¡Vacaciones! ¡Cómo las anhelaba! Tenía mis dudas de si irme a casa con mis padres y toda mi familia o quedarme en Hogwarts, un sitio al que le había cogido especialmente cariño.
- ¡Ámbar!- Willy gritaba mi nombre y corría por el pasillo con una rosa en la mano.- ¿Has visto a Connie?
- Sí, hoy a querido sentarse a leer debajo del árbol que hay al lado del lago. Algo que no entiendo con el frío que hace...- le dije abrazándome a mí misma para entrar en calor.- ¿Y esa rosa?
- ¿Qué rosa?- con una sonrisa burlona la ocultó detrás suya.- Primita, no sé de que me hablas.
- ¡Wingardium leviosa! Esa rosa.- la señalé cuando la flor empezó a levitar.- No sé que harás con ella, pero te juro que como le hagas daño a mi mejor amiga te conviertes en esa planta para el resto de tu vida.
- ¡Menudo carácter! ¿Las chicas de Gryffindor siempre sois así?- dijo haciendo movimientos exageradamente trágicos que daban ganas de reír.- Menos mal que caí en Slyhterin...
- No seas dramático, bastante que miras a una Gryffindor llamada Connie...- le dije vacilante.
- Sí, bueno, es que soy bastante generoso y voy a darle una oportunidad para admirar mi hermosa figura.- empezó a decir mientras hacía poses "sensuales".- Es afortunada y eso...
- Ya, ya, ¿acaso no es al revés? Deja de negarlo, Willy.- le dije intentado evitar las bromas.
- Es cierto, bueno, es un empate... Los dos somos bastantes afortunados.- susurró mirando al suelo algo sonrojado.
- ¡Así me gusta! ¡Sal ahí y dalo todo por mi mejor amiga!- le di un empujón hacia la salida.
Él empezó a caminar y me miró sonriendo. Negó con la cabeza en señal de "que loca está Ámbar" y se metió las manos en los bolsillos. Salió del castillo, en ese tramo ya le costaba andar. Había empezado a nevar y todo estaba de color blanco. Willy contemplaba a Connie desde lejos mientras caminaba hacia ella. La chica estaba tan absorta en su libro que no se dio cuenta de la presencia de Willy.
-¿Puedo sentarme?- le preguntó tímidamente, aún seguía enfadada con él, al parecer.
- Sí. - Connie miró a Willy y siguió leyendo, al parecer, bastante interesada. Su respuesta había sido bastante seca, y no añadió nada más pasados 3 minutos.
- ¿Qué estas leyendo?- preguntó el chico acercándose más a ella para ver lo que leía.
- Pues el libro de cuentos de Beedle el Bardo.- miró a Willy y se sobresaltó porque el chico estaba muy cerca de ella. Sus narices podían rozarse de lo cerca que estaban el uno del otro. Sin embargo, ninguno se movió y se echó hacia atrás.
- Me encantan tus ojos.- le susurró sin dejar de mirarlos.- Concuerdan muy bien con este paisaje invernal.
- ¿De verdad?- a la chica se le escapó una sonrisa, que no puedo contener más escondida.- A mí me gusta tu pelo, con la nieve te resalta ese color pelirrojo.
- Esto es para ti...- sacó la rosa roja y la mantuvo en alto.- He estado practicando mucho para hacerla cambiar de color. Mira, ¡Colovaria!
La rosa, hasta el momento roja, cambió de color y ahora era azul. Se la entregó a Connie y quiso ver su reacción. Como ella se quedó mirando la flor, él decidió empezar la conversación.
- Y bueno, ¿qué te parece?- al ver que no obtenía respuesta, continuó.- La verdad es que no me ha costado trabajo... Lo he hecho como regalo porque pensé que te gustaría. Pero si no te gusta tranquila, hay muchas chicas de Hogwarts a las que les encantaría que yo les regalase esa rosa azul.
- No, esto ahora es mío.- la apretó muy fuere contra sí y se pinchó con una de las espinas.- Que torpe soy...
- Bella y hermosa como una rosa, pero a la vez espinosa.- le cogió el dedo ensangrentado y se lo metió en la boca para limpiar la sangre. A continuación le puso una venda con un hechizo.- Esa flor es la más indicada para ti. Eres preciosa, pero cuando te cogen demasiado cariño y te guardan en el corazón, les haces daño con tus espinas...
- Yo... no sabía...- estaba bastante nerviosa por lo que acababa de pasar. Sentía mucho calor en las mejillas. ¿Desde cuándo tenía tantas ganas de besarlo?
- Tranquila, lo entiendo. Fui un tonto.- ocultó su tristeza con una sonrisa.- Bueno, gracias por aceptar mi rosa. Me voy, que tengo frío, jeje...
- Espera.- antes de que se levantara, Connie lo agarró de la muñeca.- Yo.. tengo que decirte algo...
- ¿Qué ocurre?- volvió a sentarse y la miró preocupado, ya que ella estaba al borde de llorar.- ¿Estás bien?
- No puedo soportarlo más... - dijo entre sollozos.- He tratado de ser fuerte, te lo prometo. ¡Pero no consigo superar esto! Aún os sigo viendo a Melody y a ti juntos...
- Era por eso, ¿eh?...- dijo con cariño y suavemente. Con una de sus sonrisas, añadió mientras le acariciaba el brazo.- No sientas celos, leoncita. Sólo te quiero a ti.
Connie se sonrojó a más no poder al oír aquellas palabras. Ella evitó el contacto visual, pero la mirada de Willy era tan pura, tan sincera y tan intensa que era como un imán para los ojos de Connie. Willy, despacio, le pasó el pelo por la oreja y se acercó cada vez más a ella. Por suerte, Connie no lo rechazó y sonrió.
En esa tarde de invierno, donde todo estaba cubierto de nieve, sólo se podían ver a dos enamorados besándose con una rosa azul en la mano. Gracias a las orejas extensibles que me dio mi padre, pude escuchar toda la conversación. ¡Mi corazoncito fangirl iba a explotar!
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Harry Potter (Generación Inventada)
Ficção CientíficaÁmbar Potter es la heredera al apellido Potter. El legendario Harry Potter es su abuelo. Entrará en Hogwarts, la escuela de magia. ¿Qué aventuras les esperará? No se lo pierdan · · · PUESTO #339 EN CIENCIA FICCIÓN. 13/10/17 PUESTO #528 EN CIENCIA FI...