Capítulo Cinco: INSTRÚYETE ASÍ NO TE DESTRUYES

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"Si leer no es tu virtud, entonces, que sea tu vicio". Diego Américo

La gente te dice: no se preocupe por el "por qué" pasaron las cosas sino por el "cómo" va a solucionarlas. Con todo respeto a tus válidas creencias, te pregunto: ¿si no conoces el por qué, podrás encontrar el cómo?

El "por qué" es el "conocimiento", el "cómo" es la "acción". Atender el "por qué" y el "cómo" es el "conocimiento en acción". Ocuparse solo del "cómo" es la "acción sin conocimiento"; resolver solo el "por qué" sin llevarlo a la "acción", es un "conocimiento infructífero".

Tales, son preguntas frecuentes en los labios de las personas, acudimos a ellas para comprender las dificultades que rodean el hecho de existir. Toda la vida transcurre en búsqueda de solucionar esas dos preguntas que llevan a una tercera: "para qué".

El "para qué" es el propósito, el fin pretendido con lo que se "conoce" y se "hace". De esta manera, respondidas las tres preguntas del conocimiento: el "por qué", el "cómo" y el "para qué" se da paso al "conocimiento puesto en acción orientado a un fin".

Mira este sencillo ejemplo del "conocimiento puesto en acción orientado a un fin": el médico determina el "por qué" de la enfermedad del cuerpo y luego se dispone a "cómo" aliviar el padecimiento para lograr "recuperar la salud del paciente".

Todo procedimiento médico que hoy se realiza en el mundo, sin importar el nivel de complejidad de que se trate responde a las tres preguntas del conocimiento: el "por qué", el "cómo" y el "para qué". Fuera de ellas no se concibe el "conocimiento" capaz de impactar en positivo el área de su aplicación en concreto.

En el "conocimiento" fue puesto todo ser humano en la tierra, es su medio ambiente natural. Este tema lo trataremos en seguida para mostrarte esta verdad.

Te sugiero no seguir a tientas por la escuela de la vida sin hacer el ejercicio que se te plantea. Recuerda, la felicidad no es el fin último al cual aspirar; la felicidad es la conciencia del bien y lo "justo" dentro de ti, para construir tu dignidad venida del "conocimiento" y llamada a permanecer en él.

La ignorancia hace estragos en las personas que aceptan sus aparentes verdades, y que son cómicas para quien cultive la disciplina del conocimiento. No seas víctima del asesino de almas humanas inocentes: el desconocimiento.

En esta reflexión que defiende la búsqueda de la "luz" o "conocimiento", te mostraré que no fuiste concebido para vivir en las "tinieblas" o "ignorancia".

Dios dispuso la tierra como el lugar físico en que viviría el ser humano, pero debía organizarla. Y fue así, Él la creó y con el poder de Su Palabra la hizo apta para sus hijos espirituales, quienes se beneficiarían con tan especial y terrenal donación.

El libro del Génesis inicia con esta declaración: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba "desordenada" y "vacía", y las "tinieblas" estaban sobre la faz del abismo...". No había "luz" o "conocimiento" en la tierra.

La primera declaración del Creador orientada a propiciar las circunstancias idóneas para el ser humano en la tierra fue: "Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz". "Y vio Dios que la luz era buena;...". La "luz" fue lo primero que le pareció "bueno" a Dios. La palabra "luz" no significa otra cosa en la Santa Biblia que "conocimiento".

La "luz" o "conocimiento", es pues, el gran principio, el más antiguo, el que existía antes del origen de la tierra, el que edificó y lo edifica todo, el que hace las cosas posibles, el que usó Dios para hacer Su obra, el que nos permite poseer este hermoso planeta.

La "luz" o "conocimiento" quitó de la tierra "el desorden", "el vacío" y "las tinieblas" que la cubrían, y fue establecido por el Creador como el medio ambiente en que el ser humano puede vivir y realizar el propósito que trajo consigo desde su nacimiento.

Si la "luz" o "conocimiento" logró quitar el caos que existía en la tierra: "ordenó, llenó el vacío y retiró las tinieblas"; pregúntate qué cosas mejores podría hacer por ti y por quienes lo necesiten, qué cosas podrían estar mejor en tu vida.

La "luz" o "conocimiento", es el principio con el cual debes volver a conectar para realizar la tarea de aprender a vivir en tu escuela de la vida, que antes de tu nacimiento obtuvo acreditación de alta calidad de parte del Reino de los Cielos.

Dios antes de hacer y crear a sus hijos espirituales (el ser humano), creó la tierra como el lugar visible de Su Reino Celestial, poniendo la "luz" o "conocimiento" como fundamento.

Dios quería que la tierra fuese el lugar físico que sostenga la vida humana. Así como el agua sostiene a los peces, como el firmamento sostiene a las estrellas, la tierra sostendría físicamente al ser humano que tenía en mente hacer y crear a Su imagen y semejanza.

Suelo decir: "Quien huya del conocimiento inevitablemente alcanzará la ignorancia".

La vida se concibió en la "luz" o el "conocimiento", nunca fuera de ella. Por eso, lo que el ser humano haga debe hacerlo en ese ambiente para que pueda llevar fruto.

Así que, conectar con la "luz" o "conocimiento", es la tarea que debes desplegar en cada proceder de tu conducta, en cada actividad por ti realizada. Toda tu vida debe desarrollarse en procura de sujetarte al medio ambiente en el que fuiste colocado para que vivieras plenamente.

La persona que viva por fuera de este principio tendrá una existencia "desordenada", "vacía" y en "tinieblas". Porque la "luz" o "conocimiento", es el medio ambiente de todas las cosas que Dios crea y el ser humano no es la excepción de esa regla.

Por tal razón, estamos todos invitados a leer buenos libros que nos edifiquen, para que no morir en la escuela de la vida. Hagamos de la lectura el vicio que nos condene a la vida después de la muerte.              

TU VIDA -RECORDANDO LO OLVIDADO-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora