El Motivo de mi Perseverancia

Capítulo III

Narrador normal:
Nos encontramos en la región Kanto, aproximadamente seis meses después del fallecimiento de la señora Delia Ketchum; Ash y Dawn ham tratado de superar dicho acontecimiento, siendo el que mejor lo ha llevado el azabache, mientras la joven peli azul seguía sumida en una gran depresión; el joven azabache iba todos los días al laboratorio del profesor Oak, le ayudaba con sus investigaciones tanto en el laboratorio como en el trabajo de campo, además de dedicarles bastante tiempo a todos sus pokemon, les entrenó y variaba de compañeros cada vez que el profesor Oak le pedía salir de pueblo Paleta, y así fue haciéndose más unido a todos ellos, que sabían qud su entrenador sufría por la pérdida de su madre, pero que aún con ese sufrimiento, les daba todo su amor a ellos, que se juraron jamás abandonar a su entrenador; por otro lado, Dawn pocas veces mostraba el entusiasmo y alegría que la caracterizaban, ella se sentía sola, no porque su hermano la hubiese dejado, al contrario, el trataba de hacer todo lo posible porque ella estuviese animada, pero al haber sido ella la que compartió con su madre sus últimos meses de vida, no pudo evitar extrañar la presencia de Delia; sus pokemon hacían de todo por animarla, y aunque de vez en cuando lograban hacerla salir aunque sea a los bosques de la Ruta 1, ella estaba en su mundo y con el semblante desganado.

Pasaron algunos días, Ash se despidió de Dawn como era costumbre y se dirigió al laboratorio, mientras caminaba pensaba en cómo podía hacer para animar a su hermana, a él le dolía verla así, quería poder sacarla de su estado depresivo y lograr que ella le brinde una de esas sonrisas sinceras, que discutan por cosas estúpidas como solían hacerlo, que ella lo golpee por llamarla D.D... En fin, quería recuperar a su hermana, más ya lo había intentado todo y nada funcionaba; con esas dudas el joven azabache llegó al laboratorio, saludó al profesor como de costumbre, más este le notó distraído, más de lo que era.

Ash, ¿Sucede algo?- preguntó curioso el profesor.

Nada nuevo profesor... Me preocupa Dawn, sólo eso- dijo el azabache resignado.

¿Tan afectada sigue por lo de tu madre?- preguntó el profesor admirado.

Le ha pasado un poco, pero entre ella y yo, ella ha sido la que más ha sufrido, y por más que sus pokemon y yo intentemos subirle el ánimo, nada funciona- explicó frustrado Ash.

¿Y no crees que un viaje les ayudaría a despejarse?- propusó el profesor Oak.

Me ha pasado por la mente, pero temo que lo rechace, además, preferiría que fuese una nueva región para ambos- respondió el azabache.

¿Has oído de Alola muchacho?- preguntó Oak.

¿Alola?, ¿Qué es eso?- preguntó confundido Ash.

Jajaja, es una región tropical cercana a Kanto, queda a unas 4 horas de viaje más o menos y según entiendo está compuesta de cuatro islas- explicó el profesor divertido ante la confusión del joven peli negro.

Ya veo... Pero si usted la propone, es por algo ¿No?- dijo el azabache mirando fijamente al profesor.

Me conoces bien muchacho...- dijo Oak.
Verás, hace poco encontre estos huevos pokemon cerca de ciudad Verde, y tras investigarlos un poco, creo que provienen de la región de Alola- explicó el profesor.

Ya veo, pero, ¿Qué tiene que ver eso con lo de mi hermana?- preguntó el azabache confundido.

Aún eres algo distraído.... susurró el profesor sin llegar a ser escuchado.
Lo que quiero es que lleven estos huevos a Alola, ahí vive un primo mío quién podrá examinarlos mejor, y luegode eso, ustedes pueden permanecer una temporada en Alola para relajarse- propusó el profesor Oak.

Me parece bien profesor- dijo el azabache.
Ahora solo falta comentarle la idea a mi hermana...- dijo un tanto inseguro.

Ten confianza muchacho, seguro que acepta- dijo el profesor dándole unas palmadas en la espalda al peli negro.