Harry Potter (Generación Inventada)

¿Qué sientes, Willy?

MULTIMEDIA: MELODY

Desde aquel día tan confuso tanto para Connie como para mí, la aludida evitaba a Willy. ¿Por qué? Porque tuvieron una discusión ese mismo día y Connie salió ganando. Y también desde aquel día, Melody estaba más insoportable que nunca.

Hace un mes, el mismo día que ocurrió lo del boggart:

Connie estaba siguiendo a Willy, quien se había ido en medio de la clase por vergüenza y dolor.

- ¡Haz el favor de parar! ¿Qué te pasa?- dijo Connie, cansada de la carrera.

- Quiero ir al baño, nada más. No seas pesada y déjame en paz, leona.- dijo intentando mantener su voz firme.

- ¡Y yo quiero que hables conmigo! Eres un cobarde que huye de los problemas, serpiente.- dijo Connie avanzando más rápido e interponerse en su camino.

- No soy un cobarde. - dijo Willy, fríamente.

- Sí que lo eres, y lo demuestras con esa actitud.- Connie se cruzó de brazos y lo miró a los ojos.- Dime, ¿qué significaba ese boggart?

- Es simplemente que odio a mi hermano, nada más. Si pensabas que tenía que ver contigo, lo siento, pero no.- apartó con cuidado a Connie y siguió avanzando.

- Si sólo hubiera sido por él, ¿por qué llorabas y te afectaba tanto que se estuviese besando conmigo si tu tienes a Melody?- le preguntó Connie por la espalda.

- Pues...- Willy se giró sorprendido, él sabía que Connie era inteligente, ¡pero tenía mucha astucia también!- Simplemente no quiero que te bese, ya está, es muy simple.

- Somos libres de hacer lo que queramos, ¿sabías?- dijo Connie, claramente ofendida.

- No, no lo somos. Hay un límite en todo, que sirve para poder controlarnos.- Willy se sentó en el suelo, apoyando su espalda en una columna.- Si pudiésemos hacer lo que queramos, esto se convertiría en una masacre. Nos dejaríamos llevar por los sentimientos más negativos.

- ¿Qué quieres decir exactamente con eso?- preguntó Connie, sentándose a su lado.

- Que hay cosas que, por mucho que queramos, no se pueden hacer.- él evitó la mirada de ella.

- ¿Cómo qué?- por una vez estaba seria.

- Como esto.- Willy se inclinó hacia Connie y sus labios se unieron. Los labios de ambos eran cálidos y agradables, pero todo lo bueno se termina.

- ¿Qué haces?- Connie se apartó en seguida y se levantó.- ¿Estás loco? Melody nos matará.

- Por eso hay cosas que no se pueden hacer...- Willy miró hacia abajo y susurró.- aunque nos muramos por hacerlo...

- ¿Qué es exactamente lo que sientes por mí, Willy? - le preguntó directamente.- No quiero sufrir más por este tema.

- No lo sé... Me gustas y me atraes, y probablemente sea amor lo que sienta por ti.- respondió Willy mirándola a los ojos.

- ¿Y te gusta Melody?- evitó la mirada de Willy.

- Me dejó de gustar hace mucho... Pero no fui lo suficientemente valiente como para ser sincero con ella. - agachó la cabeza avergonzado.

- ¿Y tú sabías que yo...?- "te quería?" así quería terminar la oración, pero tampoco tuvo el valor suficiente.

- Si no lo supiera no te habría besado.- una sonrisa burlona salió en su rostro y empezó a bromear.- ¿Crees que voy a dejar que me rechace una Gryffindor? Debía saber lo que sientes por mí. Tengo dignidad.

- ¿¡Y no me dijiste nada!?. espetó Connie.

- Acabo de decírtelo ahora, leoncita.- la miró y sonrió al verla así de enfadada.

- Me hiciste daño...- a Connie empezaron a humedecérsele los ojos.- Te vi... El dia del partido te vi besando a Melody.

- Lo siento, no quería herirte.- se levantó y trató de abrazar a la chica, pero ella lo evitó.- Por favor, perdóname.

- ¿Cómo?- lo miró.- te gusto, eres consciente de que tú me gustas a mí. Ya no te gusta Melody, y encima, sabiendo que yo he ido a por ti, ¡besas a tu novia en mis narices!

- Tienes razón, soy un estúpido...- dijo con voz apagada, no lo parecía, pero le estaba afectando más de lo que él había planeado.

- Sí, lo eres. Necesito tiempo para pensar, estoy muy confundida.- caminó dejando atrás a Willy, que no la siguió, y cruzó una esquina. Se paró y se apoyó en la pared, inconscientemente se llevó un dedo a sus labios, perfilando el relieve. Aún no creía que la hubiese besado Willy.

En la actualidad, de nuevo.

- Oye, Connie, ¿piensas perdonar a Willy?- le dije mientras caminábamos por el pasillo hacia la clase de Transformaciones.

- No lo sé, sigo estando confusa.- dudó Connie, recordando el beso.

- ¡Apartad, babosas!- Melody venía corriendo y nos empujó haciéndonos caer al suelo.  Todos los papeles y todas las plumas junto a sus tinteros cayeron al suelo formando un charco de tinta en el que navegaban varios folios blancos. - Oh, vaya, que pena. ¿Sienta bien ser pisoteada, roba-novios?

- ¡Petrificus totalus!- exclamó Connie rápidamente.

- ¡Protego! Maldita cucaracha, ¿te crees que tú vas a hacerme daño a mí? ¡Soy mejor que tú en todo!- gritó Melody riéndose y pegándole patadas a Connie mientras se lamentaba en el suelo, dolorida.

- ¿¡Qué te crees que le haces a mi mejor amiga!?- grité y me levanté rápidamente.- ¡Expelliarmus!

- ¡Noo!- la varita de Melody cayó en mis manos y la guardé para que no la pudiera coger.

- ¿Últimas palabras, Zabini?- le dije desafiante mientras la apuntaba con la varita. Connie aprovechó para levantarse.

- ¡Accio varita!- dijo Melody y la varita volvió a ella.

- Esto no acabará así... ¡Ya lo veréis!- dijo Melody, ya que Connie le estaba apuntando con su varita por detrás y yo por delante.

En cuanto se fue acobardada las dos nos reímos y chocamos los cinco. Por fin le habíamos hecho frente a Melody. Y Connie por fin había tomado una decisión con respecto al tema de Willy.