Recuerdos encadenados

168 27 4
                                    

Título: Sangre amarga

Sumary: Una nueva novia llega a la mansión Sakamaki luego de un largo periodo sin sacrificios como reemplazo de la anterior. Yui sigue viva y ha llegado el momento de elegir sólo a uno para convertirse en Adán.

Advertencias: Ooc, FC (Fan Character), Drama, Lenguaje adulto, Situaciones para adultos.

Cantidad de palabras: 1,131/Cortesía de Magic Word en complot con Microsoft para hacernos creer que de verdad hay esa cantidad de palabras en el capítulo.

Disclaimer: Diabolik Lovers no me pertenece, es de Reject. Sigo negociando los derechos de la Yui y del Carlitos, pero nomás no ceden xD

O

O

O

Recuerdos encadenados

O

O

O

¡Ruri...! ¡No te vayas, Ruri...! Por favor...

—¡Rui, basta por favor...! ¡Rui, vuelve, vuelve...!

El dolor insoportable de cabeza, le hizo abrir los ojos, junto a aquella angustiosa voz que clamaba por ella.

Su mano extendida hacia el cielo, buscando aquello que era inalcanzable fue lo primero que notó al despertar, y junto a ella, la mujer de ojos rojos que tanto odiaba. Aquella tonalidad tan clara como la indiferencia de su mirada, sin pensarlo, su mano actuó por instinto y le propinó una fuerte cachetada. Ella permaneció ahí, en silencio, sumida en su propia debilidad. Su adorada hermana se había marchado por su culpa, dejándola completamente hundida en la soledad y su padre sufría porque ella no lo amaba, pero como siempre, esa mujer solo permanecía callada.

Dejó que la rabia la dominara y su mano en un puño golpeó con fuerza contra la cama, en una búsqueda vana de descargar parte de su ira. Odiaba todo eso, estar atrapada, despertar como una estúpida desorientada cada que se desmayaba, continuamente exponiendo la debilidad que la aquejaba. Se parecía tanto a su madre, tan desagradable. Era abrumador, estúpido e injusto, pero no podía contener las lágrimas que derramaba.

—Vete...—murmuró a su madre, que solo la observaba sin moverse.

Ellos, esos estúpidos tenían la culpa de todo lo que le pasaba, sin embargo, era ella la que constantemente se mostraba como una humana débil por la que era fácil pasar por encima.

—Rui...

—¡Vete!

La vio levantarse de su lado y abrazarla, pero la calidez no fue suficiente para cubrir todo lo que había provocado antes. Al notar que no estaba respondiendo, ella le soltó lentamente y besó su frente, para dar media vuelta y desaparecer por la puerta. Su falda negra ondeaba por el viento frío que provenía de la ventana, y un aroma demasiado dulce que escapaba de su piel le hizo observarla, solo hasta entonces se percató que no era la persona que pensaba.

—Yui...—murmuró. Y aunque la culpa por lastimarla incrementó sus ganas de llorar no hizo nada, solo se aferró a sí misma, llorando por ser una débil humana que no podía hacer nada bien.

[+] [+] [+]

Karl Heinz observaba a la pequeña humana, compadeciéndose de ella y la carga que debía llevar.

Sangre amarga | Diabolik Lovers | Clan KomoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora