Harry Potter (Generación Inventada)

Los abuelos de Connie 2/2

- Oh no, me he olvidado un libro, voy a la biblioteca. Ahora vuelvo...- dijo Connie saliendo por el retrato.

Rápidamente fue a la biblioteca, no quería perder demasiado tiempo. Giró una esquina a toda pastilla y se chocó con Willy. Ella cayó hacia atráx, pero Willy la sujetó por la cintura para que no tocase el suelo.

- Gra... gracias, Willy.- sonrió algo nerviosa.

- Sé que soy maravilloso, pero tú exageras al caerte al suelo por mi presencia, ¿no crees?- le dijo con una sonrisa burlona.

- Egocéntrico...- dijo ella mientras retomaba el camino hacia la biblioteca.

- ¿Yo? Si soy perfecto, no tengo la culpa.- empezó a  "presumir" delante de Connie. Y ella no pudo contener una carcajada.- ¿De qué te ríes?

- De ti. Eres único... Has conseguido que casi olvide que tengo que darme prisa para coger el libro de la biblioteca...- dijo Connie suspirando y avanzando un poco más deprisa.

- Soy el caballero de la rosa azul, así que, voy a acompañarte para que ningún troll malvado te secuestre, princesa.- le guiñó un ojo y la siguió.

Ambos llegaron a la biblioteca y cogieron el libro que buscaban. Pero Willy había descubierto un libro del árbol genealógico de la familia Dumbledore. Por mucho que Connie le dijera que ese libro era una bobada baboseada por babosas, Willy no le hizo caso e insistió en leerlo. Lo abrió y esto fue lo que encontró:

Familia Dumbledore.

Como todos sabemos, Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore, antiguo director en Hogwarts, fue retoño de Percival Dumbledore y Kendra Dumbledore. La historia continúa, y este es el único libro hasta la época que contiene y desvela todos los secretos de los Dumbledore. En primer lugar, su familia. Albus Dumbledore tuvo un romance en secreto con la profesora de Transformaciones en Hogwarts, la profesora Minerva McGonagall. El resultado de ese amor fue un hijo al que llamaron Aberfoth, igual que el hermano de Dumbledore. Pero eso no es todo, Aberfoth creció sólo al cuidado de su madre, ya que el director de Hogwarts murió a traición. Debió ser bastante duro crecer sin una figura paternal, aun así tenía una hermana que lo acompañaba siempre. Se llamaba Ariana, pero murió a los 13 años por un trágico accidente. ¿Casualidad? No lo creo. Aberfoth estuvo en Hogwarts sobre la época en la que estuvo también el famoso niño que sobrevivió y derrotó al Señor Tenebroso, Harry Potter. Pero Dumbledore lo ocultaba para que ni los mortífagos ni el ministerio de por aquel entonces se entrometiera más de lo que ya estaba en su vida. Además de que su hijo era una de sus debilidades, y si las descubrían sería una catástrofe enorme. Aberfoth tuvo una hija en secreto llamada Connie, se desconoce la información de su madre, ya que algunos investigadores sospechan de que la madre murió en el mismo parto.

Willy miró una vez más a Connie. ¡Aquellos ojos que le gustaban tanto eran los mismos ojos que los de Dumbledore! ¿Cómo no se había dado cuenta antes? Él mismo había oído a Connie aquel mismo día del boggart que a veces soñaba con Tom Ryddle... 

- ¡Willy, cariño! ¿Qué haces con esa babosa?- preguntó una voz que Connie reconocería en cualquier parte.

- Retira eso, Melody. Ella es mi...- se lo pensó dos veces antes de decir nada y miró a Connie para confirmar que estaba en lo cierto. Ella le dio permiso y sonrió.- ¡novia!

- Creo que lo has gritado demasiado fuerte...- le susurró Connie al contemplar como Willy empezaba a saltar y a reír de alegría. Por no olvidar sus bailes graciosos de la victoria.

-Es que no lo quiero ocultar. Eres el pensamiento de mi patronus, leoncita.- casualmente el patronus de Willy era una leona.

- Oyeee... Estoy aquí...- dijo Melody muy molesta.

- Ah, sí. Que iba a decirte...- Willy hacía como que pensaba.- No quiero sonar duro, pero... Ojalá encuentres el amor con un dementor y él te dé un beso.

- Maldita... Tú lo has hecho cambiar de opinión. ¡Me vengaré!- se fue rápidamente y en cuestión de segundos nos quedamos solos.

Tras un rato de pasar tiempo juntos, Connie se dirigió a la sala común atropelladamente y me cogió del brazo.

- Ámbar, tengo que contarte algo...- Connie estaba emocionada.

- ¿Qué?- contesté.

- Estoy saliendo con el caballero de la rosa azul.- dijo ella y no pudo contenerse en saltar por toda la habitación.