Para mi sorpresa volví a despertar, me encontraba mucho mejor aunque eso no es lo más raro, la cosa es que estoy en una habitación, en una cama, al lado de ella había una mesilla con una lamparita que tenía luz (“sep” es muy raro para ser real y muy cutre para que sea la “otra vida”), una alfombra muy peluda a juego con la colcha de la cama y al final de la sala, un pequeño armario y a su lado un sillón donde estaba sentado Zulay, no me lo puedo creer, lo había conseguido.
-¿Cómo estás? Porque estás horrible- me preguntó al verme despierta y que me incorporaba.
Le saqué la lengua ¡aahh! No lo aguanto, no tiene nada mejor que decir o ¿qué? -Como si me hubieran disparado una flecha con veneno de bananera- le contesté algo molesta.
-Muy graciosa- dijo con ironía –Pero podrías ser algo menos evidente, teniendo en cuenta que llevabas tres días y dos noches al borde de la muerte- joder ¿tanto tiempo? Creía que tan solo habían pasado unas horas y que estábamos en la noche de ese mismo día.
-Bien. Lo que quiero saber es ¿cómo lo conseguiste?-
-Poco después de que perdieras el conocimiento una Flap Luminosa me ayudó, gracias a ella supe cuál era el antídoto, bueno, y también me dio ropa limpia y averiguó cómo quitar las manchas de sangre de la chupa- eso explicaba por qué había luz, la cosa es ¿por qué una chica tiene ropa tiene ropa de tío?
-Gracias-
-¡¿Gracias?!- dijo sorprendido -“Pos” sí que te has llevado un buen susto- continuó con chulería.
-Pues sí, gracias y…- lo que viene ahora sí que me cuesta decirlo –Y lo siento-
-Ahora sí que me preocupo, muy mal tienes que estar para decir eso- se levantó y me puso la mano en la frente –“Pos”, mucha fiebre no tienes-
Le aparté la mano, -Va en serio, me he pasado contigo pero que quede claro, yo no soy así o al menos no lo era-
-Bueno, amable contigo tampoco he sido ¿qué me dices, tregua?- y tendió la mano.
-Tregua- y cerramos el pacto, ahora la cosa es saber hasta cuando lo mantendremos porque no nos veo ni un día sin discutir y hablando de “discutir” me debe una gran explicación de lo que pasó en la central con Kress que precisamente mu’ normal no fue y “of course” le pregunté. Dio unas vueltas por la habitación como si quisiera evitar contestar, luego se volvió a acercar y sentó en la cama a mi lado, muchas confianzas se está tomando.
-No pongas esa cara que el sillón parece estar hecho de piedra y en el suelo no me voy a sentar que es bastante largo de contar-
-Vale, vale haz lo que te dé la gana pero cuéntamelo- contesté con arrogancia –Aunque antes de empezar ¿en serio que sabes italiano?- a ver, preguntar tengo que preguntar.
-“Dire a qualcuno e ti taglio la lingua”- eso contesta a mi pregunta, “sep” sabe italiano.
-¿Qué significa?- ¡a ver que yo italiano no sé!
-Que si se lo cuentas a alguien te corto la lengua-
-Tranquilo, no voy a decir nada y sí me refiero a nada de nada, ni lo de tu nombre, ni tu historia ni que sabes italiano, te lo juro ¿cómo se diría?-
-“Giuro che”- contestó.
-Pues “giuro che”-
-A ver… ¿por dónde empiezo?- paró unos segundos para pensarlo –“Pos” todo empieza once años atrás, cuando era un crío de 5 años. Eran buenos tiempos, mi padre solía traer comida que robaba de las centrales y la repartía con la pequeña aldea en la que vivíamos. ¿Sabes? Era un héroe para mi hermano mayor y para mí- en ese punto paró.
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Un mundo en ruinas
Science FictionImagina un mundo sin instituto, sin padres, sin responsabilidades y sin absurdas tareas extraescolares; supongo que se te habrá dibujado una sonrisa en la cara. Ahora bien, a ese mundo que supuestamente es tan maravilloso, añádele el hecho de no te...