El día no pudo ser mejor para los dos: fueron al parque, al cine y cuando se dieron cuenta ya era hora de la cena. Después de prácticamente pasar todo el día juntos, Ash se dispuso a dejar a Serena en su casa. Al estacionar el auto, ninguno hizo movimiento alguno.
Pensamiento de Serena: ¿Debería invitarlo a pasar? Ya es un poco tarde, pero..... la paso muy bien con él. Las experiencias con chicos antes fueron de malas a realmente desagradables. Siempre que salía con un chico, estaba preparada para: infidelidades, manipulaciones, presión, etc. Pero con Ash no pasa eso, me inspira confianza y alegría. Tal vez un ratito no haga daño. Recién ayer dejé de ser virgen y mirenme ahora.
Serena: Eh, ¿Quieres pasar?
Ash: No lo sé. Es un poco tarde ¿no crees?
La negativa de Ash obligó a Serena a usar su arma secreta: seducir.
Serena: Vamos, Ashy. ¿Acaso permitirás que me duerma solita? Me puedo resfriar.
La pelimiel no se quedo ahí sino que fingió un estornudo tiernamente, el azabache no podía resistirse a la ternura de la chica y se puso igual de seductor.
Ash: Tranquila, preciosa. Yo te haré entrar en calor.
El azabache inmediatamente salió del auto para abrirle la puerta a Serena e irse con ella tomándolo del brazo. Una vez dentro, el estomago del azabache gruñó indicando el hambre del azabache.
Serena: Parece que alguien no ha cenado.}
Ash: Ah sí. Me sorprende que hayamos pasado todo el día juntos y no cenamos.
Serena: Tranquilo, ya gastaste suficiente por mí. Te haré una deliciosa comida casera.
Ash: Suena bien.
Serena: Si, no me gusta molestarte y hacerte gastar ese dinero que ganas con tanto esfuerzo.
Ash: No es ninguna molestia. Me encanta tu presencia, princesa.
Serena con notable alegría le dio un beso en la mejilla y le susurro al oído.
Serena: Tranquilo, tigre. Primero tienes que comer.
Al azabache no le molestó el apodo que le puso la pelimiel, más bien: le parecía lindo. Serena no perdió más el tiempo y se dirigió a cocinar algo para su amor mientras este se distraía con algo de televisión. Algo que sorprendió a la chica fue la elección de canal de Ash.
Serena: ¿Capitán Tsubasa? No sabía que estaba saliendo con un otaku.
Ash: Pues ahora lo sabes, preciosa.
Serena: Eso no es muy común en los hombre.
Ash: ¿Que cosa?¿Que les guste el anime?
Serena: No, solo que los chicos que conocí preferían no hablar de sus gustos por el anime por vergüenza.
Ash: De hecho, a mí se me hacía difícil decírselo a mis amigos.
Serena: Y ¿por que no te da vergüenza conmigo?
Ash: No lo sé. Siento que contigo puedo ser yo mismo sin tener que avergonzarme de lo que soy.
Serena: Dices que.....
Ash: Si, contigo siento que puedo hablar de lo que sea y escuchar lo que piensas.
Serena: Es increíble como puedes pensar eso de mí si a penas nos conocimos ayer.
Ash: Las buenas y malas cualidades saltan a primera vista. Por eso noté como eres con tan solo intercambiar algunas palabras.
Serena: ¿Y como soy?
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Soy tuya y de nadie más
RomanceSerena una joven de 23 años se ve obligada a entrar en el negocio de la prostitución y bailarina stripper para sobrevivir en su pobre y peligroso barrio. Pero ningún cliente del club desea sus servicios pues opinan que su cuerpo no le hace competenc...