|||Engranajes|||

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Tí­­tulo: Sangre amarga

Sumary: Una nueva novia llega a la mansión Sakamaki luego de un largo periodo sin sacrificios como reemplazo de la anterior. Yui sigue viva y ha llegado el momento de elegir sólo a uno para convertirse en Adán.

Advertencias: Ooc, FC (Fan Character), Drama, Lenguaje adulto, Situaciones para adultos.

Disclaimer: Diabolik Lovers no me pertenece, es de Reject. Sigo negociando los derechos de la Yui y del Carlitos, pero nomás no ceden xD

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|||Molestia|||

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Reiji se acercó rápido, pero sin perder el sutil paso elegante que le caracterizaba para atender a la persona que estuviera tras esa extraña visita. Para los humanos era prácticamente imposible entrar en su zona sin ser detectados, eso sí­ en dado caso lograban pasar de la reja negra que indicaba el inicio de sus dominios, por lo que el sonido del timbre era algo demasiado inusual para su propio gusto.

Con el chasquido de sus dedos la orden de abrir fue dada a su familiar, encontrándose de frente con la causante de aquél problema que perturbaba su paz.

Un desagradable aroma llegó hasta su nariz y quedó impregnado en él, provocando una brusca mueca en su atractivo rostro antes sereno. Era tenue, demasiado suave para ser detectado por humanos, sin embargo era tan insoportablemente amargo que su desarrollado sentido del olfato, afinado gracias a su afición por el té, le repelió de inmediato.

—¿Quién eres? —cuestionó, tapando discretamente el puente de su nariz unos segundos, fingiendo acomodar sus lentes para recomponer su rostro. La examinó minuciosamente, detallando su silueta femenina visible a pesar de la ropa ancha y holgada, su rostro era apenas perceptible bajo esa capucha de la sudadera que ocultaba su cabello y la mayoría de sus facciones. El olor amargo le impedía distinguir alguna otra emoción, y su postura recta sin el menor movimiento hacía más difícil el descifrarla. —He hecho una pregunta, es una descortesía que no respondas a ella...—aseveró, agravando su tono hasta hacerlo amenazante.

La chica finalmente pareció despertar de su estado. Sus enormes orbes de color rosado tenue se alzaron en su dirección, observándolo con una emoción indescifrable, pero firme convicción. Reiji sintió que dejaba de respirar por un segundo, contemplando la belleza de esos inexpresivos ojos, tan similares a otra persona, pero completamente carentes de aquél brillo que le gustaba admirar en secreto.

—Rui—clamó ella en voz alta, segura y algo intimidante si se conjuntaba con la fiera expresión de sus ojos rosados. —Al menos eso me han dicho —acotó sin burla. —Karl Heinz me ha enviado.

Contra mi voluntad, quiso agregar ella, pero sentía que hasta sus palabras estaban limitadas en ese momento. Ver sus ojos tan resplandecientes como dos gemas oscuras, serenas y peligrosas despertaba una vorágine de sentimientos que no sabí­a cómo expresar.

Rabia, rencor, tristeza, todo se presentaba al mismo tiempo, volviendo un nudo su corazón.

Me recuerdas a alguien... Pensaron los dos.

—Reiji, ¿qué es todo este ruido?

La misma sensación brumosa que la atacó en el trayecto volvió a ella al ver de frente aquellos preciosos ojos tan azules como el más claro de los cielos, mirándola con hastí­o. Su postura revelaba cansancio y fastidio, sin embargo seguía viéndose demasiado atractivo para su propio bienestar. Una extraña sensación de alegrí­a recorrió su pecho y sus mejillas se pintaron imperceptibles bajo la capucha, avergonzada ante el hermoso extraño.

Sangre amarga | Diabolik Lovers | Clan KomoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora