Recupera tu vida

2.5K 128 28
                                    

Para Ash fue un poco difícil concebir el sueño esa noche, aún con la presencia de Serena. Bueno, ir a ver a su hija a ese pútrido barrio casi nunca le traía buenas vibras. Odiaba ver a su hija ahí siendo tratada como un perro en lugar de la princesa que es. Odiaba ver como poco a poco su hija lo abrazaba tan fuerte como si no quisiera alejarse de él y él sin poder hacer absolutamente nada para hacer realidad ese deseo de su hija.

Un nuevo día inicio para los dos y no era precisamente un feliz inicio. El azabache no estaba muy animado, la pelimiel realmente se esforzaba por levantarle los ánimos sin mucho éxito. La pelimiel se encontraba preparando el desayuno mientras Ash se encontraba en su escritorio terminando algunos trabajos ya que quería pasar más tiempo con la pelimiel. Él tenía toda la fe a Serena para que le subiera los ánimos

La pelimiel  hizo su mejor esfuerzo para preparar el desayuno favorito de Ash y lo llamo en cuanto lo termino. El azabache le agradeció el bonito gesto y ella le sonrió para luego darle unos cariñosos besos cuando estaba sentado. Ella realmente quería que su novio volviera a sonreír como antes, que le mostrará esa sonrisa que la enamoro.

El azabache comió la comida de su novia, estaba delicioso pero no era de mucha ayuda para reparar sus ánimos. La pelimiel notó eso y le rompía el corazón que ni con sus mejores esfuerzos pueda levantar sus ánimos. El azabache le dio un beso y le agradeció por la comida pero la pelimiel no se rendiría en su intento de animarlo.

Serena: Ash.- lo llamo cuando estaba a punto de entrar al cuarto donde hacía sus trabajos.

Ash: ¿Si?- se volteo.

Serena: ¿Podemos ir a mi barrio un momento? Me gustaría visitar un lugar contigo.- dijo encogiéndose de hombros para convencer al azabache.

Ash: Claro, de paso deberías ir a saludar a tu tía. Hace tiempo que no sabe nada de ti.

Serena: Tienes razón. Bueno, me cambiaré para ir.

Ash: Termino mi trabajo y vamos.- dijo haciendo su mayor esfuerzo por sonreír le.

El azabache entró al cuarto e hizo su mejor esfuerzo por concentrarse y terminar rápidamente con su trabajo. La pelimiel por su parte empezó a bañarse para luego cambiarse para salir. El azabache a duras penas pudo terminar con su trabajo para luego vestirse y verse con la pelimiel en la sala ya ambos listos para salir.

A pesar de la salida y de las claras intenciones de la pelimiel por levantar le los ánimos, el azabache no podía dejar de pensar en su pobre hija Luna. Las veinticuatro horas del día, él no dejaba de pensar en Luna, en como la amaba y quería a su lado como nadie. Pero sobretodo recordaba que no podía tenerla con él ni aunque moviera cielo y tierra por ella. La pelimiel abrazo su brazo con sus delicadas manos, no estaba solo en esto.

El chico prendió el auto para dirigirse al barrio antes nombrado, el camino estuvo un poco callado a pesar de que la pelimiel seguía con  sus intentos. La pareja estaciono en la antigua casa de Serena donde ahora vivía su tía. 

Se enteraron que la tía Yura iba a cerrar pronto su negocio de strippers para abrir un nuevo negocio, tenía altas expectativas de este. Como siempre, Miette y Shauna estarían con ella en este nuevo viaje. La pelimiel no quería perder mucho tiempo y decidió caminar con Ash para mostrarle ese lugar del que le hablo. Tenía fe en que ese lugar era lo que él necesitaba. 

La pelimiel camino al lado de Ash por el parque donde se reconciliaron de su primera pelea, Serena no perdió oportunidad para caminar de espaldas dedicándole un hermosa sonrisa a su novio que hacía su mejor esfuerzo  por no hacerle pasar un mal rato. Los dos podían verse así toda la vida.

El azabache se preocupo pues poco a poco iban alejándose de la presencia de otros e iban adentrándose en una especie de bosque.

Ash: Serena, ¿estás segura que sabes por donde ir?- dijo pues estaba un poco asustado.

Soy tuya y de nadie más Donde viven las historias. Descúbrelo ahora