I

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*se escucha un suspiro profundo*

—¡Oh por Dios Jamie! ¿QUE ACABAMOS DE HACER?

—Shhh Dakota...

—Pero Jamie... — me paso las manos en la cara— dijimos que no podia pasar esto— lo miro—Lo juramos.

—Ya lo sé— exhala y se recuesta sobre un codo mirándome y el otro lo pasa por mi cintura— pero no te atrevas a decir que esto fue error...

—¡NO! Ni de chiste— sacudo la cabeza rápidamente— nunca, jamás diré que fue un error. ¿Me estás escuchando, idiota?— digo sosteniéndole la cara con ambas manos. Le doy un corto beso.

—Bien. Eso quería escuchar— dice y se pone a horcajadas sobre mi y acercándose a mi rostro dice— Pues olvídate...— me besa un ojo— de esa estupida...— me besa el otro— promesa...— ahora la punta de mi nariz— por esta noche...— me besa los labios— y...—lo corto

—Jamie, tu esposa vive a unos dos pisos mas abajo de nosotros— me tapo la cara con ambas manos— me siento tan sucia que—

—Cállate Dakota— se sienta sobre sus piernas esta vez y me sienta frente a él sacando suavemente mis manos de la cara y sosteniéndolas—no digas ni una palabra mas sobre eso, ¡no hables así de ti!— me mira con ojos muy abiertos— Sabes que ya estamos en los últimos procesos del divorcio y que hemos estado separados hace mucho. Sabíamos que en algún momento esto pasaría ¡mucho nos tardamos! Dakota, sabes que ella no es más que la madre de mis hijas, y que está en este mismo edificio por el contrato establecido. No amargues está noche pensando en ella. Es cierto que se nos salió de las manos pero mientras esto quede entre nosotros, sé que todo saldrá bien.

Me levanto de la cama aturdida y sin saber que pensar y me dirijo a la ducha. Es cierto lo que Jamie dice. Cada una de sus palabras. Y le creo. Le creo cuando dice que ella no es mas que la madre de sus hijas. Lo he visto. Como es con ella. Como es con sus hermosas hijas. Como es conmigo. Pero personalmente me siento incómoda. Si yo estuviese en el lugar de ella no querría que me hicieran esto. Escucho a Jamie tocar la puerta.

—¿Qué?

—¿Estás bien?— pregunta desde el otro lado de la puerta.

—Si— exhalo. Y sin decir más, atraviesa la puerta del baño, rueda la cortina de la ducha y entra a hacerme compañía. Me abraza fuertemente y me da besitos en el pelo. Me giro hacia él.

—Ya sé que la situación es algo incómoda para ti— dice— pero que sepas que tu no estas sola en esto Dakota. Si algo te duele me duele a mi, si algo te frustra, a mi también... todo lo que tenga que ver contigo me afecta, y verte así me descontrola porque no sé que hacer para que no te sientas culpable. Somos una pareja, un dúo, y llegar hasta aquí ha sido culpa de los dos.

—Tienes razón— susurro— pero entonces culpo a las
benditas ganas que te tenía— digo sonriendo.

—¿Ah sí?

—Ni te imaginas— Le miro a los ojos con fingida inocencia.

—Ah, no. No me pongas esa mirada justo ahora señorita Johnson, que hace unos minutos atrás me pedías que no parara nunca— dice riéndose.

Mis mejillas se tornan escarlatas y le golpeo en el brazo para que deje de reír. —JAMIE.

—Ya, ya— dice y me da un tierno beso— Pero quiero que estés tranquila de ahora en adelante. Tu y yo somos conscientes de todo lo que pasa acá.

—De acuerdo. Pero tenemos que ser muy precavidos. Cualquiera puede estar pendiente a nuestros movimientos. Hasta la misma Amelia. Ella no es tonta Jamie, y deber saber que estás aquí conmigo. Puede venir ahora mismo si se le place y hacerme un estupido escándalo.

One Shots- DamieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora