One Shots- Damie

IV

Es un día de verano y las niñas están alegremente disfrutando en la piscina de nuestra casa. Su tíos postizos Jesse y Stella se encuentran jugando con ellas. Todo marchaba perfecto en nuestro primer día de vacaciones juntos luego de haber culminado con nuestras respectivas grabaciones. Jamie acaba de terminar hace unos días, pero yo terminé hace unos tres meses. Meses,  en los que me encargué de cuidar a las pequeñas. Hasta que repentinamente...

-Amor, pero relájate-  me dice Jamie haciéndome cariñitos en el pelo mientras nos recostamos en las tumbonas que están a los bordes de la piscina- Respira.

-No puedo controlarlo Jamie, lo sabes- digo casi en un gimoteo- Este maldito dolor y náuseas  se tiene que ir ya. ¡Y nada me ayuda! Ni hacer yoga, ni dar una vuelta con Zepp, escuchar música... ¡Nada Jamie! Tengo ganas de golpear algo fuertemente- Jamie se pone de pie al instante y comienza a dar pasitos hacia atrás lentamente mirándome con una sonrisa burlona -¡Jamie!- le grito. Se ríe a carcajadas y se vuelve a tirar junto a mi abrazándome por la cintura.

-Era broma- me besa la punta de la nariz- buscaré una aspirina en el botiquín en la cocina. Si no te alivias, mañana a primera hora te quiero en el médico- dice serio y se encamina rápidamente a la cocina.

En lo que vuelve Jamie, volteo a mirar mi alrededor y veo a mamá volteando hamburguesas en la barbacoa, luciendo tan radiante como siempre. Viste un traje maxi sin mangas color blanco y tiene un hermoso sombrero crema. El olor llega directamente aquí y se me abre el apetito en cuestión de segundos. Un gran apetito a decir verdad.  Jamie vuelve con las pastillas y una botella de agua y las tomo en seguida- Gracias amor- le digo y le doy un beso rápido.

-¡YA ESTÁ LISTA LA COMIDA!- grita mamá para que pasemos todos a buscar lo que queremos. Como estoy mas cerca, llego primero. Tomo dos panes de hamburguesa y los preparo rápidamente. Jamie debe estar contento porque mamá hizo su comida favorita. Con mi plato en mano, me dirijo a la tumbona donde me encontraba sentada  y a los segundos, veo a Jamie  sentarse en la tumbona de al lado junto con las pequeñas y la comida para ellas.

- Ufff, gracias Dakota- dice Jamie e intenta tomar una de mis hamburguesas. Le golpeo la mano y se queda mirándome serio. Incluso, levanta un ceja. -¿Te vas a comer todo eso? Siempre comes sólo una y en ocasiones hasta sobra. -Me dice y se vuelve a sentar en su lugar.

-Bueno, no comí mucho en la mañana y además ya esta por llegarme el período- digo y encojo  los hombros- debe ser parte de esos síntomas de la pre-menstruación... me ha pasado otra veces- afirmo y doy el primer mordisco. Mi madre tiene un don indiscutible en la cocina y esta vez no fue la excepción. La hamburguesa está realmente riquísima y se me hace la boca agua. Mastico hasta con ojos cerrados, saboreando el sabor de cada ingrediente. Pienso decirle algo a mi mamá al respecto cuando veo a Dulcie  ojear a Jamie y luego me mira a mi. Hace énfasis en mí. Cuando ve que la observo se pone tensa como si la hubiese pillado haciendo una travesura y continúa comiendo con prisa y Jamie se da cuenta.

-¿Qué ocurre princesa?- pregunta Jamie con tono dulce- ¿Todo bien?- Ella asiente frenéticamente y no mira a Jamie a los ojos y así es que él se da cuenta que ella le oculta algo- ¿Estás segura? Sabes que puedes hablar de cualquier cosa con papá  -Está vez ella lo mira a los ojos, suspira y decide pararse y decirle en secreto. A medida que ella le dice, él intenta aguantar la risa y de un momento a otro me mira serio y luego mira mamá. Miro a mamá y la veo mirándolo a él. Ella levanta las dos cejas y observa sumamente rápido mi plato y se dirige dentro de la casa como si nada. Dulcie vuelve contenta a sentarse para terminar con su comida y cuando ve que todavía la observo, mira a su papá como pidiéndole autorización para decirme algo. Y al parecer eso buscaba porque Jamie asiente con una sonrisa. Pero ella le dice que no, y lo señala a él para que hable.