La pareja se adentro a la habitación del azabache. El candente ambiente de esta no hacía más que excitar a la pareja. El azabache volvía loca a la pelimiel con besos húmedos en su cuello . Ash despojó rápidamente a Serena de su polo para pasar sus dedos por el vientre desnudo de la chica enviando electricidad alrededor de su cuerpo al sentir las cálidas manos de Ash tocarla de esa manera. Los jóvenes se besaban con salvaje lujuria, Ash aprovecho para deshacer el brasier de la chica con un ágil movimiento de sus dedos.
-Tú también debes hacerlo, cariño- dijo la pelimiel entre gemidos.
-Solo tienes que pedirlo por favor- susurro el azabache a su oído.
La pelimiel le levantó la camisa besando el abdomen del chico. Al notar el placer que le daba la pelimiel, el azabache se separo de la chica por un momento para quitarse la camisa. Serena se sonrojo al rojo vivo al ver el torso desnudo de Ash, esos definidos abdominales y pectorales reflejaban sus horas en el gimnasio.
-¿Te gusta lo que ves?- dijo el azabache al notar la acción de Serena.
La pelimiel no respondió, por lo que el azabache.......
-Si eso te gusta pues........
El azabache desabrocho sus pantalones logrando quitarselos para después sacarse sus boxers. La gran erección de Ash hizo a Serena sonrojarse como un tomate.
-Creo que ya es hora- pregunto Ash mientras se acercaba a la pelimiel sentada al borde de la cama.
El azabache se acerco sin obtener respuesta de la pelimiel. La chica sin saber por qué, tomó el sexo de Ash con una mano provocando gemidos de partes de este. La pelimiel se arrodillo para proseguir con su trato en el miembro de As masturbandolo arriba y abajo. La pelimiel disfrutaba de la reacción de Ash por lo que decidió aumentar la velocidad de su acto con su otra mano.
-Serena, ¿Que haces?- dijo el azabache con voz entre cortada mostrándose abrumado por el placer que le daba la chica.
-¿Te gusta?- preguntó la pelimiel con su voz seductora.
El azabache asintió.
-Entonces, ¿Que tal esto?- dijo la chica al mismo tiempo que metía el sexo de Ash dentro de su boca causando gemidos enormes de azabache.
Ash apenas podía mantener un pensamiento claro a causa del enorme placer que le daba Serena. Serena lamía el sexo de Ash y lo masturbaba con su boca pero no contó con que Ash tomara el control de la cabeza de la chica para que su miembro explorara más la boca de Serena. Después de unos excitantes segundos, el azabache sintió su climax llegar.
-¡¡Serena, me vengo!!- dijo Ash totalmente sumergido en elm placer.
La pelimiel notó que Ash se venía y trato de recibir toda su esencia pero era tanta que no pudo con todo y mucha de esta terminó en el suelo.
-¿Se sintió bien, Ash?- dijo una jadeante pelimiel con los liquidos de Ash.
Ash, poseído por un deseo desconocido, no respondió sino tumbo a Serena en la cama causando el sonrojo de la chica, ella aún era virgen.
-Te quiero, Serena.- dijo el azabache sonrojado y mirando a Serena con una cara de completo deseo.
-A....sh....- dijo la pelimiel totalmente nerviosa.
La pelimiel accedió y Ash se acerco a sus labios para besarla pero se detuvo a observar el desnudo cuerpo de Serena.
-¡Es vergonzoso, no me mires mucho!- dijo la nerviosa pelimiel.
-Serena..... tus pechos- dijo el azabache lentamente.
-¡Ya sé que mi cuerpo no es la gran cosa, deja de burlarte!- dijo la avergonzada Serena.
-Serena...... eres hermosa- dijo Ash con una expresión que mostraba completa sinceridad mientras acercaba sus labios a los de Serena para unirse a ella en un apasionado beso.
Ash centró su atención en los pechos de Serena.
-Es tan suave- pensaba Ash mientras lamia suavemente los pechos de Serena volviendo loca a la rubia con esas atenciones.
-Tus pechos si que son sensibles- se burlo Ash ante la reacción de la chica a su trato.
-Es la primera vez que un hombre puede verme todo- pensó Serena a duras penas a causa del placer.
Ash fianlmente empezó a alinear su miembro con la intimidad de Serena para penetrarla.
-Aquí voy, Serena- aviso Ash para que Serena se preparara.
Ash finalmente penetró a Serena haciendo que Serena soltará un grito de dolor al ser despojada de su virginidad.
-Soy uno mismo con Ash- pensó Serena al mismo tiempo que soltaba lagrimas de dolor ante las penetraciones de Ash.
-¿Eras virgen?- dijo Ash con gran asombro.
-Si....., Ash....- dijo débilmente la chica ante su dolor.
El azabache embistió lento y suave para que la chica se acostumbre pero no funcionaba ya que la chica no paraba de mostrar dolor.
-¿Estas bien, Serena?- dijo Ash preocupado
-Mi barriguita se siente estirada, pero estaré bien- dijo la chica.
-Aumentare la fuerza, entonces.-dijo Ash para empezar a moverse más fuerte.
La chica se sentía exhausta con cada embestida del azabache, sentía todo su cuerpo sacudirse.
-Ash, ¿podrías ir más despacio?- dijo Serena entre gemidos.
-Lo siento, Serena. Se siente tan bien que embisto sin control- dijo Ash igual que Serena.
Las embestidas subieron de intensidad y Serena empezó a soltar líquidos de su intimidad haciendo húmedas las estocadas del chico. Después de unas embestidas más, Ash se vino dentro de Serena, quien soltó un enorme gemido al recibir la esencia del chico llenarla.
-Te compraré las pastillas, tranquila- Dijo el azabache antes de salir de los adentros de Serena.
El chico se tumbó en la cama al lado de Serena. Ambos jóvenes se sentían de lo mejor ante lo que habían hecho. Todo lo que hicieron se quedó grabado en sus mentes, les había gustado tanto. ¿Y que si apenas se conocieron?¿Y que si fueron rápido? El amor es así, repentino, hermoso y único.
-Eso fue....... hermoso.- dijo el jadeante azabache.
-A mí también me gusto, Ash- dijo una exhausta Serena.
La pareja se acomodo para dormir con el azabache abrazando a la pelimiel mientras ella reposaba su cabeza en el pecho de Ash, era tan cómoda y linda esta posición. Ash arrullo a Serena acariciando su corto cabello. Esa noche esos jóvenes se conocieron, esa noche hicieron el amor, esa noche se enamoraron de su verdadero amor.
ESTÁS LEYENDO
Soy tuya y de nadie más
RomanceSerena una joven de 23 años se ve obligada a entrar en el negocio de la prostitución y bailarina stripper para sobrevivir en su pobre y peligroso barrio. Pero ningún cliente del club desea sus servicios pues opinan que su cuerpo no le hace competenc...