capítulo 15. Perdoname

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ANAIRAM

Siempre pensé que la fantasía solo se encontraba en los cuentos, esos que fueron para la imaginación de cualquier persona, porque no mentiré que solo los niños lo leen, los adultos también lo hacen. Llegar a este extremo, en el que no sabes si podrás lograr salir de esto o hundir te es deprimente en verdad. Nunca en mi corta vida he decidido que cambie, al contrario, me alegro por lo que tengo, pero es un golpe duro el que te digan y descubras cosas que pensaste que nunca existirían y con pensar que hay un mundo muy diferente al cotidiano es aterrador.

Suspire pesadamente y me puse mi pantuflas de osito —¿Me habrán cambiado de ropa?— arrugue el ceño y me mire —No, no lo hicieron —sentí un alivio, lo que menos quería es que me vieran desnuda.

Camine despacio hasta la puerta, puse mi mano en la manija y la abrí cuidadosamente, aunque eso no sirvió de nada pues la bendita puerta rechina y hoy no seria la excepción. Cerré mis ojos esperando que alguien lo haya oído, pero no, no paso absolutamente nada. Salí al pasillo lo mas silenciosa posible y me pare en la punta de la escalera.

Pude oír claramente unas voces, pero no a los personajes, así que baje tres escalones y ahora si tenia excelente vista.

Sofhia se encontraba en el sofá con los codos en sus muslos y la cabeza sumergidas en sus manos —típica pose de preocupación —Humter se encontraba en el sofá individual al igual que Harry en el otro, tenían expresión seria, el ambiente se sentía tenso de pies a cabeza. Humter rompió el silencio

<<cuando no>>

—Tienes que decírselo —¿Decírselo?, ¿A quien? —Sabes que muy pronto surgirá su poder y ya no podremos esconderla, su aura se volverá poderosa y notaran que es ella — no entiendo nada, pero sofhia si por lo que respondió

—Si, tienes razón —suspiró—pero no quiero que lo tome a mal, es algo muy fuerte y ella no esta preparada —lo ultimo lo susurró más para ella, que para los chicos

Humter se la quedo mirando unos segundos, al igual que Harry, seguramente esperando que agregara algo mas, pero como no lo hizo, Harry hablo

—Ella si esta preparada, el problema eres tú Sofhia, tienes miedo a que te rechace por lo que eres y por haberle mentido todo este tiempo —este joven la miraba severamente como un padre regaña a sus hijos.

Sofhia sollozo dando a entender que aquel chico tiene razón, pero nadie se movió de su sitio, ni para consolarla y me sentí un poco mal.

Duraron segundos así, que para mi fueron minutos eternos en el que no hablaban, hasta que sofhi agrego

—Iré a verla y arreglaremos esto de una vez— decreto con voz temblorosa — quiero que esperen en la puerta para que entren cuando les ordene, ¿Esta claro?—los dos se vieron mutuamente y después asintieron al mismo tiempo.

—Espero que Anairam me perdone —susurró a lo ultimo, pero los chicos no la escucharon, pero yo si pude lograrlo

<< viene a verte a ti Ana, ¡corre a la habitación ahora mismo!>>

Me levante lo mas rápido que pude del escalón y me dirigí a mi habitación, me metí en mi cama y tome un libro que estaba en mi mesita de noche. ¿Inocente verdad?, nadie sospecharía que estaba escuchándolos —bien hecho Anairam —me Aplaudí mentalmente.

Dos minutos después escuche como la puerta de mi habitación era abierta. Separé mi vista del libro unos momentos y me encontré con la mirada triste de sofhia, arrugue mi ceño y le hice un ademán para que cerrara la puerta y se sentará en la cama junto a mi.

Deje el libro en el la mesita y le preste sumamente atención a mi amiga. Su cara detonaba preocupación y compasión, hice una mueca de desagrado y ella lo noto, pues suspiro dramáticamente.

—¿Qué pasa sofhi?— susurré— ¿Hay algo que te preocupe? — tome un mechón de sus cabellos mientras formulaba aquella pregunta. Mi compañera que estaba viendo hacia el suelo, subió su vista hasta mis ojos y pude notar que estaban aguados. Me entristeció mucho verla así, vulnerable. Ella no era de las chicas débiles, al contrario, su autoestima estaba por las nubes y agradecía que fuera así.

No entendía lo que ella me iba a decir, o a lo mejor si lo hacia, pero no quería pensar que sabia sobre ese tema y nunca me lo dijo, me sentiría traicionada de algún modo.

No creo que la persona con quien crecí tantos años y vivi momentos de alegría y tristeza, sea capas de mentirme con algo tan grande, no creo que mi mejor amiga, Sofhia me engañara.

Solo quería pensar que podría ser otro tema ordinario, uno común y corriente, fuera de lo que me este pasando.

Fui sacada de mis pensamientos, en cuanto sofhia tomo mis manos —Perdoname— susurró.

Arrugue mi ceño en forma de no comprender nada, ¿Por qué ha de perdonarla?, y ella lo noto pues prosiguió —Ana, tengo que contarte algo muy pero muy importante, así que necesito que no me interrumpas en ningún momento, ¿Esta bien?— mi mejor amiga me miraba suplicante, pidiendo que por favor cumpliera su pequeña petición por esta vez.

Acepte, sabia que no había otra salida, para lo que fuese que me quería revelar, estaba clara en eso.

—No se por donde empezar ni siquiera — susurró más para ella que para mi— desde el comienzo —le respondí encogiendome de hombros.

Quiso sonreír ante mi ocurrencia, pero le salio fue una mueca en el intento. —Ana, ¿Te acuerdas de aquel orfanato en dónde vivíamos? — No solo lo recordaba, tenia pesadillas con aquel maldito lugar. El solo hecho de recordarlo hacia que colocará la peor cara del mundo y ella lo noto pues prosiguió — Es bueno que lo recuerdes,porque ese lugar forma parte de la pequeña historia que te contaré —¿cómo ese maldito orfanato tendría que ver con su relato?. La miré con una cara de reproche por nombrar aquel lugar.

Sofhia me miraba suplicante para que no se me ocurriera protestar, y así lo hice, me trague toda la mierda que quería soltar y le hice un ademán para que comenzara a contarme lo que sea que tenga que ver ligado con ese estúpido orfanato.

Suspiró pesadamente y pude notar que temblaba. No había soltado mis manos desde el momento en que las tomo.— E-ese lugar —su voz tembló—ese lugar no era un orfanato —no pude ocultar mi expresión de sorpresa, ¿Cómo que aquel lugar no era un orfanato?, ¡Si decía orfanato!. Noto que tenia mil dudas en la mente y recalcó su petición de hace unos minutos —Te dije que no me vayas a interrumpir en ningún momento, así que calla—asenti muy nerviosa y curiosa por lo que quería decirme. Prosiguió.

—Ese lugar era una academia para hombres y mujeres lobo —Solté sus manos bruscamente y me tape la boca, negando mil veces.

—Imposible— pensé

Sangre joven: El comienzo de una nueva era.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora