Capítulo Dos: NO ERES IGUAL A NADIE

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"En últimas, la igualdad nos enseña que somos muy diferentes, pues, solo se puede igualar aquello que no es lo mismo". Diego Américo

El mundo te dijo: estás equivocado; y lo creíste. Hoy en día la gente siente la necesidad de encajar, estar, verse, vivir, pensar y actuar como los otros. La vida se te agota en querer ser lo que te dicen que seas en negación de lo que estás llamado a ser.

Dejas que piensen por ti, esperas que actúen por ti, permites que se metan en tu vida, buscas agradar a otros. Vives en función de y para lo que quieren hacer de ti, a donde te quieren llevar, en lo que te quieren convertir: en uno más, en medio de los demás.

No eres igual a nadie y nunca lo serás, fuiste hecho diferente. No tienes que encajar en ningún lado ni con nadie. Sé lo que estás llamado a ser, para evitar ahogar tu vida en la desesperanza de intentar complacer a otros.

Eres como los dedos de la mano que salen de la misma palma siendo diferentes. Y si eres único, ¿por qué quieres parecerte a los otros? Responderé por ti: porque tienes creencias erróneas como verdades a seguir.

Una creencia equivocada o mal concebida es tan peligrosa como una bomba nuclear, mata generaciones tras generaciones. Si tienes una creencia y la sigues a pesar de ser errada y la transmites a tu hijo y este a tu nieto y así sucesivamente, la muerte es inevitable para las generaciones venideras.

Lo que decides creer es el mundo que creas para ti y para quienes te rodean. Una creencia es algo muy poderoso, determina la manera en que las personas piensan y actúan. Por ello, tan peligroso como beneficioso pueden ser las creencias que se aceptan como verdades a seguir.

Creer o no creer, he ahí la cuestión. Qué estás creyendo y qué estás dejando de creer. Hay quien cree que debe tener para ser, no, hay que ser para tener; hay quien cree que la mujer es para llevarla a la cama, no, la mujer es para llevar al corazón antes que a la cama; hay quien cree que al hacedor de maldad le va bien, no, el malo solo tiene un goce fugaz; etc.

Tu vida son las creencias que tienes como verdades a seguir, llevan el timón de tus decisiones y acciones. Ahora, ¿examinas cuidadosamente tus creencias? Si la respuesta es negativa, somételas a un ataque de validez, si no lo resisten, déjalas. Si es afirmativa, sigue ese camino, no te apartes de él, eres el constructor o destructor de tu vida a través de lo que crees como verdadero.

A la fuerza han querido igualarte a los otros en un mundo en que cada uno fue hecho para ser único. ¿Qué es la igualdad? Lo mismo, lo homogéneo, lo idéntico, lo equivalente; eso es la igualdad, todo medido con el mismo rasero. Te embuten en la misma bolsa con los demás, te quitan la identidad propia para que te pierdas en el engaño de la igualdad.

Es una necedad eso de la igualdad. No eres ni siquiera igual a tus hermanos uterinos, vas a ser igual a quienes no han compartido contigo el mismo útero. Solo se puede igualar lo diferente, lo impar. Entonces, los que te quieren igualar te dicen a la final, que no eres igual a nadie, porque lo mismo o igual no necesita ser igualado.

Ejemplificaré la idea que instalaré en tu mente: Juan, corta un árbol porque necesita hacer un asiento para sentarse. Extrae tres tablas de 60, 70 y 80 cm; mira las tablas y dice: no son iguales, son diferentes, tendré que igualarlas, necesito que midan lo mismo para hacer el asiento y sentarme en ellas.

Eso pasa contigo si te igualas o te dejas igualar, se sientan encima de ti, para que cumplas el objetivo que han trazado para ti. No seas el árbol que provee la madera para las mesas y los asientos de los demás, deja de ser la mesa para que otros coman y beban, deja de ser el asiento para que otros sienten sus enjutas nalgas sobre ti.

La pregunta es, ¿por qué te quieren igualar? Porque es más fácil manipular una jauría en el que cada perro tiene igual medida de soga en su cuello, así evitan que corran más allá de lo que pueden y de lo que sus amos quieran. Pero, si logran soltarse no podrán ser detenidos, es el ladrido hecho canción.

No eres igual a nadie, no te iguales ni te dejes igualar, porque eres diferente. Actúa desde tu diferencia sin cohibición mientras no esté prohibido por tu conciencia ni por el orden social al que pertenezcas.

El problema con la igualdad es que dejas de ser tú para ser lo que no eres. Es la negación de lo que sientes, piensas, crees, haces, sueñas, anhelas y aspiras, es la negación de ti mismo.

Ser tú mismo es la flor en su jardín, la abeja en su panal, el pez en el agua, la paloma en su nido, la estrella en el firmamento, el beso al amor, el silencio al secreto, la risa al payaso, el juguete al niño, el viento a la cometa; así es ser tú mismo, tu esencia en correspondencia con lo que manifiestas sin interferencias.

Sé tú aunque hablen y murmuren, sospechen, no les guste, no entiendan, se rían, te olviden, te ignoren; sé lo que tienes que ser desde tu interior. Deja ver lo hermoso que hay en ti, déjate llevar por él, nunca te arrepentirás de haberlo hecho.   

TU VIDA -RECORDANDO LO OLVIDADO-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora