Peter decidió que lo acompañara como correspondía, que estuviera a su lado que ignorara las preguntas pero que estuviera tomando su mano.
-Estás hermosa –sonreí y lo miré, se había cortado un poco el pelo pero para mí seguía siendo tan hermoso como siempre- ¿lista? –asentí-
Pasamos a buscar a Mar con Santi, estaría al lado de él cuando todos se tirarán encima de nuestras parejas. Cuando estacionó todos estaban encima de Eugenia el rumor sobre su embarazo se hacía cada vez más fuerte pero por ahora seguiría siendo negado. Miré por última vez a mi novio y salí, era como si tuviera un cartel gigante diciendo "estoy aquí" y todos llegaron, hice lo que me dijo Peter, tomo de mi mano y pasamos por la alfombra, pedían fotos besándonos pero solo sonreímos tomados de las manos, cuando se acercaban las preguntas di un paso hacia atrás quedándome con Santi, había una chica que no paraba de llamarnos, me sentía mal pero era algo de cual no hablaré.
Luego de media hora pasamos directo a camarines, salude al equipo completo y me fui con los chicos a tomar a siento.
Ver Peter en tremenda obra me hacía admirarlo aún más, era el número uno, me emocioné un montón me dio igual que algunas personas sin disimular me estaba sacando fotos, lloré hasta que terminó estaba orgullosa de él, me odiaba un montón no a ver estado desde un principio con él, pero ahora todo sería diferente. Cuando terminó fui la primera en pararme y aplaudir como una fan era TREMENDO.
Cuando fue el momento corrí a camarín para felicitarlo, me colgué como un koala y comencé a besarlo por todo su rostro.
-Acá no podemos –dijo en un pequeño susurro en mi odio-
-Necesito verte de nuevo –sonrió- te lo juro que fue grandioso, nunca había... -me besó- necesito que sea mañana y venir de nuevo.
-Te amo –lo abracé por última vez y me bajé-
-Te amo también –abrió su camarín y entramos- ¿Seguro que no podemos? –negó-
-La puerta esta mala y no quiero que nadie vea a mi chica –solté una carcajada- pero podemos saltarnos la cena e irnos a mi casa –negué- ¿quién te entiende?
Se bañó para luego cambiarse e irnos al restaurant que me llevo por primera vez, nos sentamos en el mismo lugar aunque ahora con dos mesas más para los chicos, pasamos una agradable noche entre amigos, decidieron que se quedarían en mi casa para no molestarnos.
Antes de cerrar la puerta principal ya tenía a Peter encima de mí besándome, me tomo en brazos y comenzó a caminar su habitación, extrañaría tanto estar en sus brazos pero solo serían por unos días.
-Que ganas de acompañarte –me dijo cuándo me entrego su camisa- me gustaría conocer el sur de Chile –lo abracé y coloque mi cabeza en su pecho-
-Cuando tengas unos días podríamos ir a la cabaña que tenemos –lo miré- es hermoso, amaba pasar las vacaciones de inviernos allá y recolectar moras con mi abuelo –hizo cariño en mi mejilla-
-Me acabo de imaginar una cabaña entre árboles con vos –lo miré- y nuestros hijos –me estiré un poco y lo besé-
-¿Hijos? –Asintió- wow –sonreí sentándome – primero falta un montón- rodos los ojos- pero podremos practicar con el bebé que se viene ¿no? –tiro de mí y me sentó en su regazo- por ahora podemos disfrutar esa cabañita para nosotros –hizo puchero- ¿Por qué? ¿Por qué hablas de tener hijos?
-Porque quiero que seas vos la madre de mis hijos, no quiero ser un viejito para jugar con ellos, quiero estar joven y no cansarme si quieren jugar todo el día –sonreí- ¿No queres?
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DESTINOS CRUZADOS
RandomDos mundos muy diferentes pero nada impide que sus destinos se crucen.