5. Si pasa una vez, pasará dos veces.

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Sentía su respiración agitada sobre mi rostro mientras se acercaba, observé que cerro sus ojos y yo hice lo mismo. Despues de unos segundos que parecieron eternos, sus labios hicieron contacto con los míos rozándolos, mi corazón palpitaba tan rápido que sentía que se me iba a salir del pecho.

Aquel roce de sus labios era embriagador, delicioso, extraordinario, era un beso casto, lindo. Colocó sus manos en mis brazos y sentí chispas ante su contacto, eso me hizo querer pasar mis manos por su cuello para acercarlo más a mi ¿Sería muy atrevido si lo hiciera? ¿Podría hacerlo? ¿Rompería el encanto del beso por ser codiciosa? ¿Está mal que quiera mucho más de él?

Despues de unos segundos se separó. No, ¿Por qué? Quería seguir teniendo ese glorioso contacto. Al abrir los ojos note que me miraba fijamente, estaba evaluando mi reacción ¿Acaso no sabía ya lo que sentía al ver ese rubor en mis mejillas? ¿Acaso no lo sabía ya por la manera en la que le correspondí a ese beso? ¿Por la manera en la que le miro? Levanté mi mano izquierda tímida para tocar su pecho, pasé mis dedos delicadamente sintiendo la contracción de sus músculos a través de su camisa.

Escuchamos como alguien abría la puerta y nos quedamos congelados, era una chica que no había visto nunca, tenía cabello negro que le llegaba a los hombros, ojos oscuros y labios delgados. Se quedó perpleja mientras Ji Min y yo la veíamos.

—Ah sí, esta camisa es perfecta Ji Min, qué bueno que preguntaste mi opinión. — y retiré mi mano de su pecho rápidamente. Él por su parte caminó hacia el sofá y se sentó sonriendo nervioso.

—Ah, sí gracias no sabía si combinaba con estos pantalones. — no se escuchó muy convincente.

"Oh cariño esos pantalones te quedan mejor sin algo que cubra tu torso". Me sonroje aún más por mis pensamientos inesperados y sensuales.

Aquella chica me miraba expectante con una ceja levantada, sonrió de forma arrogante, yo mire a otro lado. Estando como estoy, siento que llevo escrito en la cara lo que hicimos.

—Bueno entonces si no me necesitas más, ya me iré. — hice una reverencia ante Ji Min —Entonces, nos vemos mañana.

Caminé hacia la puerta y también hice una reverencia educada a esa chica que nos había interrumpido, en uno de nuestros mejores momentos. Ella me dedico una mirada desdeñosa. Demonios ¿Qué se cree al mirarme así? Que poco educada.

—Si gracias, nos vemos mañana. — escuché decir a Ji Min un poco más tranquilo.

Salí de aquel salón a toda prisa para encontrarme con mi amiga. Ella estaba muy intrigada del porque tenía este color en las mejillas. Apenas pude convencerla de que era por el calor. Al menos tendría el fin de semana para relajarme, según unnie no habría trabajo, si surgía algo, se comunicaría con nosotras.


Tenía que pensar mucho. Desde ese beso, he tenido pensamientos que no debería tener, como si unos instintos escondidos, se despertaran. Estaba sentada en la cama frente a mi portátil viendo fotos de Ji Min. Rozaba mis labios con los dedos como si eso pudiera hacer que sienta de nuevo esa deliciosa y cálida caricia, ¡oh que sabor!

No sé cuántas veces he suspirado. De todas maneras ¿Por qué me beso? Soy como cualquier otra chica, y él es un idol. No podría funcionar nada de nosotros, dudo que él pueda ofrecerme una relación. Dios mío, me estoy adelantando a los hechos y por mucho. Ya quisiera estar en una relación con ese chico perfecto.

Me eche a la cama metiendo mis dedos entre mis cabellos castaños. Es tan agotador esto, solo disfrutare lo que vaya a suceder. No tengo ningún derecho de pedirle algo serio, igual, mañana, se arrepiente de lo sucedido. Además de eso, no tengo ni idea si esto vaya a afectar mi empleo, o peor aún, el empleo de Lily.

Cerré los ojos y dejé que mi imaginación me deleitara con la imagen que me ofrece de Ji Min y su sonrisa. Creo que me gusta mucho, quizás incluso, sea algo más que eso.


Ya era lunes por fin. Tenía indicios de ojeras, no había podido dormir muy bien por todos esos pensamientos. Escuché a Lily llamarme como todas las mañanas. Arqueó una ceja mirando mi rostro demacrado, pero no dijo nada al respecto, quizás piense que he estado trabajando de más. Tomó mi brazo, como siempre lo hace y nos encaminamos al salón. Ahí donde tuvimos ese primer beso mi príncipe y yo, mi cuerpo comienza a sentir calor.

Es la hora del almuerzo por fin, no tuve ánimos de salir así que mi amiga fue rápidamente por pollo frito, me encanta ese pollo. Hoy no hemos tenido trabajo, los chicos están practicando. Miré mi celular mientras llegaba con nuestro almuerzo. Mis redes sociales siempre son así, no se pasa nadie ni por error, solo me entretengo viendo videos y últimamente de este grupo talentoso para el cual trabajo.

Escuché que alguien toca la puerta. Pensé que eso era raro de parte de Lily, pero entonces Ji Min entró al salón. Me levante rápidamente sintiendo que mi corazón volvía a sus latidos alocados.

Mi chico perfecto entró cerrando la puerta detrás de sí. Me dedicó una de sus mejores sonrisas, de esas que me hacen sentir que me enamorare de él en cualquier momento, pudiendo ver aquellos dientes, uno de ellos diferente pero que, para mí, hace esta sonrisa aún más perfecta y con sus ojos cerrados.

Parece que se alegra de verme, eso hace a mi corazón por completo feliz.

—¿Cómo estás? — pasó su mano por su cabello ¡Lo que daría por pasar mis manos por entre sus cabellos mientras lo beso! otra vez esos pensamientos.

Me apoyé de la mesa dándole la espalda y cerré los ojos tratando de reponerme de esas ideas, sé que mis mejillas están rojas. Al abrirlos, pude darme cuenta de que me está viendo a través del espejo. Maldición, ni si quiera me percaté de que estaba ahí. Él me vio así todo el tiempo, que vergüenza.

—¿Bien y tú? — sentí su proximidad, me giré para verlo de frente.

—Bien. Escucha, lo que pasó —susurró acercándose más a mí.

Mi respiración se detuvo, tenía miedo por lo que vendría. Por favor que no diga que fue un error. Por favor que no diga que fue un error....

—Espero no haberte tomando por sorpresa. — dijo con una sonrisa tímida mientras miraba a otro lado.

—En absoluto. —dije al instante aliviada. Oh, me salió con más entusiasmo del debido.

Se acercó más a mi haciendo que quedara sentada sobre la mesa. Su respiración se hizo irregular, su mirada bajó hacia mis labios. Se posicionó entre mis piernas haciendo que las abriera un poco.

Humedeció sus labios sensualmente y deslizó sus manos a mis caderas en un abrazo. Podía sentirlo tan cerca de mi... Mi respiración era entrecortada. Dios, esta vez lo besare en serio.

—Me gustas. — sentí su aliento sobre mi cara dándome un delicioso escalofrió en la columna, coloqué mis manos sobre su pecho "que gustito". Acerqué lentamente mi rostro al suyo mientras observaba sus labios como si fueran lo más delicioso del mundo. Entonces, me besó.



Situaciones Peligrosas (JiMin y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora