One Shots- Damie

XV pt. 2

Continuación...

***

- Jamie, ¿estás bien? - le pregunto al verlo casi hiperventilar. Sus orejas se tornan totalmente rojas al igual que sus mejillas y comienzo a preocuparme. Lo que había parecido uno de los momentos más lindos de mi vida al descubrir que le gusto al chico que me gusta, se está volviendo (estoy más que segura) en un momento difícil de olvidar. -Oh, por Dios Jamie, necesito que me hables. Respira... vamos. Inhala – me pongo en cuclillas frente a él e inhalo mostrando como hacerlo- y exhala – digo pausadamente y le sostengo el rostro -Vamos Jamie, sigue así, lo estás haciendo muy bien- Le digo al ver que comienza a relajarse y mientras lo hace, me mira directo a los ojos y creo que la que va a colapsar ahora mismo soy yo. Cuando siento su respiración calmar, me levanto y me siento junto a él, esperando que alguno de los dos comience la conversación que debe desatarse aquí. Claro, yo había dicho que sería valiente pero bueno, ENTIENDANME, estoy fue muy... inesperado. Fue perfecto.

Los segundos pasan siendo conscientes de nuestras miradas esquivas y lo tontos que estamos siendo. Cuando le miro, lo capto desviando la mirada y cuando me mira, la desvío yo. No pasa mucho tiempo más, que ambos rompemos en carcajadas y como es de costumbre, mis ojos se empeñan en hacer brotar un par de lágrimas.

- ¡Estoy es muy vergonzoso! No esperaba darte esta primera impresión – Jamie dice intentando calmar su risa y pasándose las manos en el rostro para esconder la vergüenza

- Yo no esperaba que fueras tu – digo bajito-aunque lo deseaba... pero me tomaste por sorpresa así que estamos a la mano- le miro fijamente.

- ¿Ah no? ¿A quién te imaginabas? – pregunta curioso levantando una ceja y se voltea un poco hacia mí.

- Realmente no tenía a nadie en mente... pero la persona ya me estaba conquistando con su sencillez y detallismo.

- ¿Y qué opinas de que haya sido yo? – cuestiona en tono bajito como si tuviese miedo a recibir la respuesta.

- La historia me parece un poco graciosa pero igual te la cuento. Me parece graciosa porque desde hace un buen tiempo me gustas – le digo mirándolo de reojo y lo veo viéndome fijo- mucho...y cada vez que me preguntaban sobre el tema, yo lo negaba – rio nerviosa- hasta el punto de enojarme con todos y en ocasiones encerrarme en mi cuarto a gritar bajo mi almohada de porque mierdas no te podías fijar en mí. Esta mañana después de tanto tiempo me había despertado decidida a hacer algo con la situación...

- ¿La situación? - cuestiona Jamie riéndose.

- -Si- rio yo- Esta mañana me decidí en tomarte por sorpresa en algún momento del día y simplemente hacerlo...

- ¿Hacer qué? – pregunta medio juguetón.

- No me hagas decirlo, me avergüenzo- digo tapándome el rostro- y ni, aunque estoy justo en el momento preciso no encuentro el valor par- y no puedo decir ni una palabra más porque sus labios se estampan sobre los míos. En primera instancia, aunque le respondo el beso no sé si esto está pasando en realidad o si sigo durmiendo en mi cama y todo esto es parte de mi proceso inconsciente. Pero siento sus manos acunar mis mejillas, sus tiernos labios moviéndose al compás de los míos y el corazón casi saliéndose de mi pecho y me doy cuenta de que es más real que nunca. Coloco mis manos alrededor de su cuello y lo acerco un poco más para profundizar el beso. Nos separamos para tomar un poco de aire, pero se acerca a darme esta vez un beso rápido y corto. Mis manos bajan lentamente por sus hombros hasta llegar a su pecho, las suyas, sin embargo, se mantienen en mi rostro y su mirada gris clavada en la mía.