por la traición y la desconfianza.

A medida que se acercaban al campamento, el peso de la situación se hacía más evidente. Habían cumplido con su deber, restableciendo la paz y la seguridad para los civiles, pero a qué costo. La traición de sus compañeros había dejado una cicatriz en sus corazones, una herida que tardaría en sanar.

Daven, el príncipe, se encontraba en un estado de total confusión. No podía dejar de pensar en lo que acababa de hacer, en el acto que lo atormentaba sin cesar. Sentía como si su cuerpo estuviera en llamas, consumido por la culpa y el remordimiento.

Cabalgando por el sendero, con la mirada perdida y las manos temblando, era como si el caballo lo guiara a él en lugar de al revés. Se sentía como si estuviera en un torbellino de emociones y pensamientos oscuros, sin poder encontrar una salida a su angustia.

Había arrebatado una vida, y eso pesaba sobre él como la más pesada de las rocas. Recordaba cada detalle de lo sucedido, cada palabra pronunciada, cada gesto hecho. Se preguntaba una y otra vez si había hecho lo correcto, si había tomado la decisión correcta en el calor del momento.

La culpa lo consumía, lo devoraba por dentro. Se sentía como si no hubiera vuelta atrás, como si hubiera cruzado una línea imposible de deshacer. No tenía idea cómo lidiar con todo lo que estaba sintiendo, cómo seguir adelante sabiendo lo que había hecho. Se preguntaba si alguna vez podría olvidar el sonido de la muerte y el color de la sangre que lo rodeaba.

El Príncipe seguía cabalgando, con la mente en un mar de dudas y remordimientos. Sabía que tendría que enfrentarse a las consecuencias de sus acciones, que tendría que lidiar con el peso de su decisión. Pero en ese momento, solo podía dejarse llevar por la corriente de emociones que lo envolvía, sin saber hacia dónde lo llevaría.

Los soldados que rodeaban a Daven percibían su angustia. Sabían que enfrentarse a la muerte por primera vez es un momento crucial que marca a cualquier persona. Aunque los hombres que el príncipe había ordenado ejecutar eran criminales y enemigos del reino, los soldados comprendían que la violencia y la muerte no son fáciles de asimilar, incluso cuando se trata de amenazas a la seguridad del imperio.

Daven, un joven noble criado en la protección del palacio imperial, había recibido una educación basada en la etiqueta y la diplomacia. Nunca había tenido que enfrentar la cruda realidad de la guerra y la muerte.

Su decisión de ir al frente de batalla junto a Ker fue tomada con valentía y determinación. Sin embargo, nunca imaginó el giro inesperado que tomarían los acontecimientos. Tras el ataque a la general, el príncipe se vio obligado a tomar el mando del ejército y liderarlos en la batalla, una experiencia para la que no estaba preparado.

A lo largo de su vida, había sido educado para asumir este rol con responsabilidad y determinación. Sin embargo, la realidad de la situación demostró ser mucho más desafiante de lo que había anticipado.

La carga emocional de tener vidas en sus manos y la presión de administrar castigos justos y proporcionales a los criminales lo abrumaban. A medida que se enfrentaba a decisiones difíciles y situaciones complejas, se dio cuenta de que la responsabilidad que había asumido era mucho más grande de lo que había imaginado.