Su cuerpo es el problema

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El viaje a la cama había sido el más complicado. Tras dejar las copas de vuelta en el lugar, acomodo su camisa abriendo unos cuantos botones mientras caminaba hasta Sunghee quien se encontraba aun en su ropa interior. Era una mujer hermosa, y aunque podría ser excitante para cualquiera, a él solo le causaba nerviosismo verla así. Intentarlo no parecía mala idea, ahora si se sentía como si fueran dos desconocidos, aunque creía que de ser así sería más fácil tomarla, pero ya le conocía, era una estupenda mujer, su mentalidad no cualquiera la tenía, una princesa que no actuara como las demás, que no fuera la típica hija del rey que adoraba todo, solo oro y el tener un esposo apuesto como se suponía que le trataban a él, era por ello que tomar el cuerpo de Sunghee se le hacía tan complicado.

Se acomodó a su lado en la cama, podía notar en la mirada ajena el mismo nerviosismo que él, pero le tomaría la palabra y lo intentarían una vez al menos, tenían una semana para darle al pueblo el anuncio que esperaban en unos cuantos meses. En momentos como ese consideraba que las creencias que tenía el pueblo eran bastante malas, todas habían sido metidas en sus cabezas por los antepasados que creían que la unión matrimonial traía un fruto de amor verdadero, ese era el heredero al trono. El cálculo del ciclo que cumplía una mujer se había estudiado con el fin de que ese fruto se llevará a cabo en el mismo transcurso de tiempo. Las mujeres concebían un hijo durante nueve meses en el vientre, si se llevaba la cuenta perfectamente, los nueve meses caerían precisamente en el mes del matrimonio, por ende sería un fruto del amor. ¿Quién creía eso? Claro su pueblo. Ambos príncipes habían nacido así, JaeJoong y Sunghee, por ende el pueblo creía que al tomar el trono todos los problemas del reino mejorarían, era un nuevo reinado, estaban esperanzados en la nueva pareja.

Tomo a Sunghee de la barbilla para acercarse a sus labios. El beso fue lento, nada en comparado a lo que debería estar subiendo su temperatura. Debía dejarse de juegos, así que tomo finalmente la iniciativa, era un hombre, debía mostrarse como uno. Entreabrió sus labios buscando una mejor conexión con los ajenos, aunque el tomar la boca de esta no era como Yunho lo hacía con él, así se sentía, como si estaba tomando la posición del moreno en ese momento. Entonces, lo tomaría de ejemplo.

Ubico con cuidado el cuerpo de la mujer en la cama, la tomo de la cintura en todo momento para tratarla con delicadeza, pero no se tomó más tiempo en acariciarla o algo parecido, al contrario, sus manos tomaron las cuerdas del corset y las deslizaron hasta soltar las amarras. Sin dejar la boca ajena comenzó a retirarlo, cuando este finalmente dejo de forzar el cuerpo de Sunghee por una figura perfecta, sus senos retomaron su forma, abultados y pronunciados. Con sinceridad, el tocarlos aunque sea por sobre la tela le excito, de los nervios.

Pudo escuchar un gemido ahogado en sus labios cuando toco los senos de la mujer, estaba avergonzado, Yunho no hacía algo como eso con el porque claramente no era una mujer, ¿Cómo seguir su supuesto plan de seguir al moreno con Sunghee? Retiro las manos del lugar para tomarla por la cintura, dejar sus labios y llevarlos hasta su cuello, pequeños y suaves besos en la piel. Era un hombre, tenía sus necesidades, probablemente Sunghee creería que el contacto con ella, sus suaves gemidos le estaban excitando, porque si, estaba sintiendo su parte baja completamente dura, pero no era precisamente por ella, en realidad eran las imágenes en su cabeza de Yunho sobre su cuerpo realizando esas mismas acciones con él. Su imaginación le estaba jugando en contra.

Cuando su mirada se encontró una vez más con los ojos de Sunghee, pudo notar en sus mejillas un ligero color, no distinguía si era de lo avergonzada que se encontraba o simplemente por el calor que estaban sintiendo.

—Dime si quieres que me detenga, ¿Si? No quiero obligarte a nada.

—Lo haré. —Pronunció ubicando ambas manos alrededor de su cuello. — Tu también se honesto, por favor. Tampoco deseo obligarte.

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