DESTINOS CRUZADOS

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Apagué mi celular para tener la tranquilidad que necesitaba pero antes le envié un mensaje a mi madre y mi amiga Monserrat más conocida como Mon Laferte para que no se preocuparan.

Quería sanarme pronto, olvidarme de la imagen horrible pero principalmente de él.

El frió empezaba hacerse presente así que decidí entrar, cuando estaba abriendo el ventanal empecé a escuchar un auto, menos de un minuto y apareció estacionando al lado de la casa, bajo un hombre así que decidí entrar de inmediato.

Desperté con la maravillosa vista al mar, así que decidí trotar y disfrutar el hermoso. Al salir de la casa el auto seguía ahí pero no vi a nadie, crucé la calle tome una foto para enviarla a mamá.

Iba todo bien hasta que la imagen apareció no aguanté más y caí al suelo, lloraba como nunca,

Quería soltarlo, liberarme de todo este dolor que me estaba matando.

Era tan dependiente de el, me entregué a él completamente, solo tenía ojos para él, dejé mi sueño de ser fotógrafa porque decía que no llegaría lejos, entonces estudie Profesora Diferencial, dejé todo lo que amaba para que el fuera feliz, recordaba toda las cosas que hice por él.

Mi celular empezó a sonar y era mi amiga antes de contestar trate de tranquilizarme un poco no quería que se preocupara

-¿Cómo estás? –Iba a responder pero un nudo se formó en mi garganta que me impedía hablar – mi amor todo pasará ¿sí? Vas a conocer a una persona que te sanará y todo esto quedará como un mal recuerdo, en la vida tendrá que pasar por un montón de cosas feas pero que te harán fuerte...

-¿tan mal novia soy? –es lo único que pensaba últimamente -

-No La, no pienses eso hiciste de todo para que él siempre estuviera contento, simplemente no te valoró como novia ni como mujer, no pienses más eso ¿dale? Viajo la próxima semana y te tengo una propuesta increíble –reí - que no podrás dejarla pasar -cambio rapidamente el tema era lo que amaba de mi amiga-

-¿Qué sería? –reía también –

-Cantar conmigo tu falta de querer –solté una carcajada recordando el día en que me obligó a cantar con ella en un bar en México – que lindo escucharte reír amiga, pero no, no es eso es algo que estoy segura que te encantará

-por favor dime –sabía que con un poco de presión podría conseguir que me dijera-

-Lo siento amiga pero no, te dejo porque tengo que ir a la prueba de sonido, un beso cualquier cosa me llamas ¿sí? Te amo, cuídate –cortó rápido lo más seguro es que la estaban apurando-

Mientras llegaba a la casa vi salir un chico que se dirigía al auto, caminé lento no quería que me viera ni mucho menos quería saludar, cuando se subió caminé rápido necesitaba una ducha, pero antes de entrar a mi casa sentí la puerta del auto, traté de abrir rápido pero de lo nerviosa que me puse las llaves cayeron, me agaché para recogerlas rápidamente pero sentí pasos acercarse ¡MiERDA!